Los casi 100.000 millones de dólares en ayuda militar que los países occidentales han proporcionado a Ucrania, incluidos miles de millones para artillería de corto, mediano y largo alcance, sistemas lanzacohetes múltiples y misiles de crucero, no han apagado las ambiciones del Ejército ucraniano, que busca en la OTAN equivalentes a los misiles de crucero rusos de alcance ultralargo.
"Queremos un análogo de los Kalibr y Kh-101 rusos", declaró recientemente una fuente del Estado Mayor ucraniano a la prensa británica.
El funcionario destacó la velocidad, maniobrabilidad y características furtivas de las armas rusas, afirmando que hacen que las armas sean difíciles de interceptar, y subrayó que Kiev sigue dispuesto a utilizar sus armas de ataque de largo alcance proporcionadas por Occidente "tan pronto como tengamos un objetivo y podamos golpearlo."
¿Cómo es el misil de crucero Kalibr?
Kalibr es el nombre dado a toda una familia de misiles rusos de crucero antibuque, antisubmarinos, de ataque terrestre lanzados desde submarinos, buques de superficie y (en el futuro) desde tierra, con un alcance operativo de entre 220 y 4.500 km, y una carga útil de entre 400 kg y 500 kg de explosivos de gran potencia, o de un arma nuclear.
Lanzamiento de misiles de crucero Kalibr
El desarrollo del Kalibr comenzó en la década de 1980, cuando el Ejército soviético encargó a La Oficina de Diseño Novator (ahora parte del consorcio armamentístico ruso Almaz-Antey), con sede en Sverdlovsk, la creación de una nueva versión no nuclear del misil de crucero estratégico KS-122. La elaboración del arma, con capacidad de impulso supersónico en la fase final de vuelo, finalizó en 1990.
El Kalibr hizo su primera aparición pública en una exposición militar en 1993, pero su entrega al Ejército ruso se vio frenada por el colapso de la URSS y los profundos recortes en el gasto militar.
La principal ventaja del misil resultó ser su diseño modular y su capacidad para ser utilizado contra diversos tipos de objetivos y lanzado por diversas plataformas marítimas y aéreas. Esto, combinado con sus impresionantes características de alcance y velocidad, le permitió sobrevivir intacto al período de transición postsoviético.
Rusia comenzó a producir el Kalibr a mediados de la década de 1990, y sus ingenieros han desarrollado más de una docena de variantes nacionales y de exportación a lo largo de las últimas dos décadas y media. El primer despliegue operativo del Kalibr tuvo lugar en 2015, cuando fueron utilizados contra milicias terroristas en Siria. Los lanzamientos fueron realizados desde pequeñas corbetas de la Armada rusa en el mar Caspio, así como desde fragatas de guerra pesadas y submarinos en el Mediterráneo.
Tras la escalada de la crisis en Donbás hasta convertirse en un auténtico conflicto en Ucrania a principios de 2022, con el deseo de los países de la OTAN de inyectar armas en Kiev, alejando la perspectiva de una solución pacífica, Rusia recurre a los misiles Kalibr contra objetivos militares ucranianos, asestando golpes contra puntos de mando, bases aéreas y sistemas de defensa antiaérea.
Los observadores militares rusos han elogiado el Kalibr como uno de los misiles de largo alcance más eficaces utilizados en la crisis ucraniana hasta la fecha, gracias a su sistema autónomo de guiado inercial, su resistencia a las interferencias, su capacidad se seguir el terreno a baja altitud durante el vuelo y para acelerar en la fase final mediante una maniobra única, lo que aumenta drásticamente la capacidad de los misiles para penetrar las defensas antiaéreas y antimisiles enemigas y alcanzar sus objetivos.
¿Cuál es el equivalente del Kalibr en la OTAN?
El análogo más cercano al Kalibr fabricado en serie para la OTAN es el misil de crucero subsónico estadounidense universal de largo alcance Tomahawk. Introducido en la década de 1980 y con diversas variantes, puede ir armado con una carga convencional de 450 kg o con una ojiva nuclear W80 de rendimiento bajo a intermedio, y tiene un alcance operativo de entre 460 y 2.500 km, dependiendo de la modificación.
Mientras que Rusia ha exportado variantes del Kalibr a al menos cuatro países (Argelia, China, la India y Vietnam), Washington ha limitado estrictamente la disponibilidad del Tomahawk a sus aliados, exportándolo hasta ahora solo al Reino Unido.
El Tomahawk tiene varias desventajas conocidas frente al Kalibr, como su velocidad de vuelo subsónica constante, que lo hace más vulnerable a los sistemas de defensa antiaérea, sus características inferiores de precisión y alcance, y un historial de rendimiento deficiente (como se demostró en Irak en 2003, cuando hasta 30 Tomahawk fueron derribados por las defensas aéreas iraquíes, y en Siria en 2017 y 2018, donde más de la mitad de los misiles estadounidenses, británicos y franceses lanzados no alcanzaron sus objetivos).
El experto militar ruso y director del Museo de Defensa Aérea, Yuri Knútov, destacó que las características de velocidad del Kalibr, y especialmente su capacidad para alterar su velocidad durante el vuelo, lo hacen distinguir cuando se compara con sus análogos de la OTAN.
"El Tomahawk tiene una velocidad de vuelo más o menos estable, mientras que si hablamos del Kalibr, pueden modificar la velocidad de vuelo en un rango bastante amplio", indicó Knútov a Sputnik, añadiendo que la maniobra única del Kalibr, al estilo de la curva de campana, durante la fase final del vuelo puede hacer que el misil sea "prácticamente inalcanzable a las defensas aéreas enemigas."
El Kalibr también está equipado con modernos algoritmos diseñados específicamente para contrarrestar y evadir las defensas antiaéreas modernas, y estas capacidades proporcionan a los misiles "una ventaja bastante seria", de acuerdo con el experto.
"Estos misiles no son muy vulnerables a los sistemas de defensa antiaérea y antimisiles de Ucrania. Eso es lo más importante", subrayó Knútov, señalando que el Kalibr está "en constante modificación", con una nueva variante con una ojiva de una tonelada y características de precisión y velocidad mejoradas en preparación.
¿Cómo es el misil Kh-101? ¿Tiene un análogo en la OTAN?
El Kh-101 (conocido como Kh-102 en su variante de carga termonuclear) es un misil de crucero estratégico de alcance ultralargo que el Ejército ruso puso en servicio en 2013 y que fue desarrollado por la Oficina de Diseño Raduga (conocida por sus trabajos de desarrollo de las primeras armas hipersónicas de Rusia) en los años setenta y ochenta.
El Kh-101/102, capaz de volar hasta 5.500 km y dotado de una ojiva de 400 kg en su variante convencional y de una ojiva de 250 kilotones a un megatón en modo nuclear, se lanza desde los bombarderos estratégicos rusos Tupolev Tu-95 y el Tupolev Tu-160.
El bombardero estratégico ruso Tu-95MS asesta un golpe con un misil de crucero Kh-101
Las características de alcance del misil ruso son muy superiores a las de cualquier misil de crucero desplegado en cualquier parte del mundo, con la única diferencia del ya retirado misil estadounidense A-G-M-129 Advanced Cruise Missile (A-C-M), con un alcance de hasta 3.700 km. Transportados exclusivamente por bombarderos B-52H Stratofortress, estos misiles, introducidos en 1990, fueron retirados de servicio y dados de baja por las Fuerzas Aéreas estadounidenses en 2012 debido a problemas de fiabilidad y elevados costos de mantenimiento.
Al igual que el Kalibr, el Kh-101 se desplegó por primera vez en el conflicto en Siria entre 2015 y 2017, apuntando a lugares fortificados, campamentos y centros de mando terroristas. Desde 2022, los misiles se han desplegado ocasionalmente para atacar objetivos estratégicos detrás de las líneas del frente en Ucrania.
El Kh-101 está equipado con tecnologías de reducción de la firma radar, un sistema de guiado inercial dotado de corrección óptico-electrónica y un cabezal buscador que se utiliza en la fase final del vuelo para reducir la eficacia de las interferencias. La trayectoria del Kh-101 puede corregirse en pleno vuelo.
Con el A-C-M A-G-M-129 retirado, lo más parecido al Kh-101 que tiene la OTAN es el misil de crucero lanzado desde el aire A-G-M-86 ALCM de EEUU, introducido a principios de la década de 1980 y con un alcance operativo de más de 2.400 km. Sin embargo, a diferencia del Kh-101, la única variante del arma actualmente en servicio (el A-G-M-86B) solo está disponible en opción nuclear, y se lanza desde los bombarderos B-52H, lo que elimina la posibilidad de que se utilice en ataques convencionales, y mucho menos de que se entregue por Washington a Kiev.
El gigante aeroespacial estadounidense RTX está trabajando en un sucesor del ALCM, el A-G-M-181 Long Range Stand Off Weapon (LRSO), pero el misil, que se espera tenga un alcance de 2.500 km, también podrá portar únicamente cargas nucleares.
Esto significa que, a la hora de comparar el Kh-101 con armas disponibles en la OTAN, hay que volver al Tomahawk. Entretanto, el misil de crucero CJ-20 de China (con un alcance de hasta 2.000 km), el Hasal-2 de Corea del Norte (2.000 km), el Paveh de Irán (1.650 km), el Nirbhay de India (1.500 km), el Missile de Croisiere Naval de Francia (1.400 km) han superado o se han acercado a los mejores Tomahawk disponibles en términos de características de alcance.
El verdadero 'alcance global' de los misiles de crucero rusos como el Kalibr y el Kh-101 ha llevado a los funcionarios rusos a destacar que estas capacidades han eliminado prácticamente la necesidad de Rusia de imitar la estrategia de EEUU y la OTAN de salpicar el mundo con bases militares.
"¿Por qué deberíamos necesitar una base [permanente]?", preguntó el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en 2015, al comentar las operaciones rusas en Siria. "Si necesitamos alcanzar a alguien, podemos hacerlo sin una base", afirmó el dirigente ruso.
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