"Los soldados que han vuelto del campo de batalla están cansados y no les importa admitirlo. Se esperaba más de la contraofensiva de este verano [boreal] de lo que han sido capaces de conseguir", afirma Ferguson en su texto.
El analista considera que el principal problema es que las tropas relativamente inexpertas, sin superioridad aérea, tuvieron que avanzar contra posiciones rusas bien fortificadas.
"El tiempo que Occidente se tomó sobre qué armas enviar a Ucrania fue utilizado por los rusos para atrincherarse y colocar minas", señala el autor.
Para Ferguson, los rusos conservan una ventaja considerable en artillería, disparando ocho veces más proyectiles que Ucrania, además de que también ha reaccionado más rápido de lo que muchos esperaban a los ataques con drones por parte de Kiev.
Tomando en cuenta esto, señala el autor, cada vez parece menos probable que los ucranianos logren dividir el "puente terrestre" ruso hacia Crimea con un avance hacia el mar Negro o el mar de Azov, y la siguiente fase del conflicto puede ser una ofensiva aérea rusa contra Ucrania.
Mientras esto sucede en el terreno, afirma el analista de la Universidad de Stanford, se debilita en apoyo de Ucrania entre las poblaciones de EEUU y Europa. Por ejemplo, con base en el estudio realizado por CNN y la casa encuestadora SSRS en agosto pasado, el 55% de los ciudadanos estadounidenses entrevistados señaló que los legisladores no deben autorizar más fondos adicionales en apoyo a Kiev.
Bloomberg retoma los dichos del general Christian Freuding, director del Estado Mayor Conjunto de Planificación y Mando del Ministerio de Defensa alemán sobre que "nadie espera que el conflicto se termine en seis meses", agregando que el Gobierno de dicho país está planificando con un "horizonte temporal hasta 2032".
"Los conflictos de desgaste no favorecen al combatiente más pequeño. Es difícil saber cuántas ofensivas más podrá organizar Ucrania de aquí a 2032, o incluso de aquí al año que viene por estas fechas", afirma.
Para Ferguson, el apoyo internacional a Ucrania será más controvertido en el próximo año. "Muchos países del llamado sur global tienen reparos a la hora de apoyar a Ucrania, lo que explica el débil lenguaje del reciente comunicado del G20 al respecto. Estas naciones no se tragan la analogía de la apropiación de tierras por parte de Rusia con el colonialismo europeo", afirma el columnista.
Asimismo, estos países "tienen razones" para no querer distanciarse de Rusia y China y "les molesta que se preste menos atención a las guerras en África (Etiopía, Sudán)" y ven los efectos del conflicto "en el suministro de alimentos en África como un argumento de peso para una paz basada en concesiones ucranianas".
"¿Es realista esperar que el apoyo occidental aumente o incluso se mantenga en los próximos 12 meses, por no hablar de los próximos nueve años?", se pregunta el académico al concluir que Kiev no cumplirá el objetivo declarado por sus autoridades de volver a tener las fronteras de 1991.
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