El argumento del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, de que su oficina no sabía que un colaborador nazi iba a ser invitado a una ceremonia en el Parlamento es "inverosímil, infantil, negligente" y una muestra de la poca capacidad del dirigente para gobernar su país, coincidieron diputados y analistas en una conversación con Sputnik.
El pasado 22 de septiembre, el primer ministro Trudeau, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, legisladores y otros invitados, rindieron una ovación de pie a Yaroslav Hunka, un excombatiente de 98 años que luchó en las filas de la 14ª División de Granaderos Waffen de las SS nazis contra la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial.El presidente de la Cámara de los Comunes, Anthony Rota, quien llamó "héroe" a Hunka durante el evento en el Parlamento canadiense, ofreció disculpas este 24 de septiembre mientras que la oficina de Trudeau alegó que no tenía conocimiento de que el colaborador nazi iba a ser uno de los invitados a la ceremonia.
Argumento poco creíble
"Eso es infantil y es completamente negligente", dijo a Sputnik Antonio Attolini Murra, diputado electo en el Congreso del estado de Coahuila (norte de México) y exasesor de la bancada del partido oficialista Morena en el Senado mexicano.
"Puedo creer que él no sea la persona responsable de la agenda de la Cámara de los Comunes en tanto que son poderes separados (…) pero no puede ser que un país que se aprecia de ser una democracia seria o medianamente seria pueda permitir que tantas personas pasen desapercibido el hecho de que un colaborador nazi está planteado como parte de un itinerario para recibir una ovación de pie. Es completamente inverosímil, es la decadencia de Occidente entregada a la tiranía liberal del 'quedabienismo'", expresó el legislador.
Para el profesor Alejandro Salgó Valencia, académico de la UNAM y profesor de la carrera de Relaciones Internacionales, el argumento de Trudeau es una muestra de que el jefe de Gobierno canadiense es una de las personas "menos hábiles" y "menos inteligentes" para gobernar una nación.
El internacionalista señaló a Sputnik que el primer ministro canadiense debió haber tenido un equipo de absoluta confianza para investigar quién iba a estar en el Parlamento, a quién iban a invitar y sobre todo si estaba contemplada una ovación de pie.
"Sí, es responsable sin lugar a dudas el señor Trudeau al no contar con un equipo lo suficientemente hábil como para protegerlo de este tipo de cosas", afirmó el especialista.
Para el maestro Alejandro Martínez Serrano, profesor de Relaciones Internacionales en la UNAM y la Universidad La Salle, "no es creíble" el argumento del primer ministro. Sin embargo, agregó que "en la política no hay coincidencias, sino intereses y obviamente que el apoyo canadiense al presidente ucraniano se enmarcaba en el contexto de ese tipo de actividad".
"Debió estar en Nuremberg y ahora es un héroe"
Para el profesor Salgó, el acto en el Parlamento canadiense se explica por la necesidad de Canadá, Estados Unidos y otros países de alentar en estos momentos un nacionalismo ucraniano ante el fracaso de la contraofensiva en el campo de batalla con Rusia.
"Este individuo [Hunka] debería de haber estado en Nurenberg, y ahora sucede que se le da un reconocimiento oficial de parte de un país "democrático'" como es Canadá. Es raro, es vergonzoso, pero al mismo tiempo alcanza a desnudar la realidad que estamos viendo, en este momento, todo lo que sea antirruso (…) es digno de aplaudir, aún —y eso es lo que yo jamás creí que iba a vivir para verlo— los nazis", lamentó el académico internacionalista.
"Yo pasé toda mi vida viendo películas documentales programas donde se señalaban el nacional-socialismo de Alemania como el peor de los males, a Adolfo Hitler como el peor de los dictadores y ahora sucede que un miliciano de los movimientos armados paramilitares más pronazis que hubo en Europa, que fueron los ucranianos seguidores de Stepán Bandera —este señor peleó hombro con hombro con Bandera— [y lo ven como] un héroe", criticó Salgó.
"Si no fuera porque conozco perfectamente al Gobierno de los Estados Unidos, al Gobierno canadiense y a los gobiernos europeos, estaría verdaderamente en un mar de confusión", ironizó el académico al agregar que "no estoy confundido porque sé que así operan y sé que en realidad ahorita lo que necesitan es generar un nacionalismo ucraniano ante el fracaso total de la contraofensiva de Zelenski. Lo que sí sé es que están pisando o están adentrándose en arenas muy movedizas".
Canadá, incapacitada para hacer cualquier crítica
El maestro Martinez Serrano afirmó que Canadá queda "muy mal" ante la opinión pública internacional ya que al parecer un Gobierno democrático está respaldando a un excombatiente que militaba en una ideología que fue condenada al promover el exterminio racial y la supremacía de la raza aria.
Para Attolini Murra, el acto en el Parlamento de Canadá es reflejo de "esa incapacidad política de tomar decisiones serenas y sensatas" y aseveró que el Parlamento canadiense llevará esa "mancha en su historia".
"Mucho negocio se está haciendo por parte de la oligarquía occidental —principalmente estadounidense y alemana— en la venta de armamento que nutre el conflicto bélico de Ucrania, muy distraídos están los líderes del supuesto mundo libre como para poner atención a un detalle tan significativo y tan importante como el que se iba a reconocer a un colaborador nazi".
"Es insultante, completamente inverosímil, es ridículo y debe resonar fuerte y claro en todos los espacios libres de prensa y de discusión para dar cuenta de cómo la desinformación occidental es la que realmente está manchando la dignidad de los pueblos soberanos que nada tienen que ver con la negligencia e irresponsabilidad de sus dirigentes", agregó Attolini.
Para el diputado electo, después de ese acto en Ottawa, Canadá queda completamente desacreditada para poder tener cualquier tipo de incidencia o declaración.
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