"Por un lado, la narrativa de victimismo de Ucrania le ha ayudado a ganarse los corazones y las mentes de Occidente. Nuestra percepción de Ucrania como víctima (…) ha ayudado a Zelenski a conseguir apoyo político, económico y, lo más importante, militar para su país en dificultades (…). Pero como suele ocurrir con la caridad, existe la suposición tácita de que la otra parte debe mostrar gratitud en respuesta", se lee en el artículo.
Sin embargo, la demanda que Ucrania interpuso el 18 de septiembre en contra de Polonia, Hungría y Eslovaquia ante la Organización Mundial del Comercio (O-M-C) debido a la prohibición de importar productos ucranianos, entre ellos el grano, no es coherente con esta imagen, precisó Radchenko.
Incluso, dos días después de que el Ministerio de Economía ucraniano informó sobre la querella, Varsovia informó que dejaría de suministrar armas a Kiev y ese mismo día, el presidente polaco, Andrzej Duda, declaró que Kiev se parece a una persona que se ahoga y puede arrastrar a los demás al fondo con ella.
Tras su discurso ante la Asamblea General de la ONU, Duda dijo que sería bueno que Ucrania recordara que recibe ayuda de Polonia.
Según el historiador, se suma que Zelenski ha intentado vender a Occidente una narrativa en la que Ucrania no es tanto un país que suplica por ayuda de Washington y la Unión Europea, sino una nación que paga con sangre la defensa de la "libertad occidental", por lo que el bloque es el que debería de estar agradecido con Kiev y no al revés.
"En esta lectura, ayudar a Ucrania no es un acto de caridad sino una obligación. Occidente no solo debe pagar, sino hacerlo con prontitud y con la debida humildad y gratitud por la valentía y el sacrificio de Ucrania", señala el historiador.
Aunque dicha narrativa ayuda a Zelenski en casa, continúa Radchenko, esta se ha convertido en una "fuente de molestia para sus aliados, que bien pueden estar genuinamente comprometidos con la causa de Ucrania, pero resienten que Kiev los sermonee".
El 18 de septiembre, Kiev presentó una demanda ante la Organización Mundial del Comercio (O-M-C) en contra de Polonia, Hungría y Eslovaquia por la prohibición de importar productos ucranianos.
Según los medios, Ucrania ha tomado represalias introduciendo un embargo sobre las cebollas, tomates, coles y manzanas polacas. No obstante, esta decisión suscitó opiniones controvertidas entre los miembros de la Unión Europea.
El presidente polaco, Andrzej Duda, comentó que si Kiev continuaba la demanda, Varsovia expondría su caso ante el tribunal y señaló que la prohibición solo se aplica a las importaciones de grano ucraniano y no al grano que pasa por Polonia.
A finales de marzo pasado, los primeros ministros de varios países de la Unión Europea pidieron a la Comisión Europea (CE) intervenir en la crisis provocada por la afluencia de los cereales ucranianos.
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