EE.UU. ha vuelto a hablar de imponer “sanciones infernales” contra Rusia, incluso en el sector energético, pero “no traerán daños significativos a la economía rusa”, debido a que la dependencia del presupuesto ruso de los suministros de energía en el extranjero ha disminuido significativamente en los últimos años, declaró el experto financiero Andréi Karabiants.
En su análisis publicado el sábado en la agencia de noticias de negocios Prime, informó que la parte de los ingresos del petróleo y el gas en el presupuesto ruso ya está por debajo del 40 % y los ingresos del sector no relacionado con los recursos alcanzará otro récord este año. “Las sanciones energéticas contra Rusia están condenadas al fracaso gracias a un aumento significativo de las exportaciones industriales y agrícolas de Rusia”, destacó.
Por otro lado, señaló, EEUU no podrá obstaculizar el suministro de recursos energéticos rusos a China, La India y otros países de la región del Indo-Pacífico porque las exportaciones de petróleo y gas a tales países no han dejado de crecer en los últimos años.
La Administración estadounidense, presidida por Joe Biden, teme también que los embargos impuestos contra el país euroasiático afecten negativamente la economía de su país y sus aliados, conforme al texto.
De hecho, pese a que las sanciones energéticas contra Moscú son el último recurso que usa Washington, Biden se muestra cauteloso a la hora de imponerlas, debido a que podrían provocar una fuerte subida del precio del petróleo y del gas en el mercado internacional, lo que afectaría también al pueblo y la economía norteamericanos, mencionaron unos funcionarios estadounidenses, citados en el análisis.
Aunque Washington busca sancionar el gasoducto ruso Nord Stream 2, si el tránsito de gas ruso se detiene, Ucrania, aliado de EE.UU., no solo perderá ingresos en forma de tasas de tránsito, su interrupción en el periodo invernal amenaza con un colapso del sistema ucraniano de transmisión de gas natural.
Ante tal situación, Edward Fishman, miembro de Atlantic Council y exfuncionario de la Casa Blanca, hizo hincapié en que “no es fácil golpear con fuerza la economía rusa y no dañar al mismo tiempo los mercados energéticos”, se lee en el texto.
Rusia y el Occidente siguen sin poder superar las tensiones, por lo que, EE.UU. y la Unión Europea (UE) vienen imponiendo, desde entonces, una serie de sanciones a funcionarios, empresas y sectores económicos rusos.
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