El bombardero ruso Su-34, después de lanzar bombas ajustables, pasó a baja altura sobre las posiciones de los militantes de la llamada "Legión Internacional". El avión de combate voló literalmente sobre las cabezas de mercenarios extranjeros, desmoralizándolos por completo.
Los expertos militares señalan que solo la falta de suficientes armas antiaéreas del enemigo permite que este pasaje no sea el último para un avión de combate. Sin embargo, parece que las fuerzas enemigas están en un estado de completa desmoralización. Como se señaló, los combatientes extranjeros ni siquiera intentan abrir fuego desde armas pequeñas en dirección a un avión volador. Esto indica una pérdida de moral y la capacidad de resistir eficazmente.
La escena en la que el Su-34 vuela a baja altura sobre las posiciones enemigas es una clara indicación de la supresión psicológica experimentada por los militantes enemigos. Esto significa que tal adversario no representa una amenaza seria.
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