Según el portal especializado en temas militares, el retraso se debe a la cancelación de una prueba crítica.
Doug Bush, subsecretario del Ejército para Adquisiciones, Logística y Tecnología, dijo a Defense News que la prueba desechada prevista para este mes iba a ser "bastante cercana a una prueba operativa" en lugar de una prueba de desarrollo.
"Todavía tenemos un camino con una prueba de seguimiento para llegar a un despliegue de campo a finales del calendario 2023", dijo Bush. "Es simplemente lo que es; es decir, un hecho de la vida, no vamos a poner algo en el campo hasta que tengamos cierta confianza en que si a los soldados se les pide que vayan a usarlo en combate va a funcionar y será seguro para ellos usarlo", afirmó el funcionario.
"Estamos encontrando problemas", dijo Bush al portal. "En realidad es bueno que los estemos encontrando".
Las armas hipersónicas son capaces de volar a más de Mach 5 -o más de 3.836 millas por hora- y pueden maniobrar entre distintas altitudes, lo que dificulta su detección.
Según el medio especializado, Estados Unidos se encuentra en una carrera por desarrollar la capacidad armamentística y sistemas de defensa contra misiles hipersónicos.
El pasado 16 de septiembre, el Pentágono confirmó a Bloomberg que no cumplirán con el objetivo de desplegar un arma hipersónica en las dos semanas restantes del mes de septiembre, sin dar una fecha exacta respecto a cuándo podría desplegarse.
Con este retraso, Bloomberg señala que es el segundo año consecutivo que el Pentágono no cumplirá con una fecha prevista para desplegar su primer arma hipersónica operativa, incluso cuando China y Rusia ya han desplegado nuevas armas ágiles que pueden volar rápido y bajo.
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