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viernes, 5 de febrero de 2016

Destrucción del dólar amenaza economía mundial: Steve Forbes

El presidente y editor en jefe de Forbes Media explica en entrevista que ningún país, ni siquiera Estados Unidos, puede permanecer fuerte con una divisa débil.

El blog de Inteligencia Financiera Global se complace en presentar la siguiente entrevista exclusiva con el magnate de los medios de comunicación, Steve Forbes, presidente y editor en jefe de Forbes Media. Estamos seguros que nuestros lectores alrededor del mundo la disfrutarán.

Steve, gracias por aceptar esta entrevista.

-Comencemos con tu más reciente libro “MONEY: How the Destruction of the Dollar Threatens the Global Economy–and what we can do about it” (El Dinero: cómo la Destrucción del Dólar Amenaza la Economía Global y qué podemos hacer al respecto). ¿Es una mera coincidencia que tenga el mismo título que uno de los libros más importantes de Carl Menger (el fundador de la Escuela Austríaca de Economía), “Geld”? ¿Estás de acuerdo en general con la Escuela Austríaca?

De hecho es una coincidencia. Pero el tema del dinero ha estado en las mentes de los hombres y las mujeres por muy largo tiempo.

La Escuela Austríaca tiene mucho a su favor, particularmente comparada con los keynesianos.

-Steve, ¿cómo y por qué los Estados Unidos comenzaron a destruir su propio dólar?

El dólar fue destruido por ignorancia. El sistema de Breton Woods creado en 1944 fue lo que se llamó un patrón oro de cambio: el dólar estaba fijado al oro y otras divisas estaban fijadas al dólar. Los bancos centrales podían convertir sus dólares estadounidenses en oro a 35 dólares la onza.

Las autoridades americanas podrían haber preservado el sistema de manera muy simple: la Reserva Federal (Fed) vendiendo bonos del Tesoro de su portafolio cada vez que el oro comenzara a moverse por arriba de 35 dólares la onza en los mercados globales, y comprando esos bonos si el oro se fuera por debajo de 35 dólares.

En vez de eso los EE.UU. y muchos otros países quisieron usar la política monetaria para tratar de estimular sus economías con dinero fácil. Pero no puedes imprimir dinero así y mantener un patrón oro. Más aún, como explicamos en nuestro libro, el dinero barato distorsiona las inversiones y la actividad económica y nunca conduce hacia el crecimiento sostenible. La burbuja inmobiliaria de la década pasada es un ejemplo dramático de esto.

EE.UU. tenía más que suficiente oro para mantener el vínculo dólar/oro a 35 dólares la onza. Durante el patrón oro clásico manejado por Gran Bretaña hasta que fue destruido por la Primera Guerra Mundial, el Banco de Inglaterra hizo bien su trabajo con reservas de oro significativamente más pequeñas que las que poseía EE.UU.

En 1971 cuando el presidente Nixon y sus consejeros estaban debatiendo qué hacer, el presidente de la Reserva Federal, Arthur Burns, abogó por mantener el patrón oro. Pero al mismo tiempo persiguió una política de dinero fácil para estimular el crecimiento económico rápido antes de la elección presidencial de 1972. Sorprendentemente no vio la contradicción.

La ignorancia es incluso más profunda hoy en día entre economistas y funcionarios económicos.



-¿No es absurdo destruir tu propia moneda cuando eres el país “más poderoso” del planeta Tierra? ¿Tal vez una conspiración?

Ningún país puede permanecer fuerte con una divisa débil. Ronald Reagan reconoció esta verdad básica. También John Kennedy. Mientras que las tonterías keynesianas sobre el dinero fácil están profundamente arraigadas, hay señales de que la gente está comenzando a reconocer que lo que estamos haciendo ahora no está funcionando, que es destructivo. Un ejemplo es el ex presidente de la Reserva Federal, Paul Volcker, quien recientemente declaró que tenemos que considerar seriamente el establecimiento de un nuevo sistema monetario.

-¿La Fed es el principal responsable de la destrucción del dólar?

La Reserva Federal es el principal responsable del desorden. Pero no podría hacer su destructivo trabajo si los economistas y los políticos tuvieran un mejor entendimiento del dinero.

-¿Cuáles serán las consecuencias para los ciudadanos de Estados Unidos y de todo el mundo a causa de esta destrucción del dólar?

El mundo y Estados Unidos están sufriendo un nivel de vida más bajo del que estarían disfrutando si tuviéramos el patrón oro. Si EE.UU. hubiese mantenido desde 1971 la tasa de crecimiento económico promedio que tuvo durante los 180 años previos, cuando el dólar estaba atado al oro, ¡la economía americana hoy sería 50 por ciento más grande! En otras palabras, el PIB estadounidense sería más de $8 billones más grande de lo que es ahora.

-¿El patrón oro es la única salida posible al actual desorden económico, financiero y monetario? ¿Cómo funciona el patrón oro?

Un patrón oro sería por mucho la mejor manera de salir adelante. Si un país no hace bien las cosas con el dinero, entonces se meterá en problemas incluso si aplica las políticas adecuadas en materia de impuestos, gasto gubernamental y regulaciones. Desde principios de los 80s hasta finales de los 90s, tuvimos una política monetaria semi-estable –el oro promedió 325 a 350 dólares la onza– y tuvimos un muy buen crecimiento. Pero todavía tuvimos muchas crisis financieras y de divisas, y la falta de un patrón oro significó que era demasiado fácil para las autoridades caer en malos hábitos, que es lo que hicieron a principios de los años 2000.

Como explicamos en nuestro libro, el patrón oro es bastante simple. Después de estimar cuál debe ser el ratio de la divisa con respecto al oro –digamos que 1,300 dólares la onza, por ley EE.UU manejaría su política monetaria solamente para mantener ese ratio intacto. La gente tendría el derecho de entregar dólares al gobierno y recibir oro a cambio a ese precio de 1,300 dólares la onza. Otra precaución: se eliminarían las barreras a monedas alternativas.

-Dicho esto, ¿por qué los bancos centrales y gobiernos alrededor del mundo parecen odiar al patrón oro?

A muchos políticos y economistas no les gusta el patrón oro porque reduciría su capacidad de jugar con las políticas fiscal y monetaria. Reduciría su poder a pesar de que crearía un mejor nivel de vida.

-Sabes, mucha gente dice y piensa que la actual situación económica se debe a los “mercados libres” y el “capitalismo depredador”. ¿Estás de acuerdo? ¿De verdad tenemos mercados libres y capitalismo auténtico sin dinero real en nuestras manos?

El malestar económico actual es resultado del debilitamiento del dólar causado por la Reserva Federal y el Departamento del Tesoro de EE.UU. en la primera parte de la década pasada. Cada crisis económica mayor –incluyendo la Gran Depresión, es el resultado de errores gubernamentales catastróficos. Contrario al mito keynesiano, los mercados libres no son inherentemente inestables.

-¿Crees que vivir en un sistema donde no usamos dinero sólido, como en el que vivimos actualmente, tiene una influencia negativa en otros aspectos de nuestras vidas y sociedades? De ser así, ¿cuáles son esos aspectos?

El capítulo cinco de nuestro libro, titulado “Dinero y Moralidad: Cómo la Devaluación del Dinero Corrompe a la Sociedad”, examina cómo el dinero débil socava la confianza social y conduce a más delincuencia, más divisiones internas y al sentimiento corrosivo de que sales adelante a través de contactos y la especulación en lugar del esfuerzo honesto.

-Hace algunas semanas, los BRICS firmaron una serie de acuerdos para crear el Nuevo Banco de Desarrollo y el Esquema de Reserva Contingente para eludir a la Fed, al FMI y al Banco Mundial. ¿Es este el último clavo en el ataúd del dólar?

No. Es un síntoma de lo que pasa cuando la divisa mundial, lo que hoy es el dólar, es crecientemente inestable. El resto del mundo se vuelve ansioso y profundamente frustrado. Para que surja una alternativa genuina, un país o el Banco Central Europeo tienen que entender los fundamentos simples del dinero, comenzando con el hecho básico de que el dinero por sí mismo no es riqueza, sino que mide la riqueza de la manera en que las reglas miden la longitud, los relojes miden el tiempo y las básculas miden el peso.

El dinero transmite información que es crucial para el funcionamiento del mercado. Se basa en la confianza. Tienen que aprender a manejar un patrón oro exitoso. Ningún banco central hoy sabría cómo hacerlo.

Nuestra esperanza es que este libro ayudará con este entendimiento y nos acercará al día en que tengamos dinero honesto, lo que solo puede venir con un patrón oro.

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