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jueves, 18 de febrero de 2016

Bancos zombies aplazan su inevitable bancarrota. ¿Quién los mantendrá a flote?

Sonó un crack en las acciones de los mayores bancos y todo el mundo volteó a ver los balances de las instituciones financieras en dificultades. El CEO del Deutsche Bank la semana pasada tuvo que hacer un comunicado para calmar las aguas turbias en los mercados y aclarar que el banco sigue siendo sólido como una roca, mencionando que no dejará de pagar los cupones de sus bonos CoCos de mayor riesgo (que más adelante explicaré), ya que ha implementado recorte de gastos en algunas divisiones del banco e incluso despidos.

De cualquier manera, los números siguen dando de qué hablar, indicando riesgo de crédito o insolvencia, y esto se ve reflejado en el precio de sus acciones que llegaron a niveles por de bajo de los mínimos del 2008 y en el nerviosismo de impago de dichos bonos, esto está aunado a que los inversores preocupados adquieran más permutas de incumplimiento crediticio (CDS), que por cierto cotizan en máximos de un lustro. Por otro lado, no ayuda mucho el hecho de que tengan una gran exposición a materias primas sobre todo al sector energético como es el caso del petróleo y que influye enormemente en sus malos resultados.

El pasado viernes dentro de su plan para calmar al mercado, el mayor banco Alemán se vio en la penosa necesidad de hacer una recompra de su propia deuda, incluyendo bonos CoCos por un valor de 5,000 millones de euros. Medidas no convencionales que seguramente sugieren que todo está en calma, como presumen altos funcionarios del gobierno y del banco.

¿Pero qué son estos famosos bonos CoCos? Básicamente es la manera de encubrir la insolvencia del banco y evitar el rescate del contribuyente por determinado tiempo, porque los instrumentos absorben las pérdidas. Estos bonos sin fecha de vencimiento se venden a diferentes inversores alrededor del mundo, terminando en la recapitalización del sector bancario por sus malos manejos. A estos se les puede catalogar como basura, (como lo fueron instrumentos CDOS antes del 2008), pues pagan sus cupones sólo cuando la institución no se ve en dificultades de liquidez. ¿Pero podríamos preguntarnos cómo alguien estuvo dispuesto a comprar estos bonos? La respuesta es que en un entorno prolongado de tasas de interés bajas los inversores salían perdiendo y con los intereses negativos era impensable invertir el dinero en instrumentos que cobran, por tonto que suene, también las caídas en la bolsa orillaron a muchos inversores ingenuos a estos instrumentos que ni siquiera comprendían, llamados “bonos CoCos.” Les pareció justo una rentabilidad del 6% o 7% para cerrar el negocio. Estos bonos tienen la posibilidad de convertirse en acciones de la empresa en caso de incumplimiento, acciones que como mencioné viven su peor momento.

Ante inversores preocupados por la salud de los bancos, las permutas (CDS) incrementan y los bonos CoCos terminan cayendo como se refleja en el siguiente gráfico donde se observa el Unicredit de Italia, el Deutsche Bank en Alemania y el Santander en España.



Caídas que según JP Morgan, corresponden a que el mercado está descontando por lo menos 3 años de falta de pagos en cupones, que terminará en conversión automática a acciones, de lo cual los inversores están huyendo.

De los Bancos Europeos que se emborracharon por varios años de toda esa liquidez que les proporcionó el BCE, fue el Deutsche Bank el primero en comentar que no necesitaban más flexibilización cuantitativa, pero poco después entró en escena el personaje que al parecer le dio más lucidez a su banco, el Director de Estrategia de Capitales: David Bianco, como si se tratara de una aclaración adicional, mencionó que aborrecen los intereses negativos porque están aniquilando su negocio como intermediarios financieros; pero que sea bienvenido más QE para mantenerlos vivos.

Es decir, el recorte de tasas del BCE bajará las rentabilidades que ofrece el mercado de deuda y seguirá alimentando esta burbuja que no quieren reventar pero a su vez podrían arrinconar al sector bancario en su negocio de otorgamiento de préstamos y su consecuente reducción de márgenes de ganancia. Por lo que el Deutsche Bank es la entidad que ha salido perdiendo más, a partir de la expectativa de más flexibilización cuantitativa y concretamente de los intereses negativos (NIRP).

Así que en Marzo el BCE con su programa de recorte de tasas estará entre la espada y la pared, porque supuestamente buscará alentar la demanda y superar la deflación, pero por otro lado como se explicó, el sistema bancario se verá en mayores dificultades con tasas negativas. Lo que está claro es que la volatilidad y el nerviosismo en los mercados aún está lejos de terminar, puesto que los mercados no confían en las palabras del director del mayor banco alemán o en los balances de los demás bancos con riesgo de crédito.

Esta es la lista de los bancos con mayor exposición a derivados tóxicos.



Pero ¿quién recapitalizará a los bancos enfermos cuando los CoCos ya no sean suficientes? Tal vez eso responda a nuestra pregunta de porqué los gobiernos y bancos centrales están tan entusiasmados en abolir los billetes de alta denominación y el efectivo, para pasar a introducirnos a sistemas de dinero totalmente digitales. Si llegan a concretar su plan, nos estarán otorgando la batuta para mantener a flote a estos muertos vivientes con recapitalizaciones o confiscaciones en nuestras cuentas bancarias. Situación que nos hace pensar en que deberíamos buscar alternativas de dinero descentralizado, de ahí la importancia de ideas revolucionarias como el Bitcoin.

De cualquier manera el sistema bancario insostenible pospone su fecha de caducidad y tarde o temprano entre todos los diversos riesgos que se asoman en la economía mundial, podrían hacer estallar al siguiente Lehman Brothers y mandar a estos zombies por fin a la tumba.

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