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lunes, 14 de junio de 2021

China y la reunión entre Biden y Putin, protagonistas de la cumbre de la OTAN


La adopción de una posición conjunta frente al "desafío" que representan Rusia y China, así como la defensa en el espacio y las nuevas adhesiones marcaron la cumbre de la OTAN llevada a cabo en Bruselas. Este fue el primer encuentro de alto nivel de la alianza a la que asiste Joe Biden como presidente de EEUU.

Además de la cumbre, el mandatario estadounidense sostuvo una reunión en paralelo con los líderes de los países bálticos, en la que se comprometieron a establecer una cooperación dirigida a lidiar con lo que consideran son desafíos planteados por Rusia y por China.

El "desafío" de China

En el comunicado publicado tras la cumbre, la organización, que se abstuvo de referirse a China como un rival, se mostró preocupada por la creciente influencia que tiene este país a nivel internacional. Además, consideran que su comportamiento representa un "desafío" para el orden establecido.

"Las ambiciones declaradas y el comportamiento asertivo de China presentan desafíos sistémicos para el orden internacional basado en reglas y para otras áreas relevantes de la seguridad de la alianza", señala el comunicado.

Asimismo, exhortaron al país a cumplir con sus compromisos internacionales y a "actuar de forma responsable en el sistema internacional, incluyendo en los dominios espacial, cibernético y marítimo, de acuerdo con su papel como gran potencia".

Otra de las preocupaciones manifiestas de la alianza es el crecimiento del arsenal nuclear chino, así como la cooperación con Rusia en el área defensiva.

"China está expandiendo rápidamente su arsenal nuclear con más ojivas y una mayor cantidad de sistemas de lanzamiento sofisticados para establecer una tríada nuclear. Es opaco en la implementación de su modernización militar y su estrategia de fusión civil-militar declarada públicamente. También está cooperando militarmente con Rusia, incluso mediante la participación en ejercicios rusos en el área euroatlántica", se lee en el documento.

Sin embargo, la OTAN refuerza su disposición a mantener un diálogo "constructivo" en las áreas donde sea posible.

La reunión Biden-Putin, protagonista del encuentro

La Alianza Atlántica sigue considerando a Rusia como una amenaza a la que se debe combatir de manera conjunta. Desde 2014, la organización suspendió toda cooperación civil y militar con este país y las relaciones continuarán de esta manera "hasta que Rusia demuestre el cumplimiento del derecho internacional y sus obligaciones y responsabilidades internacionales", de acuerdo con el comunicado.

"El creciente refuerzo militar de Rusia, su postura más firme, las nuevas capacidades militares y las actividades provocativas, incluso cerca de las fronteras de la OTAN (...) amenazan cada vez más la seguridad de la región euroatlántica y contribuyen a la inestabilidad a lo largo de las fronteras de la OTAN y más allá".

Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que en la cumbre se abordó el tema la primera reunión entre Joe Biden y Vladímir Putin.

"Nuestras relaciones con Rusia están en su nivel más bajo desde el fin de la Guerra Fría", dijo Stoltenberg antes del inicio del encuentro de la OTAN.

El secretario general indicó además que los países miembros del bloque bélico mantendrán consultas con Biden de cara a su reunión con el presidente ruso programada para el 16 de junio en Suiza.
Stoltenberg remarcó que los líderes de la OTAN confirmarán en su cumbre la relación dual con Moscú con una defensa sólida, por un lado, y el diálogo, por el otro.

"Vamos a tratar de dialogar con Rusia. El diálogo no es una señal de debilidad, sino de fuerza", enfatizó.

La OTAN ha incrementado en los últimos años su actividad militar cerca de las fronteras de Rusia, lo que ha inquietado a las autoridades de este país.

Ataques en el espacio

Otro de los puntos que se trató en la cumbre fueron los posibles ataques en el espacio. Los países de la OTAN acordaron responder conjuntamente a este tipo de confrontación en el marco del principio de defensa colectiva.

"Creemos que los ataques en el espacio o desde el espacio representan un desafío evidente a la seguridad de la Alianza", destaca el documento.

En particular, se precisa que esos ataques pueden amenazar la prosperidad, la seguridad y la estabilidad, causando el mismo daño a la sociedad moderna que las armas convencionales.

"Semejantes agresiones contra las instalaciones de los países de la OTAN pueden pueden provocar la activación del quinto artículo del Tratado del Atlántico Norte, según el cual un ataque contra un miembro de la OTAN en Europa o América del Norte se considerará un ataque contra ellos en su conjunto", precisa el comunicado.

Control de armas, punto de encuentro con Rusia

Los líderes de la OTAN abogaron por continuar las negociaciones entre EEUU y Rusia sobre control de armas, según se desprende del comunicado de la organización.

"Los aliados darán la bienvenida a unas nuevas conversaciones estratégicas entre Estados Unidos y Rusia sobre futuras medidas de control de armas, tomando en cuenta la seguridad de todos los aliados; los aliados apoyarán unas nuevas negociaciones sobre el control de armas, con el objetivo de mejorar la seguridad de la Alianza", dice el texto.

Añade que la OTAN "mantiene su compromiso de aprovechar las líneas de comunicación militares existentes entre ambas partes para promover la previsibilidad y la transparencia, y para reducir los riesgos, y pide a Rusia que también lo haga".

Los líderes de la OTAN confirmaron también la disposición de dialogar con Rusia en el marco del Consejo Rusia-OTAN.

"Las sesiones del Consejo Rusia-OTAN nos ayudan a definir claramente nuestra postura, y estamos dispuestos a la próxima reunión del Consejo", dice el documento.

Al mismo tiempo, se destaca que los líderes de la OTAN no consideran aceptable la propuesta de Rusia sobre una moratoria al despliegue de misiles intermedios y de corto alcance en Europa después de que termine el correspondiente tratado.

La cumbre de la OTAN se celebró el 14 de junio en Bruselas con la participación física de los líderes de los países aliados. En la reunión se discutió el nuevo concepto estratégico de la Alianza hasta el año 2030, Rusia, China, el fortalecimiento del desarrollo tecnológico, la lucha contra el cambio climático y las amenazas en el ciberespacio y el espacio.

Cooperación con Rusia

El presidente estadounidense también dijo que transmitirá a su par ruso que hay áreas en las que Washington y Moscú pueden cooperar "si él lo decide".

"Voy a dejar claro al presidente Putin que hay áreas en las que podemos cooperar si él lo decide", dijo Biden.

Además, añadió que su homólogo ruso es un adversario brillante y duro, además de digno.
"Es brillante, es duro y he descubierto que es (...) un adversario digno", comentó tras ser preguntado sobre su próxima reunión con Putin.

La adhesión de Ucrania y Georgia

El primer ministro británico, Boris Johnson, reafirmó el respaldo de su país a Ucrania en una conversación que mantuvo con el presidente Volodímir Zelenski, antes de la cumbre.

"El primer ministro subrayó que los aliados de la OTAN tienen la responsabilidad de apoyar la defensa de Ucrania", dijo el portavoz del mandatario británico en una nota a la que tuvo acceso Sputnik.

Londres gestiona diversos proyectos de ayuda financiera y técnica con el Gobierno de Kiev, incluida la operación Orbital de entrenamiento de las Fuerzas Armadas ucranianas, que Johnson sacó a relucir en su comunicación con Zelenski.

"Abordaron la actividad desestabilizadora en la frontera ucraniana y el primer ministro reafirmó el compromiso del Reino Unido con la integridad territorial de Ucrania", añadió el portavoz.

El jefe del Gobierno del Reino Unido garantizó a Zelenski que la situación del país se discutiría en la reunión de la Organización Atlántica, según la misma fuente.

"Los países del G7 se mantuvieron firmes en su apoyo a Ucrania", agregó en referencia a la cumbre de líderes del Grupo de Siete economías destacadas que concluyó el domingo 13 en Inglaterra.

Además, los líderes de la OTAN apoyaron el derecho de Ucrania y Georgia a unirse al bloque militar, destacaron la necesidad de continuar las reformas, pero no dieron ninguna fecha de su posible ingreso en la organización, indica una declaración difundida al finalizar el evento.

"Reafirmamos la decisión adoptada en la cumbre de Bucarest de 2008 de que Ucrania y Georgia se convertirán en miembros de la OTAN (...). Reafirmamos todos los elementos de esa decisión, así como las decisiones posteriores, en particular, que cada socio será juzgado por sus logros. Somos firmes en nuestro apoyo al derecho de Ucrania y de Georgia a determinar su futuro y su curso en la política externa, sin ninguna injerencia externa", indica en el documento.

Los líderes de la OTAN señalaron que el mecanismo para el acercamiento de Ucrania y Georgia con la OTAN sigue siendo sus programas de reformas nacionales y la implementación de las normas y principios de la OTAN.

Al mismo tiempo, el comunicado no menciona los plazos de la entrega a Kiev y Tiflis de una "hoja de ruta", la cual les permitirá unirse a la Alianza.

La cooperación institucional entre Georgia y la OTAN comenzó en 1994, fecha de la adhesión de ese país al programa Asociación por la Paz de la OTAN, y después de la llamada revolución de las rosas de 2004, esos vínculos se tornaron más intensos.

En abril de 2008, la cumbre de la OTAN de Bucarest declaró que, de cumplir sus normas, Georgia podría llegar a integrarse en la Alianza.

En otra cumbre del bloque, celebrada en septiembre de 2014 en Gales, se aprobó un paquete de medidas que apoyan a Georgia en sus aspiraciones a ingresar en la OTAN.

Ucrania renunció ese mismo año a su estatus de Estado no alienado. Dos años más tarde, en junio de 2016, el país proclamó el ingreso en la OTAN como un objetivo básico de su política exterior. En 2019 el Parlamento ucraniano aprobó unas enmiendas constitucionales, en las cuales se proclama como propósito de Kiev el ingreso en la Unión Europea y la Alianza Atlántica.

En junio de 2020, la OTAN le otorgó a Ucrania el estatus de "socio de oportunidades mejoradas". Ese mismo estatus fue el que se le concedió previamente a Australia, Finlandia, Georgia, Jordania y Suecia.
En 1990, el Gobierno de Estados Unidos prometió al entonces primer presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, que el bloque militar no se ampliaría hacia el este.

Sin embargo, en 1999 la OTAN incorporó a Polonia, Hungría y República Checa en su primera ola expansionista.

En la segunda ola en 2004 el bloque bélico admitió a Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania y Rumanía.

En 2009 la organización militar adhirió a Albania y Croacia, y a principios de junio de 2017 la OTAN incorporó a Montenegro, pese a las protestas multitudinarias de la población del país.

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