La demanda de combustible comenzará a recuperarse en el verano en EEUU y Deer Park podría comenzar revertir sus pérdidas del último año.
La compra de la refinería de Deer Park es buen negocio y ésta es mejor que la que construye el gobierno mexicanos en Dos Bocas, Tabasco, según analistas del sector energético.
Históricamente, el complejo en sociedad entre la petrolera mexicana y Shell le aportó ganancias a México, más allá de las pérdidas por más de 4,500 millones de pesos en 2020, tras la pandemia de Covid-19.
“Durante más de 10 años, Deer Park le trajo dividendos a Pemex, pero eso no lo ven, no lo concientizan. Nada más vemos cuando las refinerías perdieron dinero el año pasado. Incluso hubo algunas que cerraron y otras se vendieron”, declaró Margarita Pérez Miranda, socia consultora de la firma BF Actuarios.
Por 600 millones de dólares (12,000 millones de pesos aproximadamente), Pemex compró el complejo energético, el cual posee una capacidad para refinar 340,000 barriles diarios de petróleo crudo.
Para Carlos Islas Flores, experto en comercio energético y analista de la firma ACCIAM, las refinerías del Golfo de México tienen mejores márgenes de refinación comparadas con las de México porque tienen la capacidad de usar crudos más baratos y producir combustibles de mayor calidad que las mexicanas.
“Tan es negocio que Estados Unidos y China tienen las mayores capacidades de refinación del mundo, es un negocio que les permite generar ingresos”, dijo el ingeniero químico y exempleado de PMI Comercio Internacional, filial de Pemex.
Inclus,o recordó que no sólo Deer Park reportó pérdidas significativas durante el año pasado, sino todas las grandes compañías, como Exxon y Shell, pero esto fue por las condiciones de mercado donde no hubo demanda por los confinamientos derivados por la pandemia.
Las instalaciones de Deer Park en Houston, Texas, son privilegiadas por su cercanía con el Golfo y con México, además de que las proyecciones indican que la demanda superará los niveles previos a la emergencia sanitaria durante el verano, la época de mayor demanda en Estados Unidos, señaló la también ex directora comercial de Productos de PMI Internacional, filial de la empresa productiva del Estado.
Aunque ambos consideran que Deer Park “sí es un gran negocio”, la compra de Pemex recibió múltiples críticas de exfuncionarios, activistas y líderes de la oposición política ante su apuesta por producir más combustibles fósiles, mientras el mundo y otras petroleras de su tamaño intentan frenar el calentamiento global con el uso de energías limpias, mismas que la actual administración ha criticado por estar en manos de la iniciativa privada.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador fijó una política energética de soberanía para reducir la importación de combustibles y, para justificarla, ha asegurado que la demanda de estos se mantendrá por 20 años, aunque firmas como la calificadora de riesgo crediticio Moody’s estima que a nivel mundial caerá 20% hacia 2035.
Además de rehabilitar las seis refinerías en México, la actual administración construye una refinería en Tabasco de las mismas características de Deer Park con una inversión inicial de 8,000 millones de dólares, que hoy es de casi 9,000 mdd.
Pérez dijo que la refinería enfrenta retrasos y sobrecostos que elevarán el monto final de la obra hasta 13,000 mdd.
“Empezar una refinería de cero no es una decisión adecuada por el costo y tenerla lista en 10 años. ¿Cuánto tiempo va a vivir ese negocio?”, agregó.
Camilo Argüelles, abogado y director de la firma Argüelles Name Asociados, así como ex gerente jurídico laboral de Pemex, dijo que se tendrían que definir los parámetros para determinar si Deer Park era un buen negocio, y saber cuándo devolvería los 600 mdd invertidos.
“Es mejor negocio (Deer Park) que lo que se ha invertido en la refinería que se está construyendo en Tabasco”, sentenció.
“Durante más de 10 años, Deer Park le trajo dividendos a Pemex, pero eso no lo ven, no lo concientizan. Nada más vemos cuando las refinerías perdieron dinero el año pasado. Incluso hubo algunas que cerraron y otras se vendieron”, declaró Margarita Pérez Miranda, socia consultora de la firma BF Actuarios.
Por 600 millones de dólares (12,000 millones de pesos aproximadamente), Pemex compró el complejo energético, el cual posee una capacidad para refinar 340,000 barriles diarios de petróleo crudo.
Para Carlos Islas Flores, experto en comercio energético y analista de la firma ACCIAM, las refinerías del Golfo de México tienen mejores márgenes de refinación comparadas con las de México porque tienen la capacidad de usar crudos más baratos y producir combustibles de mayor calidad que las mexicanas.
“Tan es negocio que Estados Unidos y China tienen las mayores capacidades de refinación del mundo, es un negocio que les permite generar ingresos”, dijo el ingeniero químico y exempleado de PMI Comercio Internacional, filial de Pemex.
Inclus,o recordó que no sólo Deer Park reportó pérdidas significativas durante el año pasado, sino todas las grandes compañías, como Exxon y Shell, pero esto fue por las condiciones de mercado donde no hubo demanda por los confinamientos derivados por la pandemia.
Las instalaciones de Deer Park en Houston, Texas, son privilegiadas por su cercanía con el Golfo y con México, además de que las proyecciones indican que la demanda superará los niveles previos a la emergencia sanitaria durante el verano, la época de mayor demanda en Estados Unidos, señaló la también ex directora comercial de Productos de PMI Internacional, filial de la empresa productiva del Estado.
Aunque ambos consideran que Deer Park “sí es un gran negocio”, la compra de Pemex recibió múltiples críticas de exfuncionarios, activistas y líderes de la oposición política ante su apuesta por producir más combustibles fósiles, mientras el mundo y otras petroleras de su tamaño intentan frenar el calentamiento global con el uso de energías limpias, mismas que la actual administración ha criticado por estar en manos de la iniciativa privada.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador fijó una política energética de soberanía para reducir la importación de combustibles y, para justificarla, ha asegurado que la demanda de estos se mantendrá por 20 años, aunque firmas como la calificadora de riesgo crediticio Moody’s estima que a nivel mundial caerá 20% hacia 2035.
Además de rehabilitar las seis refinerías en México, la actual administración construye una refinería en Tabasco de las mismas características de Deer Park con una inversión inicial de 8,000 millones de dólares, que hoy es de casi 9,000 mdd.
Pérez dijo que la refinería enfrenta retrasos y sobrecostos que elevarán el monto final de la obra hasta 13,000 mdd.
“Empezar una refinería de cero no es una decisión adecuada por el costo y tenerla lista en 10 años. ¿Cuánto tiempo va a vivir ese negocio?”, agregó.
Camilo Argüelles, abogado y director de la firma Argüelles Name Asociados, así como ex gerente jurídico laboral de Pemex, dijo que se tendrían que definir los parámetros para determinar si Deer Park era un buen negocio, y saber cuándo devolvería los 600 mdd invertidos.
“Es mejor negocio (Deer Park) que lo que se ha invertido en la refinería que se está construyendo en Tabasco”, sentenció.
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