Se trata de Alejandro Herrera Evia, oriundo del municipio de Garzón, Huila (sur), quien meses atrás se unió a las tropas ucranianas con el presunto objetivo de tener una mejor condición económica para su esposa e hija.
La confirmación de la muerte de Herrera Evia, de acuerdo con declaraciones de su madre recogidas por diversos medios, ocurrió el 30 de agosto. Sin embargo, el deceso podría haber sucedido días antes.
En tanto, los familiares del excombatiente han solicitado a las autoridades del país sudamericano que intervengan en el proceso de repatriación, debido a que los costos son muy elevados.
Incluso, la madre del colombiano aseguró que su deseo es sepultar a su hijo, "no quiero que me lo entreguen en cenizas". Esto porque, comentó, al momento de la notificación de la muerte de Herrera, le informaron que el cuerpo permanecía en una morgue ucraniana.
Al llamado de la familia del soldado se han sumado voces como la del expresidente del Congreso de la República Ernesto Macías Tovar, quien declaró que el Gobierno de Gustavo Petro tiene la obligación de repatriar los restos del soldado.
De acuerdo con el medio colombiano Semana, el exmilitar colombiano comenzó su historia en las Fuerzas Armadas cuando fue llamado a prestar servicio, tras lo que decidió vincularse oficialmente como soldado profesional. De esa manera, formó parte del Ejército y otras instituciones públicas de su país.
El canal de noticias aseguró que a comienzos del 2023 el soldado se había referido a la difícil condición de vida que enfrentan los soldados que se encuentran en el campo de batalla en el marco del conflicto en Ucrania, denunciando además que eran atacados por condiciones que afectaban su estabilidad emocional y psicológica.
Desde el comienzo de la operación militar especial rusa en Ucrania, Kiev recurre activamente al uso de mercenarios de otros países, incluidos los latinoamericanos, utilizando sus misiones diplomáticas en el extranjero en ausencia de cualquier prohibición categórica. El 29 de agosto, otro soldado de origen colombiano falleció en el campo de batalla.
Además, a finales de julio de este año se hicieron públicas diversas imágenes de mercenarios colombianos al servicio del régimen de Kiev, quienes han sido víctimas de racismo, xenofobia y otro tipo de vejaciones, como maltrato físico, por parte de militares ucranianos.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha denunciado en numerosas ocasiones que en el territorio ucraniano se registran contratistas de más de 80 países, aunque la ley de una gran cantidad de Estados prohíbe la actividad mercenaria.
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