Tras el inicio de la operación militar especial rusa, la situación en el mundo "no cambió a favor de Washington y sus aliados", opina Emad Abshenas.
"En las nuevas condiciones, las relaciones abiertamente hostiles con Irán no benefician a Washington, que está dispuesto a revisar su política y reducir la tensión en estas relaciones. Hay muchas razones para ello", declara el experto.
En sus palabras, la situación de los mercados energéticos mundiales cambió hacia la inestabilidad.
"En primer lugar, en el último año, la situación de los mercados energéticos mundiales ha cambiado hacia la inestabilidad y Estados Unidos, a pesar de sus sanciones unilaterales, se ve obligado a pensar en el regreso del petróleo y el gas iraníes al mercado", agrega el experto.
Según los últimos datos, continúa, Teherán se ha convertido en el tercer productor de petróleo de la OPEP. En segundo lugar, destaca Abshenas, la retirada del acuerdo nuclear por parte del exmandatario estadounidense Donald Trump no ha hecho más que "reforzar la posición de Teherán en esta cuestión, lo que ha resultado ser un grave error estratégico para la Casa Blanca".
"Mientras que anteriormente el tiempo necesario para que Irán produjera armas nucleares se estimaba en aproximadamente un año, ahora Irán podría producir dichas armas en un período de 72 horas a 12 días si decidiera hacerlo", señala el investigador.
El experto cita al portavoz de la Organización de Energía Atómica del Irán (AEOI), Behrouz Kamalvandi, quien afirma que Irán "no pretende fabricar armas nucleares, aunque dispone de toda la tecnología necesaria".
"En tercer lugar, se trata de una crisis política interna en EEUU. [El presidente estadounidense, Joe] Biden es el político más impopular de la historia de este país y no hay ningún político lo suficientemente fuerte y carismático para sustituirlo. Una situación similar se observa en otros países occidentales, y se ven obligados a hacer concesiones en condiciones de crisis interna", subraya Emad Abshenas.
En este contexto, el experto enfatiza que muchos países que hasta hace poco seguían la política estadounidense, se están retirando de su influencia y siguen políticas independientes.
"Este proceso es irreversible y afecta a distintos continentes, desde los países productores de petróleo del Golfo Pérsico hasta los países de África, que son los principales productores de uranio", puntualiza el analista.
En estas circunstancias, Irán se está volviendo cada vez más hacia Oriente, cada vez menos bajo la presión de las sanciones occidentales, y a Estados Unidos "no le quedaba más remedio" que reducir la confrontación y apostar por un acuerdo, concluyó Abshenas.
La liberación de los estadounidenses se produjo inmediatamente después del depósito de 6.000 millones de dólares en seis cuentas iraníes en bancos de Catar, país que ejerce de mediador entre Irán y EEUU. Los fondos se encontraban congelados en Corea del Sur, tras la compra de gas de ese país a Irán, y Washington aprobó la autorización para su liberación. Desde EEUU confirmaron que descongelaría el dinero con la condición de restringir el uso de estos fondos a necesidades humanitarias, controlando Washington su destino.
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