La situación tiene de fondo el que en su nueva biografía, el empresario estadounidense reveló que Kiev pedía el apoyo de Starlink para atacar buques rusos con base en el puerto de Sebastopol, en Crimea, en septiembre de 2022. Musk se negó para no hacer de su compañía un cómplice de un gran acto de guerra y para evitar "una escalada del conflicto".
Luego de que esta información se hubiera publicado, la senadora de EEUU Elizabeth Warren exigió llevar a cabo una investigación sobre SpaceX.
"El Congreso tiene que investigar lo que ocurrió aquí y si tenemos herramientas adecuadas para asegurarnos de que la política exterior la dirige el Gobierno y no un multimillonario", afirmó la demócrata.
Se espera que Musk, como director ejecutivo de SpaceX, esté presente entre los jefes de la industria tecnológica que asistirán a una cumbre a puerta cerrada con senadores en el Capitolio el 13 de septiembre, destacó The Sydney Morning Herald.
El medio agregó que el magnate no tenía un contrato militar cuando rechazó la petición de ayudar en el ataque a Crimea. Sin embargo, en los meses transcurridos desde entonces, el Ejército estadounidense ha financiado y contratado oficialmente a Starlink para que siga prestando apoyo. Con ello, el Pentágono no reveló los costos o condiciones del contrato.
A finales de junio, Musk estuvo de acuerdo con el empresario sudafricano David Sacks, que aseguraba que Washington se enfrentará a una derrota en Donbás similar a la que sufrió en Afganistán. También reconoció en enero que existen muchos riesgos para Ucrania si el conflicto con Rusia cobra mayores dimensiones bélicas y geopolíticas. Ese texto fue a su vez replicado en Twitter por David Sacks, quien también considera que un involucramiento de Washington de estas dimensiones "parece increíblemente arriesgado".
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