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martes, 29 de diciembre de 2015

Inteligencia de EEUU se muestra preocupada por el poder de la Armada de Rusia


El presidente ruso, Vladimir Putin, asiste a una ceremonia para conmemorar el Día de la Marina en Baltiysk en la región de Kaliningrado. 26 de julio de 2015.

El más reciente informe del servicio de Inteligencia de la Armada de EE.UU. advierte del serio desafío que supone el desarrollo de una "recién despertada" Armada rusa.

"Rusia ya ha comenzado a tomar medidas serias para ampliar las capacidades de su Marina de guerra, y continuará haciéndolo la próxima década", destaca el documento preparado por la Oficina de Inteligencia Naval (ONI, por sus siglas en inglés).

El informe de 68 páginas titulado "La Armada de Rusia: Una Transición Histórica" y escrito por el principal experto sobre Rusia de la ONI, George Feodoroff, es el primer documento de este tipo publicado en los últimos 24 años por militares estadounidenses.

Feodoroff indica que los programas de construcción que permanecían suspendidos se han activado y están en su etapa final mientras los nuevos proyectos permitirán que la Armada rusa cuente con submarinos y buques del siglo XXI, ha publicado el lunes la agencia rusa RT.

Sin embargo, un aspecto destacado en el informe es que, desde principios de los años 2000, cuando la Armada rusa pasaba por una difícil temporada, Moscú ha pasado tener una Fuerza Naval que hoy cuenta con 186 naves de submarinos y buques, todos preparados para el combate y desplegados en el Atlántico y el Pacífico, además del Mar Negro, el Mar Báltico, el Mar Caspio, el Mediterráneo, e incluso el Ártico.

Crucero de misiles ruso Moskva.

Según concluye el autor del documento, Estados Unidos ha subestimado las capacidades militares rusas desde el final de la Guerra Fría y ahora, por primera vez en 24 años, el Pentágono está empezando a darse cuenta de ello.

No solo la Marina rusa llega a posicionarse como la tercera mayor fuerza naval del mundo por detrás de Estados Unidos y China, sino que también su flota ha llegado a superar a la de EE.UU. en algunos aspectos clave.

En este sentido el informe hace referencia a los misiles de crucero Kalibr comouna señal de la creciente fuerza naval de Rusia. Estos misiles fueron lanzados en octubre desde buques de guerra rusos en el Mar Caspio contra objetivos relevantes del grupo terrorista del EIIL (Daesh, en árabe) en Siria, a una distancia de miles de kilómetros y, otra vez, a principios de este mes desde un submarino en el Mediterráneo.

Con su dominio naval en riesgo, Washington planea gastar entre 80 y 92 mil millones para actualizar su propia flota de submarinos. A principios de diciembre, la Armada de EE.UU. sufrió un embarazoso momento en el que su nuevo barco, el USS Milwaukee, se descompuso después de estar activo menos de un mes.

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