El presidente ruso, Vladimir Putin (dcha.), junto a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan. |
Una próxima confrontación entre Rusia y Turquía es inevitable, indicó el lunes la agencia de inteligencia geoestratégica estadounidense Stratfor.
Lo último que quiere Rusia es una confrontación directa con Turquía, controlador del acceso al mar Negro y al mar Mediterráneo, pero la confrontación [con Ankara] es algo que no puede evitar”, se lee en el pronóstico de la agencia de inteligencia geoestratégica estadounidense Stratfor para el año 2016.
Combatientes de las Fuerzas Democráticas de Siria (SDF, por sus siglas en inglés), compuestas por fuerzas kurdas y árabes. |
Según los análisis y pronósticos de esta agencia de inteligencia geoestratégica también es altamente probable que Turquía se involucre directamente en suelo sirio para impedir el avance de las fuerzas kurdas, ya que califica a los kurdos que luchan contra los terroristas de un peligro mayor que el grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe).
Al mismo tiempo advierte que Ankara podría tratar de hacer algo similar en el norte de Irak para limitar el poderío de los kurdos ahí y aumentar su esfera de influencia en Oriente Medio.
Las declaraciones del lunes del primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, en las que advirtió que Turquía no tolerará el avance de fuerzas que considera hostiles, también sirven como indicio de que Ankara usará la fuerza, si las fuerzas kurdas consiguen hacerse con más terreno en Irak y Siria.
En el caso de una mayor presencia turca en Siria, sería altamente posible que estallara una confrontación directa, pero limitada, entre Moscú y Ankara en territorio sirio, de acuerdo con Stratfor.
Tanques y vehículos militares turcos posicionados cerca de la frontera turco-siria. |
A su vez el pronóstico cree altamente posible que Washington, en el marco de los ataques aéreos de la llamada coalición anti-Daesh, provea apoyo aéreo a Turquía durante un posible despliegue de fuerzas terrestres turcas en el territorio sirio, algo que algunos medios ya han advertido.
Las tensiones entre Rusia y Turquía, tras el derribo el 24 noviembre de la aeronave militar rusa Sujoi Su-24 por cazas turcos, llegaron a elevarse a niveles nunca antes vistos, llevando a las dos partes a lanzarse declaraciones incendiarias y hasta, en ocasiones, amenazantes.
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