AUNQUE HAY QUE ENTENDER A VLADIMIR PUTIN; DE NO CONSTRUIR ESE GASODUCTO, LOS INGRESOS ECONÓMICOS DE RUSIA SE VERÍAN MUY AFECTADOS, ADEMAS HABRÍA DESCONTENTO EN ALGUNOS SECTORES DE LA POBLACIÓN RUSA.
POR OTRO LADO, DE NO CONSTRUIRSE EL GASODUCTO, ESO LO PODRÍAN APROVECHAR MUY BIEN SUS RIVALES ECONOM ICOS DE LA ZONA, COMO SON CATAR Y ARABIA SAUDITA, DOS GRANDES PRODUCTORES DE GAS Y PETROLEO QUE DESEAN A SU VEZ CONSTRUIR UN GASODUCTO QUE PASE POR SIRIA, IRAQ Y TARQUIA PARA EXPORTAR SUS PRODUCTOS A EUROPA.
Rusia anunció hoy que seguirá suministrando gas a Turquía pese a las sanciones económicas adoptadas contra Ankara por el derribo por los turcos del bombardero ruso en Siria y tampoco renuncia al tendido del estratégico gasoducto Turkish Stream.
"Rusia tiene gas, que es suficientemente barato, y dispone de la infraestructura necesaria, por lo que estamos dispuestos a suministrar gas y a aumentar los volúmenes", declaró el ministro de Energía ruso, Alexandr Novak, a la televisión pública de su país.
Pese a la actual tensión en las relaciones entre ambos países, Novak subrayó que "la cooperación económica y comercial debe continuar".
Turquía, el quinto socio comercial de Rusia hasta la entrada en vigor de las sanciones, recibe de Moscú más del 50 por ciento de sus necesidades de gas -unos 30.000 millones de metros cúbicos-, además de un tercio de sus importaciones de petróleo.
Antes del estallido de la crisis, Ankara se dirigió al consorcio ruso Gazprom para que aumentara el bombeo en varios miles de millones de metros cúbicos.
A su vez, Novak se mostró confiado en que finalmente se realice el proyecto Turkish Stream, que debe suministrar gas ruso al sur de Europa a través del mar Negro y territorio turco, evitando así el tránsito a través de Ucrania.
"Si nuestros colegas están interesados en la realización del proyecto, continuaremos las conversaciones", dijo el ministro, en alusión a que en estos momentos el Turkish Stream está congelado al suspenderse las labores de la comisión intergubernamental.
Aunque matizó que la llave del proyecto está en manos de la Unión Europea y de su decisión de construir nuevos gasoductos en Europa Central y Suroriental, condición imprescindible para recibir el gas ruso en la frontera greco-turca.
Este gasoducto, que tenía que entrar en funcionamiento en 2019, debe reemplazar al South Stream, al que el consorcio ruso Gazprom renunció ante la oposición de la Unión Europea al proyecto.
Rusia, que tenía previsto redirigir hasta la frontera greco-turca el gas que transita ahora por Ucrania, esperaba recibir pronto la autorización para iniciar los trabajos de proyección del estratégico gasoducto con el fin de tender el primer hilo en diciembre de 2016.
Con todo, las negociaciones ya se habían complicado después de que Ankara exigiera a Moscú un descuento en el precio del gas antes de firmar el acuerdo.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó hoy un decreto por el que extiende las sanciones económicas impuestas a Turquía a empresas controladas por ciudadanos turcos independientemente de su localización.
Como represalia por el derribo del avión, Putin ya había ordenado adoptar sanciones contra Turquía como la suspensión de vuelos chárter, la imposición de visados, la congelación de acuerdos comerciales y el embargo a verduras y frutas.
"Nuestro propósito no es renunciar totalmente a la cooperación con Turquía. Consideramos que se debe dar una respuesta adecuada a la acciones hostiles", dijo hoy el viceprimer ministro ruso, Arkadi Dvorkóvich.
Según Dvorkóvich, Moscú mantendrá esta política hasta que Ankara no se disculpe por el derribo del bombardero ruso Su-24 en la frontera turco-siria.
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