"Los ingresos de la venta de petróleo son unas de las principales fuentes de alimentación de la actividad de los terroristas en Siria. Ganan alrededor de 2000 millones de dólares anuales, que gastan para contratar combatientes en todo el mundo y facilitarles armamento y material militar", ha declarado este miércoles el viceministro de Defensa ruso Anatoli Antonov.
El consumidor especial de este petróleo, robado a sus propietarios legales en Siria e Irak, es Turquía", denuncia el viceministro de Defensa ruso, Anatoli Antonov.
El responsable ruso ha destacado que posee información que demuestra que el "consumidor especial de este petróleo, robado a sus propietarios legales en Siria e Irak", es Turquía, y que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su familia están involucrados en el "negocio criminal" de suministro ilegal de petróleo procedente de los yacimientos sirios controlados por Daesh.
Además de indicar que este provechoso negocio es la razón por la que Daesh se esfuerza por proteger las infraestructuras de extracción de petróleo tanto en Siria como en Irak, ha añadido que Rusia conoce las tres rutas de suministro de petróleo a Turquía.
"Hoy estamos presentando sólo una parte de los hechos en nuestro poder: que hay un equipo unificado de bandidos y que la élite turca trabaja en la región para robar el petróleo de sus vecinos", ha afirmado Antonov, que ha insistido en que el petróleo entra en el territorio turco en grandes cantidades, a escala industrial.
Después de que diversas fuentes —entre ellas, sirias, iraquíes y rusas—, anunciaran que Turquía compra petróleo a Daesh, con lo que ha obtenido en los últimos ocho meses hasta 800 millones de dólares, Erdogan aseguró el lunes que dimitirá si se demuestra tal cosa.
Un yacimiento de petróleo en el norte de Siria. |
Sin embargo, Antonov ha destacado que desde el inicio de los bombardeos rusos contra los terroristas en Siria el pasado 30 de septiembre, las ganancias obtenidas por EIIL de la venta ilegal de petróleo se han reducido de manera significativa.
Las relaciones entre Moscú y Ankara entraron en crisis después de que los cazas F-16 de Turquía derribaran la semana pasada un avión ruso Sujoi Su-24 en la frontera sirio-turca. Tras el suceso, el presidente ruso, Vladimir Putin, acusó a Ankara de derribar el avión para "garantizar la seguridad de las rutas de suministro de petróleo hacia Turquía".
Hay numerosos indicios de la asistencia del Gobierno turco a Daesh en múltiples ámbitos, incluidos el tráfico del petróleo, la movilización de recursos y de combatientes takfiríes desde Turquía a Siria y viceversa, en incluso el suministro de electricidad a los terroristas.
Las relaciones entre Moscú y Ankara entraron en crisis después de que los cazas F-16 de Turquía derribaran la semana pasada un avión ruso Sujoi Su-24 en la frontera sirio-turca. Tras el suceso, el presidente ruso, Vladimir Putin, acusó a Ankara de derribar el avión para "garantizar la seguridad de las rutas de suministro de petróleo hacia Turquía".
Hay numerosos indicios de la asistencia del Gobierno turco a Daesh en múltiples ámbitos, incluidos el tráfico del petróleo, la movilización de recursos y de combatientes takfiríes desde Turquía a Siria y viceversa, en incluso el suministro de electricidad a los terroristas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario