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sábado, 30 de diciembre de 2017

Las fuerzas estratégicas alcanzan un nuevo nivel: así aprieta Rusia su 'puño nuclear'



Las fuerzas nucleares de Rusia están en un nivel que asegura la disuasión efectiva, declaró el presiente ruso, Vladímir Putin, durante su discurso ante las autoridades militares del país, que tuvo lugar el 22 de diciembre.

Los columnistas Serguéi Valchenko y Dmitri Strugovets reflexionaron en un artículo para el medio ruso Izvestia sobre los avances en el desarrollo de las fuerzas nucleares de Rusia.

A lo largo de los últimos cinco años, el Ejército ruso se hizo con 80 misiles balísticos intercontinentales (ICBM) y 102 proyectiles balísticos para submarinos (SLBM). Según el informe, presentado por el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, solo en 2017 tres regimientos de las Tropas de Misiles de Designación Estratégica concluyeron su rearme. Lo completaron tras recibir los ICBM Yars.

La proporción de armamento moderno en la tríada nuclear de Rusia alcanzó en 2017 el 79%. Está previsto que, para el año 2021, las fuerzas nucleares con base en tierra estén equipadas con nuevas armas al 90%.

La modernización del arsenal se produce gracias a la entrada en servicio de nuevos sistemas de proyectiles, que son capaces de atravesar la defensa antimisiles del enemigo. Sobresalen en particular los misiles de combustible líquido RS-28 Sarmat —Satan 2, según la designación de la OTAN—.

Otro as en la manga de las fuerzas estratégicas rusas es el proyectil RS-26 Rubezh de combustible sólido, el heredero de los ICBM Topol y Yars.

Los ICBM Sarmat y Rubezh se sumarán a la agrupación nuclear existente, compuesta de los sistemas Yars, Topol, Topol-M, RS-18 y RS-20V. Se prevé que otros 11 sistemas Yars estén en servicio de las Tropas de Misiles de Designación Estratégica en 2018.

El año que viene la Marina de guerra de Rusia se hará con el submarino de misiles nucleares del proyecto 995A Príncipe Vladimir, equipado con proyectiles Bulava. Además, para finales del 2018, la tasa de armamento moderno en las fuerzas estratégicas alcanzará el 82%.

Las FFAA de Rusia ampliaron las rutas de la aviación de largo alcance con el objetivo de mantener el equilibrio estratégico. Las aeronaves ya vuelan hoy en día sobre las aguas de tres océanos: Ártico, Pacífico y Atlántico.

Moscú también ha estado este año desarrollando el apartado informático de la disuasión estratégica. Por primera vez en la reciente historia de Rusia, en 2017 se ha creado el campo continuo de radares de alerta temprana sobre un ataque con misiles.

Los militares alcanzaron este objetivo gracias a la entrada en el servicio de seis nuevos radares Voronezh y la modernización de tres radares ya existentes: Darial, Dnepr y Volga. El sistema permite monitorizar los lanzamientos de ICBM del enemigo a una distancia de entre 5.000 y 6.000 kilómetros.

El componente terrestre del seguimiento de los lanzamientos de misiles estará complementado con el espacial. Este diciembre empezó a funcionar el sistema espacial unido, capaz de localizar el lanzamiento de un ICBM.

La élite política y militar rusa ha reiterado en numerosas ocasiones que la paridad estratégica permite evitar una carrera armamentística agotadora. La seguridad nuclear está en un nivel óptimo, de manera que a Moscú no le hace falta tener cantidades excesivas de proyectiles atómicos, concluye al análisis de Izvestia.

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