Así lo ha anunciado el diario israelí Haaretz en un artículo publicado este lunes, donde alerta que el régimen de Tel Aviv está a punto de entrar en la próxima guerra, mientras que no está preparado para enfrentarse a los misiles de Hezbolá.
Según el texto, cualquier acto provocativo por parte de los colonos israelíes, particularmente contra Al-Quds (Jerusalén) y la Mezquita Al-Aqsa, podría ser respondido por el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), lo que significa el reinicio del lanzamiento de misiles desde la asediada Franja de Gaza contra los territorios ocupados palestinos.
Esto, prosigue, de nuevo resultaría en la matanza de los palestinos por Israel, sin embargo, con la entrada de Hezbolá en la batalla, esta vez principalmente la ciudad de Tel Aviv será blanco de lluvia de misiles, agrega.
El problema más importante, añade Haaretz, que ya no sorprende, es que el ejército israelí no es capaz de interceptar misiles lanzados desde Gaza y El Líbano. “No estamos hablando de controlar y detener misiles porque los israelíes están acostumbrados a escuchar mentiras y falsas promesas, estamos hablando de la interceptación y el derribo de estos misiles”, alerta.
A continuación, se refiere a las recientes tensiones en los territorios palestinos ocupados por Israel, que aceptó el 21 de mayo “sin condiciones” un cese bilateral de las hostilidades con la Resistencia palestina, una tregua que es considerado como un fracaso para el régimen de Tel Aviv.
De hecho, conforme señala Haaretz, los recientes conflictos demuestran que el ejército israelí no es capaz de proteger los territorios que ocupa este régimen ante los misiles ni con su llamada Cúpula de Hierro ni mediante los ataques aéreos.
Si Hezbolá entra en la guerra, la gravedad de esta no será comparable a la del conflicto anterior, ha aseverado para luego añadir que los israelíes serán atacados nuevamente por misiles, y este ataque tendrá lugar “en un futuro próximo”.
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