En abril pasado, el jefe del Servicio de Inteligencia Secreto británico (MI6), Richard Moore, describió a Rusia como “una potencia en declive” y criticó el comportamiento “imprudente” del Kremlin.
“Si realmente estamos en declive [...] que no moleste. Que simplemente viva su vida y no intente estropear más las relaciones ruso-británicas. [...] Si no intenta interferir con ese proceso, todo va bien”, ha dicho el mandatario ruso.
En declaraciones a la prensa recogidas este sábado por la cadena británica Sky News, Putin también ha cuestionado la relativa inexperiencia de Moore en el cargo. “Creo que va a curtirse y a cambiar de opinión sobre ese declive que menciona”, ha afirmado.
Moore expresó su profundo enfado por el ataque con el agente nervioso Novichok — una sustancia neurotóxica creada en Rusia— en 2018 contra el exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia, en la localidad de Salisbury, en el suroeste del Reino Unido.
Skripal fue reclutado por el MI6 cuando servía en el Ejército ruso en los años 1990. En 2006, Skripal fue condenado a 13 años de prisión por espiar para un Estado extranjero. Cuatro años después fue canjeado junto con otros dos individuos condenados por espionaje por diez personas detenidas en Estados Unidos.
El suceso llevó las relaciones entre los dos países al punto más bajo en décadas. El hecho abrió una crisis diplomática profunda que provocó la expulsión recíproca de cientos de diplomáticos y la imposición de nuevos embargos a Rusia.
El Gobierno ruso rechazó todas las acusaciones insistiendo en que Londres no ha presentado hasta el momento ninguna prueba creíble de su implicación en el incidente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario