La Marina de Pakistán arrastra problemas con al menos cuatro fragatas multifuncionales fabricadas en China que incorporó en 2009, informa un análisis publicado por el portal italiano Geopolítica.
"Al menos cuatro fragatas chinas F-22P entregadas [a la Armada de Pakistán] en julio de 2009 están provocando pesadillas a los oficiales y personal de la Armada paquistaní encargados de mantenerlas a flote en las turbulentas aguas del mar Arábigo y el océano Índico", señala el analista Di Valerio Fabbri.
Se trata de las fragatas de diseño chino F-22P que fueron adquiridas a China Shipbuilding Trading y Karachi Shipyard and Engineering Works —en virtud de un acuerdo de transferencia de tecnología— por un importe de 750 millones de dólares en el marco de un contrato sellado en 2005.
Entregadas entre septiembre de 2009 y abril de 2013, estas naves denominadas ahora de 'clase Zulfiquar' han participado en misiones en el mar Arábigo y el océano Índico recopilando problemas de funcionamiento de sus múltiples sistemas.
Cada F-22P de 2.500 toneladas de desplazamiento alberga misiles mar-aire, mar-tierra y mar-mar; un cañón de 76,2 mm; dos cañones automáticos de 30 mm de siete tubos giratorios, así como tubos lanzatorpedos y municiones antisubmarinas. El grupo aéreo F-22P incluye el helicóptero antisubmarino Harbin Z-9EC ASW.
El primero de los defectos detectados en esos buques consiste en fallos en el dispositivo de a bordo de guiado de los misiles, debido a una indicación errónea en la pantalla. Debido a ello, los operadores de armas no pueden mantener el objetivo en la pantalla de guiado, por lo que los misiles lanzados se revelan ineficaces.
Por otra parte, sus radares SR 60 de búsqueda y seguimiento registran fallos durante las transmisiones de alta potencia, lo que degrada sustancialmente su utilidad operativa. Los sensores infrarrojos IR 17 de los barcos presentaron tal cantidad de defectos que tuvieron que ser desinstalados.
Otro problema común en las fragatas construidas en China afecta al buen funcionamiento de las plantas de propulsión, dotadas de cuatro motores diésel cada una. Especialmente crítico es el defecto de los sistemas de refrigeración, que conlleva una degradación en el cárter y el revestimiento del motor y, en consecuencia, la reducción de la velocidad.
Defectos sintomáticos de un problema mayor
Los fallos mencionados podrían ser el síntoma de un problema más general, según opinan expertos consultados por el portal indio-canadiense The EurAsian Times.
"China aún se está poniendo al día con otros importantes proveedores de armas, como Estados Unidos y Rusia, que son tecnológicamente superiores. Además, las armas chinas no han sido probadas en batalla, como las armas estadounidenses y las rusas, que se usan en conflictos en todo el mundo", explica Alexander Vuving, profesor en el Centro de Estudios de Seguridad Asia-Pacífico con sede en Hawái, un instituto del Departamento de Defensa de EE.UU.
"Por estas dos razones principales —la tecnología y las pruebas en el campo de batalla— las armas fabricadas en China siguen siendo significativamente inferiores a las de Occidente y Rusia", comentó Vuving a The EurAsian Times.
Preguntado sobre la razón que lleva a países como Pakistán y Bangladesh a comprar equipo militar chino a pesar de estos problemas, Vuving sostiene que "la calidad de un arma es solo una parte, y a menudo una pequeña parte, en la decisión de comprarla por parte de un país del Tercer Mundo".
A juicio del experto, la decisión de comprar un arma a un país viene muy influencia por el precio y las consideraciones políticas y de lucro personal. "China puede ofrecer armas a bajo costo, con grandes descuentos o sobornos para los funcionarios a cargo de la adquisición y los intermediarios", sostiene.
"Comprar armas de China también es una decisión política para mantener una buena relación con China, cubrir sus apuestas geopolíticas o ambas cosas", supone el experto.
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