Los científicos han confirmado la existencia de las ondas gravitacionales por primera vez en la historia.
Después de varios meses de discusiones, este jueves los científicos del LIGO dan finalmente a conocer su veredicto sobre la existencia de las ondas gravitacionales, que estiran y comprimen el espacio-tiempo.
Se cumple la predicción más increíble de Einstein: las ondas gravitacionales existen. El propio Einstein dudaba sobre su existencia e incluso pensó en desmentir la idea en 1936.
El propio Einstein dudaba sobre su existencia e incluso pensó en desmentir la idea
El hallazgo confirma también la existencia de agujeros negros en el espacio.
Según los científicos del LIGO, se ha detectado por primera vez en la historia ondas en el espacio-tiempo producidas por la colisión de dos agujeros negros, uno 36 veces, y el otro 29 veces más grandes que el Sol, a una distancia de más de mil millones de años luz de la Tierra.
Antes del 'choque' los agujeros daban vueltas uno alrededor del otro a razón de 250 veces por segundo a una velocidad dos veces inferior a la de la luz. Su colisión se tradujo en ondas gravitacionales que crearon una enorme 'tormenta' en la que el flujo de tiempo se desaceleraba y luego se aceleraba para ralentizarse de nuevo después.
Esto fue 'escuchado' por el LIGO, explicó a 'The New York Times' el doctor Kip Thorne, del Instituto de Tecnología de California (Caltech).
Así 'suenan' las ondas detectadas por el LIGO.
Las ondas fueron detectadas por primera vez el 14 de septiembre de 2015 y desde entonces los investigadores estudian el hallazgo. "Las noticias que les estamos contando son fantásticas", ha afirmado la portavoz del LIGO, Gabriela González.
El estudio científico al respecto será publicado por la revista 'Physical Review Letters'.
Es que las ondas gravitacionales se crearon a raíz del Big Bang, hace alrededor de 13.800 millones de años. Al parecer, todavía las sentimos, aunque son mínimas.
Los primeros rumores de que los científicos del Observatorio de Interferometría Láser de Ondas gravitacionales (LIGO por sus siglas en inglés) pudieron haber detectado ondas gravitacionales, por primera vez después de que estas fueran predichas por Albert Einstein, surgieron en septiembre de 2015. Esta misma semana el LIGO anunciaba que se pronunciaría este 11 de febrero a las 15:30 GMT.
Los físicos del Instituto de Tecnología de California (Caltech), del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), de la Colaboración Científica de LIGO (LSC) y otros se han reunido este jueves en la Fundación Nacional para la Ciencia para informar a los medios sobre el hallazgo.
100 años de búsqueda
En 1916 Albert Einstein hizo pública su Teoría General de la Relatividad, en la que predijo la ondulación que comprime y estira el espacio-tiempo, generada por eventos tan extremos como explosiones de estrellas o choques de agujeros negros.
Desde entonces los científicos se devanaron los sesos buscándolas. Su ansiedad se manifestó en varias ocasiones, la última en marzo de 2014, cuando varios especialistas habían anunciado su detección, pero se trató de falsas alarmas.
¿Qué genera estas ondas?
Las ondas gravitacionales se asemejan al efecto que se produce en una cama elástica cuando algo cae sobre ella. Cuanto más grande es el objeto, más ondulación producen. Por ejemplo, en nuestro sistema solar las ondas gravitacionales más fuertes son aquellas que se deben a los movimientos del Sol y Jupíter.
En teoría la perturbación gravitacional es producida por materia que se mueve con aceleración variable. Las ondas más fuertes deben ser producidas o por colisión de dos objetos gigantes con aceleraciones pequeñas, como dos galaxias, o por dos objetos de menor masa pero con aceleración enorme, como la fusión de estrellas de neutrones.
Las ondas más fuertes son producidas o por la colisión de dos objetos gigantes con aceleraciones pequeñas (como en el caso de dos galaxias) o por dos objetos de menor masa pero con una enorme aceleración, como cuando se produce la fusión de estrellas de neutrones.
Por ejemplo, desde un punto de vista teórico, la colisión de dos agujeros negros causaría una onda masiva, lo que justamente fue detectado por el LIGO.
Menos de una milmillonésima del diámetro de un átomo
Pero no hay que engañarse: como la gravitación de por sí es la fuerza más débil (en comparación con otras tres interacciones fundamentales como la interacción nuclear fuerte, la interacción nuclear débil y la interacción electromagnética), las ondas gravitacionales lo son tanto que al alcanzar la Tierra pueden tener el tamaño de una milmillonésima del diámetro de un átomo.
¿Qué es LIGO?
Estamos ante una nueva era, la era de las ondas gravitacionales en la astronomía, algo equiparable a la llegada de los telescopios y la radioastronomía
Una de las formas de 'cazar' las ondas es midiendo los estiramientos en el espacio-tiempo. Para lograrlo, los científicos estadounidenses utilizan un enorme sistema, el Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO), cuyo objetivo es detectar pequeñas vibraciones causadas por el paso de las ondas gravitacionales.
Después de haber trabajado varios años en vano, el LIGO reanudó sus estudios en septiembre del año pasado equipado con tecnologías de punta. Ahora el LIGO alcanza un máximo de 225 millones de años luz de distancia y es tan sensible que atrapa desplazamientos 10.000 veces menores que el diámetro de un protón.
El 14 de septiembre a las 10.51 GMT. en el LIGO se produjo la primera detección de las ondas gravitacionales de la historia.
¿Y ahora qué?
El descubrimiento puede abrir una nueva etapa en el estudio del universo, ya que, a diferencia de la luz, las ondas gravitacionales pueden penetrar en objetos gigantes y misteriosos como los agujeros negros. Es decir, el hallazgo de esta ondas puede abrir el camino a otros aún más sorprendentes e incluso podría darnos la respuesta sobre los orígenes del universo.
Este descubrimiento constituirá a partir de ahora una ayuda en la investigación del universo merced a la asistencia de este nuevo instrumento, ha afirmado este jueves uno de los participantes de este proyecto, Mijaíl Gorodetski, jefe del departamento de Coherencia Microóptica y Radiofotónica del Centro ruso de Cuántica, recoge la agencia TASS.
"Estamos ante una nueva era, la era de las ondas gravitacionales en la astronomía, algo equiparable a la llegada de los telescopios y la radioastronomía", ha asegurado Gorodetski.
"Es un descubrimiento que por primera vez confirma y ahonda en la Teoría de la Relatividad General de Einstein, al abrir nuevos horizontes para la creación de nuevas teorías sobre la realidad cuántica y, posiblemente, nuevas sobre la gran unificación, que describe todos los tipos de interacción física en términos y ecuaciones únicas", ha explicado el investigador ruso.
FUENTE; RT
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