El yerno de Donald Trump también se reunió con el embajador ruso antes de fuera investido presidente
Si este jueves se conocía que el fiscal general de EEUU, Jeff Sessions, mantuvo dos encuentros con el embajador ruso Serguei Kislyak en plena campaña electoral, este viernes nuevas informaciones revelan que el yerno de Donald Trump, Jared Kushner, casada con su hija Ivanka, mantuvo en diciembre pasado un encuentro con Kislyak.
Según informa el diario 'New Yorker', Kushner se reunió en la Torre Trump con el embajador ruso, acompañado por el ex consejero de Seguridad Nacional, Michael Flynn, destituido hace unas semanas por ocultar información de dichos encuentros. La reunión duró apenas 20 minutos y, tal y como ha informado la Casa Blanca, se trató de un encuentro para "establecer una línea de comunicación" entre el Kremlin y la Administración de Donald Trump.
Se reunieron en diciembre, día antes de la toma de posesión de Trump, y en un momento en el que las relaciones entre ambos países estaban más tensas que nunca debido a que el ex presidente Barack Obama preparaba las sanciones por la intromisión de Rusia en la campaña electoral estadounidense.
Bajo la administración de Obama, Washington acusó a Moscú de haber llevado a cabo una campaña para desacreditar a la candidata demócrata Hillary Clinton y ayudar a su oponente republicano. Un hecho que Trump ha negado en innumerables ocasiones, aunque la investigación ha puesto de manifiesto los contactos entre miembros de su equipo y miembros del Kremlin.
El embajador Kislyak parece que buscaba asiduamente conectar con el círculo más cercano del republicano antes y después de su elección.
Lo demuestran las reuniones con Jeff Sessions en julio y septiembre del año pasado, en plena campaña, las llamadas telefónicas a Flynn en diciembre, y el encuentro con el yerno de Trump el mismo mes.
El presidente de Estados Unidos ha reconocido los encuentros de Sessions y ha asegurado que el fiscal general podría haber sido más preciso en sus respuestas sobre Rusia en el Senado, pero que fue sin intención y "no hizo nada malo".
Durante la confirmación de Sessions en el Senado y al ser preguntado por eventuales contactos con el Kremlin, ocultó esos encuentros al considerar, alega ahora, que fueron en su condición de senador y no como asesor de la campaña de Trump.
Sin embargo, el fiscal general ha optado por inhibirse de la investigación que su departamento, el de Justicia, lidera junto al FBI, agencia que también está bajo su supervisión, sobre esa supuesta injerencia de Rusia en los comicios y los nexos entre la campaña de Trump y el Kremlin.
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