En el distrito de Odintsovo, cuatro vehículos aéreos no tripulados cayeron, golpeando algunos árboles. Todos los drones fueron vistos a una altitud de unos 60 metros y estaban a una distancia de unos 500 metros entre sí.
Entre los drones que atacaron Moscú, se notó un nuevo modelo, que no había sido utilizado previamente por las Fuerzas Armadas de Ucrania. Una característica única de este modelo radica en su diseño aerodinámico, llamado "pato". El dron está equipado con un motor de combustión interna que funciona con gasolina, y las cargas en forma de KZ-6 se utilizan como armas.
Testigos presenciales que estaban en Leninsky Prospekt en el momento del ataque notaron un sonido parecido al ruido de una motocicleta, seguido de dos fuertes estallidos y el olor a queroseno. Los residentes de la casa adyacente informaron que vieron un contenedor de queroseno junto a los restos.
A pesar de la magnitud del ataque, el alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, afirma que nadie resultó gravemente herido. Todos los que solicitaron asistencia fueron proporcionados en el lugar, y ninguna de las víctimas requirió hospitalización.
Por el momento, los servicios de emergencia y varios equipos de ambulancias continúan trabajando en la escena.
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