17 de diciembre de 2015.- "¡Buenas noticias! Wall Street está acabado. Ahora empecemos a reconstruir el país". Este es el mensaje que está transmitiendo la movilización de LaRouchePAC en Manhattan y otras ciudades importantes de Estados Unidos con la declaración: "El crac financiero ya empezó: solo una revolución en la política transatlántica puede evitar el desastre". El mentado "desplome de la deuda chatarra" en el sistema financiero estadounidense es el presagio de un crac financiero generalizado que podríamos tener encima para fines de este mes.
El editor fundador de la EIR, Lyndon LaRouche, convocó a una movilización nacional, porque él había advertido que este crac es mucho más que un simple "desplome de los bonos chatarra", y había hecho un llamado a la implementación inmediata de las medidas del presidente Franklin D. Roosevelt para pararlo.
LaRouche dijo este miércoles 16 que la única certeza sobre este crac es que "se está acelerando a una tasa acelerada, y está fuera de control; el factor de control para pararlo es el empleo de las medidas del Presidente Franklin Roosevelt en contra de Wall Street y para iniciar la recuperación de la economía nacional".
Franklin Roosevelt prestó juramente y literalmente paró el crac, con un feriado bancario y la Ley Glass-Steagall para cerrar la especulación en Wall Street; luego emitió crédito nacional para el empleo productivo y una nueva productividad.
Como lo ha destacado LaRouche, este crac ya es mortal. En Italia, en donde acaban de quebrar cuatro bancos, le expropiaron sus ahorros a los depositantes mediante la política de "rescate interno" de los grandes bancos, y por lo menos uno de estos depositantes se suicidó. En Canadá, en donde el "crac de los bonos chatarra de energía" es más intenso que en los Estados Unidos hasta ahora, hay desempleo en masa y olas de suicidios de trabajadores productivos en Alberta y Saskatchewan; una advertencia para Estados Unidos.
Se tiene que clausurar las finanzas especulativas de Wall Street y de la City de Londres. Si permitimos que este crac se acelere aún más, la gente va a morir. Como dijo LaRouche, se tiene que evitar que la gente muera; ¡no más suicidios!
La única alternativa al caos acelerado es echar a andar de nuevo las medidas de Franklin Roosevelt. Empecemos con la ley Glass-Steagall para poner en quiebra a Wall Street. LaRouche advierte que esto se tiene que hacer ya.
Si se hace de inmediato, con el restablecimiento de la Glass-Steagall se clausura la especulación de Wall Street de una manera ordenada. Luego, un banco nacional hamiltoniano puede encargarse del crédito nacional, la liquidez, las tasas de interés, todos los factores económicos que la Reserva Federal ha vuelto un desastre. El plan a instrumentar es crédito productivo, empleo y productividad per capita.
¿Pero Obama? Él ha provocado este desplome al bloquear el restablecimiento de la Glass-Steagall y al imponer las políticas británicas: las políticas de "cambio climático" contra la tecnología y contra la industria.
Como se decía a menudo de Herbert Hoover, Obama apesta. Tiene que ser sacado del cargo como parte esencial de la solución a esta crisis económica y financiera. FUENTE
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