El Ejército de EE.UU. despliega a más de 5000 efectivos en el campo de batalla de Mosul, norte de Irak, para reforzar la lucha contra el EIIL (Daesh, en árabe).
“Siempre hemos tenido oportunidades de trabajar codo a codo, pero nunca nos hemos integrado hasta este nivel”, reconoce el coronel del Ejército estadounidense Brett Sylvia, al que cita este sábado el diario británico Reuters.
Esta unidad de unos 5000 efectivos —una coalición, de hecho, en la que participan 25 naciones— tiene como objetivo entrenar, asesorar y proporcionar asistencia, según el militar del país norteamericano.
El capitán de la Marina de EE.UU., Lou Murillo, ha descrito el plan de acción como “un esfuerzo en equipo” contra el grupo extremista Daesh.
No obstante, ha señalado que los militares solo operarán a partir de la información que reciban de sus propios servicios de Inteligencia y con el permiso de sus mandos militares estadounidenses.
El pasado 17 de octubre, las Fuerzas Armadas iraquíes, apoyadas por grupos voluntarios, iniciaron una ofensiva de gran envergadura destinada a la recuperación de la ciudad septentrional de Mosul, en la que han cosechado ya grandes victorias, liberando distintas zonas que estaban bajo el control de la banda terrorista desde junio de 2014.
Más de 1300 miembros del EIIL han muerto desde el comienzo de la ofensiva del Gobierno iraquí, mientras que la llamada coalición anti-EIIL, liderada por EE.UU, ha asesinado a efectivos iraquíes en sus ataques a Mosul, y alega con toda tranquilidad que se trata de “un error de cálculo y reconocimiento” de las posiciones de los radicales.
Las fuerzas iraquíes que participan en la operación de Mosul se quejan de que no cuentan con suficiente apoyo aéreo por parte de la ‘coalición anti-EIIL’ y que sus solicitudes para ataques aéreos sobre objetivos enemigos no llegan o llegan demasiado tarde, cuando ya se han acabado los combates en la zona, lo que hace que el bombardeo ya no sea eficaz.
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