La victoria del Ejército sirio ante los terroristas en Alepo aterroriza a Yaish al-Fatah, una alianza de bandas extremistas vinculadas a Al-Qaeda, en Idlib.
Los éxitos de las fuerzas sirias y de sus aliados en la batalla de Alepo han desestabilizado a los terroristas de Yaish al-Fatah, que controlan casi por completo la gobernación de Idlib. Según los informes, las divisiones y luchas intestinas son constantes entre las filas de los milicianos extremistas, ya que están convencidos que no podrán resistir ante la ofensiva del Ejército sirio contra esta urbe.
La banda takfirí Ahrar al-Sham, después de haber sufrido grandes pérdidas, ha decidido abandonar la alianza terrorista Yaish al-Fatah, y ha formado otra nueva llamada Yaish al-Ahrar.
Además, los aviones rusos y sirios han intensificado sus ataques contra objetivos de los grupos terroristas en Idlib, destruyendo depósitos de armas y municiones y fábricas de armas.
Los grupos terroristas en Idlib, actualmente principal bastión urbano no controlado por el Gobierno sirio, a excepción de Al-Raqa, aun en manos del grupo EIIL (Daesh, en árabe), temen ahora que las fuerzas militares sirias se dirijan hacia esta provincia para capturarla.
En este contexto, el periódico francés Le Figaro afirmó recientemente que la victoria del Ejército sirio en Alepo supone un golpe letal para los grupos armados. Además, el elevado número de terroristas del Frente Al-Nusra en Idlib constituye una amenaza para Alepo por lo que una campaña en esta provincia es necesaria desde el punto de vista militar. Un ataque contra Idlib serviría también para poner en una difícil situación a los terroristas que actúan en el norte de la provincia de Hama.
En Idlib se encuentran las dos aldeas de Al-Foa y Kefraya, de mayoría chií, que están bajo el cerco del Frente Al-Nusra desde hace más de 560 días, y eso también podría ser otro motivo del Ejército sirio para atacar a los terroristas en dicha urbe.
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