Desde que se lanzó Donald Trump a la carrera electoral por la presidencia de los EEUU ha generado sentimientos encontrados en la gente, y la élite en el poder no ha sido la excepción.
Trump se ha mostrado espontaneo en sus declaraciones, sin tapujos ni restricciones; ha expresado lo que realmente siente y piensa, y esa sinceridad no ha caído bien en muchos sectores de la sociedad y en la clase política estadounidense.
Ha expresado su rechazo a la política económica ejercida hasta la fecha por la Reserva Federal, amenazando con hacerle una auditoria y acotar su poder.
También ha rechazado el rumbo económico que han tomado las autoridades, manifestando su intensión de derogar los tratados globalistas como el TTP y el TTIP.
En muchas oportunidades ha criticado duramente el establishment, acusándolo de formar un grupo elitista de poder que dirige desde la sombra los destinos del país y de los estadounidenses en beneficio de un reducido grupo de individuos. Los ha acusado de ser ellos los culpables del declive económico y militar de los EEUU. Los ha culpado de conformar un grupo oscuro y elitista de poder que trabaja para lograr unos objetivos que sólo favorecen a ellos y que van en detrimento del bienestar de la población civil en general.
Según él, ellos son los operadores financieros detrás del telón que elaboran los tratados globales de libre comercio que han hecho tanto daño a la clase trabajadora. Él los ha acusado de homicidas y terroristas, de ser los creadores del terrorismo internacional.
Es decir, Trump tiene su propia agenda que no esta subordinada a la élite, al establishment, a ese establishmente que ha señalado como el culpable de la precaria situación actual de los EEUU y del resto del mundo, pues ellos serían los instigadores de las guerras alrededor del mundo, además de ser los principales narcotraficantes alrededor del planeta, los demás narcotraficantes solo son sus agentes visibles, pero ellos, la élite, son los verdaderos jefes.
Entonces, si para alguien es molesto Trump, es precisamente para esa élite que maneja los hilos del poder político de los EEUU en la sombra, osea, para esos que ha acusado de homicidas y traidores, refiriéndose específicamente a los Obama, a los Clinton y a los Bush, pero todos sabemos que detrás de ellos está la élite illuminati, la élite luciferina que adora a satanás, a su dios Moloch; a esos mismos que han sido descubiertos asesinando niños pequeños para sacrificarlos a ese dios pagano; a esos mismos que acudían aun templo satánico disfrazado de pizzeria (el caso pizzagate) para abusar sexualmente de infantes que escogían según el "menú" cifrado que ofrecía el mencionado restaurante. Pizzeria a la que acudían famosos y destacados políticos como los Bush, los Obama y los Clinton, pues en ese lugar realizaban constantes eventos de campaña el equipo de Hillary Clinton, además de reuniones periódicas de "Trabajo".
Por consiguiente, si alguien desea eliminar a Donald Trump, pues son precisamente ellos, el establishment, ¿y que es el establishment?; pues son todas esas corporaciones bancarias e industriales que colocan a los políticos frente a las riendas del poder civil, son los que designan quien gobernará, los que manipulan las elecciones y los partidos políticos señalando quien tiene que resultar electo presidente. Pues todo el sistema político esta corrompido por ellos.
Son los mismos que asesinaron a John F. Kennedy por intentar detener la política económica rapaz de la Reserva Federal, por intentar cambiar el sistema financiero estadounidense, eliminando los dólares de la FED para sustituirlos por dólares respaldados por oro y emitidos por el Tesoro estadounidense; exactamente lo que pretende hacer nuevamente Trump.
Pero como Trump no es parte de ellos, no fue designado por ellos, es que tiene una agenda independiente; es por eso que tratarán de impedir que acceda al poder, o una vez allí, intentarán eliminarlo antes que ponga en acción su plan de gobierno y comience a quitar autoridad a la FED, derogue los tratados globales de comercio y reforme las estructuras de poder como el Pentágono, la CIA y el FBI.
Esos, el establishment, son los del Club Bilderberg, los de la Comisión Trilateral, los del instituto Tavistok, el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), la Corona Inglesa, etcétera. Cuyas cabezas visibles son George Soros, Zbigniew Brzezinski, Henry Alfred Kissinger, etcétera.
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