Boris Walker, también conocido como Boris Wolfman, fue arrestado por llevar a cabo operaciones quirúrgicas ilegales con refugiados sirios en clínicas turcas.
Los clientes de la red recibían un órgano a cambio de pagar entre 70.000 y 100.000 euros, según la acusación dirigida contra él. Por el contrario, los refugiados sirios que donaban los órganos recibían una cantidad muy baja.
Wolfman estuvo buscado por la Interpol por tráfico de órganos en el pasado. Fue acusado de tráfico de órganos humanos en el pasado en Kosovo, Azerbairán y Sri Lanka entre los años 2008 y 2014.
Boris Wolfman, arrestado en Turquía
Por aquel entonces, Wolfman formaba parte de otra red, dirigida e integrada por siete israelíes, que llevó a cabo “decenas de operaciones” entre 2008 y 2014, según fuentes del Ministerio de Justicia israelí. La red explotaba la necesidad económica de los donantes y la angustia de los receptores para ganar grandes cantidades de dinero.
Uno de los miembros de la red, Avigad Sandlar, visitaba a pacientes en Israel proponiéndoles la adquisición de órganos de personas que vivían en Kosovo, Azerbaiyán y Sri Lanka.
Otro tercer inculpado, Moshé Harel, actuaba también en Kosovo con un médico turco, Yusuf Ercin Sonmez.
Un cuarto miembro era el doctor israelí Zaki Shapira, considerado como un experto en materia de trasplantes de órganos. Él fue jefe de servicio para este tipo de intervenciones en el Hospital Beilinson, cerca de Tel Aviv, hasta su jubilación en 2003.
LA RED DE BRASIL
El pasado año, otro israelí, Gadelya Tauber, fue detenido en la ciudad brasileña de Recife. Estaba considerado como jefe de una red israelí implicada en el tráfico de órganos humanos y estaba en búsqueda y captura desde 2009 cuando fue arrestado en Italia y logró huir.
Durante estos cuatro años, Tauber circuló libremente por varios países como Israel, EEUU y Canadá cambiando frecuentemente de residencia.
Según los cargos que constan contra él, el israelí organizó desde 2002 una red de tráfico de órganos a partir de Brasil. Engañó a 47 brasileños de barrios pobres de Recife y Pernambuco para que le vendieran sus órganos. Eran enviados al Hospital Sant Agostini en Durban (Sudáfrica), donde sus órganos eran extraídos y transplantados en pacientes israelíes que esperaban sobre todo un riñón. Las víctimas firmaban una falsa declaración afirmando que los destinatarios de esos órganos pertenecían a su familia.
Cada operación proporcionó a Tauber y otros miembros de su red en Israel y Brasil una suma de 150.000 dólares estadounidenses. Los brasileños donantes recibían una pequeña suma de entre 5.000 y 30.000 reales brasileños (entre 2.200 y 13.200 dólares) por sus órganos. En total, la red se embolsó más de 4 millones de dólares por estas operaciones.
Tauber fue condenado por un tribunal italiano a 11 años y 9 meses de cárcel, pena que fue posteriormente reducida a 8 años y 9 meses. Cuando emprendió la huida, él debía todavía cumplir 4 años y 9 meses en prisión. El gobierno brasileño pidió la extradicción de Tauber a fin de que cumpliera el resto de su pena en Brasil.
Otras 12 personas fueron detenidas en Brasil como reclutadores de donantes. En Sudáfrica, 20 médicos y enfermeras que practicaban las intervenciones quirúrgicas han sido también detenidos.
Esta red de tráfico de órganos fue desarticulada en mayo de este año. FUENTE
Fuente: http://www.almanar.com.lb/spanish/adetails.php?eid=113958&cid=23&fromval=1&frid=23&seccatid=30&s1=1
http://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-4735121,00.html
http://www.salon.com/2015/12/05/selling_desperate_syrian_refugees_body_parts_for_profit_israeli_man_arrested_in_turkey_for_organ_trafficking/
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