Con sus ataques a la central nuclear de Zaporozhie, las Fuerzas Armadas de Ucrania crean una amenaza real para la seguridad nuclear no solo del propio territorio ucraniano sino también de Europa, advirtió la Embajada rusa en Washington.
"Hemos prestado atención a la campaña de desinformación en los medios de comunicación locales para atribuir la responsabilidad por la situación de la central nuclear de Zaporozhie. Se afirma infundadamente que el Ejército ruso ha lanzado ataques de artillería al territorio de la central nuclear. La situación real es exactamente la contraria", preciso la legación en su canal de Telegram.
La Embajada indicó que los ataques son de "naturaleza deliberada", y "no son la primera provocación de Kiev en instalaciones con peligrosidad radiactiva".
"Las autoridades ucranianas no desprecian ningún medio en su afán de desacreditar a Rusia, ni siquiera crear una amenaza real a la seguridad nuclear no solo de Ucrania sino también de Europa", subrayó.
La misión llamó a la ONU y al Organismo Internacional de Energía Atómica a "condenar las acciones criminales de Kiev" y tomar "medidas inmediatas para impedir las provocaciones en instalaciones ucranianas de riesgo radiactivo".
Instó también a los periodistas estadounidenses dejar de "corear mentiras rusófobas".
Militares ucranianos lanzaron la noche del sábado un nuevo ataque contra la que es la mayor central nuclear de Europa, ubicada en Energodar, ciudad al sur de Ucrania controlada por las fuerzas rusas.
El ataque se llevo a cabo con un proyectil de racimo de 220 mm del sistema de lanzacohetes múltiple Uragan, cuyos elementos de metralla impactaron contra la zona donde se almacena el combustible nuclear usado, al tiempo que dañaron un puesto automatizado de control radiológico. Asimismo, fueron dañadas estructuras administrativas y el territorio colindante al depósito del combustible.
"Es importante señalar que no hay más de 400 metros de distancia entre el lugar de impacto de las ojivas de metralla y el propio motor del cohete hasta la unidad de potencia activa", detallaron las autoridades de Energodar.
"Hemos prestado atención a la campaña de desinformación en los medios de comunicación locales para atribuir la responsabilidad por la situación de la central nuclear de Zaporozhie. Se afirma infundadamente que el Ejército ruso ha lanzado ataques de artillería al territorio de la central nuclear. La situación real es exactamente la contraria", preciso la legación en su canal de Telegram.
La Embajada indicó que los ataques son de "naturaleza deliberada", y "no son la primera provocación de Kiev en instalaciones con peligrosidad radiactiva".
"Las autoridades ucranianas no desprecian ningún medio en su afán de desacreditar a Rusia, ni siquiera crear una amenaza real a la seguridad nuclear no solo de Ucrania sino también de Europa", subrayó.
La misión llamó a la ONU y al Organismo Internacional de Energía Atómica a "condenar las acciones criminales de Kiev" y tomar "medidas inmediatas para impedir las provocaciones en instalaciones ucranianas de riesgo radiactivo".
Instó también a los periodistas estadounidenses dejar de "corear mentiras rusófobas".
Militares ucranianos lanzaron la noche del sábado un nuevo ataque contra la que es la mayor central nuclear de Europa, ubicada en Energodar, ciudad al sur de Ucrania controlada por las fuerzas rusas.
El ataque se llevo a cabo con un proyectil de racimo de 220 mm del sistema de lanzacohetes múltiple Uragan, cuyos elementos de metralla impactaron contra la zona donde se almacena el combustible nuclear usado, al tiempo que dañaron un puesto automatizado de control radiológico. Asimismo, fueron dañadas estructuras administrativas y el territorio colindante al depósito del combustible.
"Es importante señalar que no hay más de 400 metros de distancia entre el lugar de impacto de las ojivas de metralla y el propio motor del cohete hasta la unidad de potencia activa", detallaron las autoridades de Energodar.
Un riesgo "muy real"
El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi, declaró este sábado que la institución está "extremadamente preocupada" por los ataques registrados cerca de la central, al tiempo que advirtió que el riesgo de una posible catástrofe nuclear es "muy real".
Grossi llamó a las partes del conflicto a ejercer la máxima moderación en las proximidades de esta importante instalación nuclear y condenó cualquier acto violento llevado a cabo en la central, en sus alrededores o contra su personal.
El jefe de la OIEA sugirió el envío de una delegación al lugar para "proporcionar apoyo técnico en materia de seguridad y protección nuclear" y para "ayudar a evitar que la situación se descontrole aún más." Además, se mostró dispuesto a dirigir personalmente dicha delegación.
El martes, Rusia rechazó la acusación, lanzada desde EEUU, de que sus Fuerzas Armadas utilizan la planta como "base militar". Así, la misión permanente rusa ante la ONU subrayó que esa central "fue puesta bajo vigilancia únicamente con el fin de impedir que las formaciones nacionalistas ucranianas y los mercenarios extranjeros aprovechen la situación en el país para organizar una posible provocación nuclear de consecuencias impredecibles".
El mes pasado, las autoridades rusas denunciaron dos ataques ucranianos con drones cargados de explosivos contra la central.
Antes del conflicto, la central de Zaporozhie producía la cuarta parte de toda la electricidad generada en Ucrania. Tiene una capacidad de aproximadamente 6.000 megavatios y consta de seis bloques. Desde 1996 formó parte de la compañía estatal ucraniana Energoatom. En marzo de este año pasó a estar bajo control de los militares rusos.
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