“El mundo y los vecinos de China estarán observando muy de cerca”, sostuvo el lunes el vocero estadounidense en una rueda de prensa, refiriéndose a la visita del presidente chino, Xi Jinping, a Rusia, a donde ha llegado la misma jornada del lunes.
Jean-Pierre volvió a repetir los alegatos anteriores sobre la supuesta injerencia del gigante asiático en el conflicto ucraniano, expresando la preocupación de Washington al respecto: “Nos preocupa que China vuelva a pedir un alto al fuego que deje a las tropas rusas dentro de terreno soberano ucraniano, y cualquier alto al fuego que no incluya la salida de las fuerzas rusas de Ucrania ratificaría las conquistas ilegales de Rusia”.
Al mismo tiempo, el diplomático norteamericano ha expresado su insatisfacción con Pekín por no someterse a dictámenes de Estados Unidos y no haber mantenido una conversación con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Las autoridades estadounidenses “animan al presidente Xi a jugar un papel constructivo hablando con el presidente Zelenski, algo que no ha hecho desde que Rusia inició” su operación militar especial en el territorio ucraniano el 24 de febrero de 2022, dijo.
El viaje de Xi se realiza mientras que el gigante asiático ha propuesto conversaciones de paz entre Moscú y Kiev para poner fin al conflicto en curso en Ucrania. De hecho, mostrará la creciente cooperación entre los dos aliados en cualquier clima frente a las presiones de Occidente.
La creciente relación entre China y Rusia pone a Estados Unidos en una encrucijada, que usa su arma favorita, las sanciones, para contrarrestar a estos dos gigantes, pero lo único que consigue es acercarlos más.
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