El portavoz del Comando Central de Estados Unidos, el comandante Josh Jacques, ha confesado que sus tropas emplean bombas de uranio en la Guerra de Siria.
El informe que publica la revista Foreign Policy se refiere a dos ataques, al menos, el 16 y 22 de noviembre de 2015, en los que Estados Unidos disparó 5.265 cargas de munición AP de calibre 30 milímetros cargadas con uranio empobrecido desde aviones A-10 Thunderbolt II, destruyendo cerca de 250 vehículos al noreste del país.
Es el primer ataque confirmado oficialmente con esta clase de armamento desde la agresión estadounidense contra Irak en 2003, cuando las tropas del Pentágono también utilizaron miles de municiones con uranio que afectaron gravemente a 250.000 civiles.
Antes, durante la guerra del Golfo de 1991, se dispararon casi un millón de proyectiles de uranio contra los carros de combate de la Guardia Presidencial iraquí que emprendían la huida hacia la capital. Además de afectar a los irakíes, las radiaciones alcanzaron igualmente a las propias tropas de Estados Unidos.
En 1995 la OTAN realizó masivos bombardeos de uranio contra los serbios en Bosnia. Aunque la alianza imperilista no ha facilitado ninguna información sobre el número de ataques ni sobre la cantidad de munición, se calcula que fueron arrojados más de 10.000 proyectiles contra la población civil en Sarajevo, Blazuj y Vogosce.
Pocos años después, en 1999, en Kosovo la OTAN volvió a lanzar más 30.000 proyectiles de uranio desde aviones anticarro A-10 Thunderbolt (Rayo) y, en menor medida, desde aviones Harrier y carros de combate Abrams invocando razones “humanitarias”.
Tanto la coalición internacional como Estados Unidos habían prometido que no emplearían esta clase de armamento, informa la revista. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajarova, ya había advertido de que Estados Unidos había utilizado en al menos dos ocasiones municiones con uranio empobrecido en Irak y Siria, basándose en una investigación realizada por la organización no gubernamental holandesa PAX y la Coalición Internacional para la Prohibición de las Armas de Uranio.
Para tratar de reducir el impacto emocional de las bombas de uranio-235, se califica como “empobrecido” al uranio-238 porque de esa manera parece que se rebaja sus mortíferos estragos.
Aunque las radiaciones del uranio “empobrecido” son menores que los del urabio natural, es una sustancia tóxica y tiene una vida media de 4.500 millones de años. Según la Agencia estadounidense de Protección Ambiental, si en las zonas atacadas el uranio penetra en el organismo por inhalación o ingestión, los riesgos de tiontaminación radiológica son agudos.
Después de medio siglo produciendo armas atómicas y energía nuclear, Estados Unidos tiene almacenadas más de 500.000 toneladas de uranio “empobrecido”.
Los proyectiles de uranio se lanzan desde tanques M60, M1 y M1A1 o bien, más usualmente, desde los aviones anticarro norteamericanos del tipo A-10. También los mísiles Tomahawk van equipados con 3 kilos de uranio empobrecido.
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