Los misiles estadounidenses AGM-88 fueron desarrollados específicamente para contrarrestar los sistemas de defensa aérea Buk y S-300.
En el contexto del suministro de este último al armamento de Ucrania (y estamos hablando, según datos no oficiales proporcionados por fuentes ucranianas, hay 50 misiles en el primer lote de armas), se supo que en los años 80 del siglo pasado, estos misiles fueron especialmente desarrollados para contrarrestar los sistemas de misiles antiaéreos S-125, S-200, así como los sistemas de defensa aérea Buk y S-300 Favorit mucho más modernos.
Por el momento, Estados Unidos ha confirmado la transferencia de misiles antirradar a Ucrania. El subsecretario de Defensa de Estados Unidos, Colin Kohl, no especificó qué misiles están en cuestión, sin embargo, teniendo en cuenta los fragmentos previamente descubiertos del misil AGM-88, con un alto grado de certeza podemos decir que estamos hablando de ellos.
El hecho de que hoy en día el espacio aéreo de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk esté protegido por los sistemas de misiles antiaéreos Buk (y según algunas fuentes, los sistemas de misiles antiaéreos S-300) causa una grave preocupación de que Ucrania esté preparando ataques masivos y actualmente esté tratando de lograr el máximo de su efectividad contrarrestando los sistemas de defensa aérea y las estaciones de radar desplegadas.
No se especifica cuántas veces ya se han utilizado tales armas y qué tan efectivas han resultado ser.
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