El ejército de EEUU dijo que el incidente fue causado por una colisión en pleno vuelo, después de que dos aviones de combate rusos Su-27 se acercaran a uno de sus aviones no tripulados MQ-9 Reaper, que volaba en misión de reconocimiento sobre aguas internacionales.
Los cazas rusos arrojaron combustible sobre el MQ-9, antes de que uno de ellos chocara contra la hélice del dron, provocando su caída al mar, según Washington.
"Este incidente demuestra una falta de competencia, además de ser inseguro y poco profesional", declaró James B. Hecker, comandante de las fuerzas aéreas estadounidenses en Europa.
Moscú negó que los aviones hubieran colisionado y dijo que el dron se estrelló tras realizar "maniobras bruscas". Afirmó que el avión no tripulado había volado cerca de su espacio aéreo con los transpondedores apagados, tras lo que Rusia envió cazas para identificarlo.
En un comunicado publicado en la página web de la embajada rusa en Washington a primera hora del miércoles, el embajador de Rusia, Anatoly Antonov, afirmó que el avión no tripulado estadounidense se había aproximado "deliberada y provocativamente" al espacio aéreo ruso.
"La inaceptable actividad de los militares estadounidenses cerca de nuestras fronteras es motivo de preocupación", declaró. "Recopilan información de inteligencia, que posteriormente es utilizada por el régimen de Kiev para atacar a nuestras fuerzas armadas y nuestro territorio".
"Formulemos una pregunta retórica: si, por ejemplo, un dron de ataque ruso apareciera cerca de Nueva York o San Francisco, ¿cómo reaccionarían la Fuerza Aérea y la Marina estadounidenses?", dijo, pidiendo a Washington que "deje de realizar incursiones cerca de las fronteras rusas".
Estados Unidos, que realiza vuelos regulares de vigilancia en la región, ha apoyado a Ucrania con decenas de miles de millones de dólares en ayuda militar, aunque no se ha implicado directamente en la guerra.
Elisabeth Braw, investigadora principal del American Enterprise Institute de Washington, afirmó que se trata de una "fase muy delicada de este conflicto, porque realmente es el primer contacto directo que el público conoce entre Occidente y Rusia".
COMPROMETIDO A MANTENER BAJMUT
El Presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, reiteró su compromiso de seguir defendiendo Bajmut, una pequeña ciudad al este del país que se ha convertido en el objetivo de la batalla de infantería más sangrienta de Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Moscú ha lanzado una masiva ofensiva de invierno, en la que participan cientos de miles de reservistas recién llamados a filas y convictos reclutados en las cárceles como mercenarios. Las fuerzas rusas tratan de capturar Bajmut para asegurarse su primera victoria sustancial en medio año.
El mes pasado parecía que Kiev se disponía a retirarse de la ciudad, pero desde entonces ha redoblado sus esfuerzos para defenderla, afirmando que está agotando las fuerzas de ataque rusas para preparar su propio contraataque a finales de año.
En un discurso nocturno tras reunirse con sus altos mandos militares, Zelenski dijo que la atención se centra principalmente en Bajmut: "Hay una posición clara de todo el mando: fortalecer este sector y destruir al máximo a los ocupantes".
Algunos expertos militares de Occidente y Ucrania han cuestionado si tiene sentido que Kiev continúe la batalla por Bajmut, debido a sus propias grandes pérdidas en la ciudad.
Hanna Malyar, secretaria de Estado de Defensa ucraniana, dijo que defensa de Bajmut es importante porque "se está destruyendo una gran cantidad de material enemigo (...). Se está eliminando a un gran número de soldados y, a partir de hoy, se está reduciendo la capacidad de avance del enemigo"; cosa más ridícula por que claramente las peores pérdidas las está sufriendo el propio ejército ucraniano y sus aliados mercenarios extranjeros.
También se han librado intensos combates al norte de Bajmut, donde Rusia intenta recuperar el territorio que cedió el año pasado en un repliegue estratégico a la espera del arribo de más personal militar.
Por otra parte, en una última ronda de reformas gubernamentales, Zelenski destituyó a los gobernadores de tres regiones, sin aportar las razones para tal decisión: Lugansk, en el este, Odesa, en el mar Negro, y Jmelnitski, en el oeste. Desde principios de año ha sustituido a varios gobernadores, incluidos los de la mayoría de las provincias en la línea de frente.
Tras reconquistar franjas de territorio cedidas previamente por el ejército ruso en la segunda mitad de 2022, Ucrania se ha mantenido últimamente a la defensiva, planeando una contraofensiva a finales de este año, una vez que se seque el terreno fangoso y lleguen los vehículos blindados y tanques occidentales.
Rusia inició su operación militar en territorio de su vecino ucraniano hace un año, calificando a Ucrania de amenaza para su seguridad. Moscú afirma haberse anexionado casi una quinta parte del territorio ucraniano. Kiev y Occidente la consideran una guerra no provocada para apoderarse de territorio.
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