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jueves, 4 de agosto de 2022

Visita de Pelosi a Taiwán acelera integración de Rusia y china: Pekín ampliará alianza con Moscú ante amenazas estadounidenses

Consecuencias no previstas de visita de Pelosi a Taiwán: Alianza total entre Rusia y China; autosuficiencia tecnológica y científica del Gigante asiático; recuperación de Taiwán; humillación total de EEUU reconociendo soberanía china.


Hace solo dos días atrás la presidenta de la cámara de representantes de los EEUU visitaba la isla de Taiwán, esto pese a todas las advertencias que hiciera el gobierno de china para evitar que se concluyera la visita; sin embargo, pese a que finalmente logró su cometido, esta acción de la funcionaria estadounidense no quedará sin respuesta.

EEUU, más bien, sus líderes políticos, hacen las cosas con las patas y actúan antes de pensar.

Es decir, sus acciones son impulsivas antes que razonadas; pues  si bien por el momento se salieron con la suya, no piensan en las consecuencias a futuro; porque aunque China amenazó con derribar el avión de Nancy Pelosi, y con destruir el portaviones Ronald Reagan de la armada de los EEUU, cosas que finalmente no realizó, las consecuencias de las acciones de la funcionaria estadounidense apenas y comienzan, y serán aún más graves que si china hubiera derribado su avión y destruido el portaaviones estadounidense. Pues, contrario al gobierno norteamericano, el gobierno chino sí piensa y sabía perfectamente que no era el momento para iniciar una guerra frontal y sin cuartel contra EEUU.

Porque si el ejército chino hubiera derribado el avión que transportaba a Nancy Pelosi, inmediatamente también hubiera tenido que hundir el portaaviones estadounidense, pues este sin duda hubiera intentado contraatacar. Eso, se entiende, hubiera llevado a una guerra total y sin cuartel entre EEUU y sus aliados, contra china.

Y eso es precisamente lo que buscaba la tal Nancy Pelosi con su visita a Taiwán: iniciar una guerra contra China, para después acusar a Pekín de agredir sin razón, para intentar con ello poner al mundo en su contra.

Pero el gobierno chino no es tonto, y ellos ven las cosas desde una perspectiva más amplia y más a futuro, no como los EEUU que no razonan sus acciones y solo actúan para el momento; es decir, los estadounidenses solo actúan visceralmente, mientras que los chinos actúan con la cabeza, es decir, solo toman decisiones razonadas.

EEUU pretendía humillar a china dejándola en evidencia. O sea, llevaron a cabo esta provocación para demostrar al mundo que, según ellos, los chinos son sólo pura charlatanería y no cumplen sus amenazas.  O sea, EEUU intentó demostrar que sus acciones siempre quedan impunes y que nadie se atreve a desafiarlos; demostrando con ello, aparentemente, que china es un dragón de papel y que no tiene las agallas para defenderse.

Sin embargo, esto es totalmente contrario a la realidad; China no sólo no es un dragón de papel, como lo quiere hacer creer EEUU, si no que, llegado el momento, puede destrozar a cualquiera; solo que, sí ahora no lo hizo, es sólo porque no es el mejor momento para hacerlo. Y aunque sobre el papel China quedó como un cobarde, en realidad, china tomó la mejor decisión, de tal modo que el mejor momento para el enfrentamiento no es hoy.

China aún no está completamente preparada para una guerra total contra occidente y sus lacayos asiáticos, lacayos tales como el mismo Japón, Australia, corea del sur, Nueva Zelanda, etcétera. Y eso lo sabe perfectamente el gobierno chino, por eso decidió no tomar acciones militares, por el momento.

Aparentemente este era el momento adecuado para recuperar Taiwán, así como para humillar al ejército de los EEUU, sin embargo, no era así; pues, sí bien China hubiera destruido el grupo de ataque comandado por el portaaviones estadounidense USS Ronald Reagan, así como haber logrado el control total de Taiwán en solo unas semanas, se le hubiera venido encima toda la OTAN, así como los aliados de EEUU en Asia; por lo que la Guerra hubiera sido muy desgastante para china, sobre todo porque estaría sola contra más de 40 países, con EEUU a la cabeza de todos ellos.

Además, china ahora mismo está inmersa en una renovación total de su ejército, construyendo en estos momentos su cuarto portaaviones, mientras que el tercero apenas ha comenzado las pruebas oficiales, por lo que, en la práctica, China solo dispone actualmente de dos portaaviones en servicio plenamente operativos.

Mientras que la OTAN, junto a sus aliados asiáticos, dispone de más de 20 portaaviones, además de una enorme cantidad de otras armas estratégicas, armas tales como aviones de combate, submarinos, bombarderos estratégicos, y misiles, tanto de crucero, como balísticos, equipados tanto con ojivas atómicas, como con ojivas convencionales; ante lo cual, a todas luces, china se encontraba en desventaja.

Es por eso que el gobierno chino decidió esperar, pues si hubiera iniciado la guerra, la modernización de su ejército hubiera sido mucho más difícil y complicada porque occidente hubiera dejado de suministrarle componentes esenciales para sus modernas armas; caso similar a lo que ha pasado con sus empresas tecnológicas, empresas tales como ZTE, y la misma Huawei; empresas que se han visto en problemas debido precisamente a la falta de microchips de fabricación occidental.

Pues esto mismo hubiera pasado con todo el resto de la industria tecnológica de china, tanto del sector civil, como del sector militar.

Desde que EEUU, con su anterior presidente, Donald Trump, inició la guerra comercial y tecnológica contra china, el país está en un proceso acelerado de sustitución de las tecnologías occidentales, así como de sus productos, productos tales como los mismos microchips.

Pero ese proceso está en plena fase de desarrollo, y aún faltan algunos años para que china se haga autosuficiente en todas las tecnologías y productos clave de los que actualmente depende de occidente; tanto así que sus empresas de semiconductores ya fabrican microchips de 7 nanómetros, mientras que las empresas occidentales, incluido Taiwán, ya están fabricando microchips de 2 nanómetros; pero como sea, la industria china se desarrolla aceleradamente y en pocos años habrá alcanzado a la industria occidental, tanto en tecnología, como en ciencia.

Entonces sí, china ya no temerá enfrentarse abiertamente a occidente, pues todo lo que necesite su industria, tanto civil, como militar, los estarán produciendo ellos mismos, y entonces serán inmunes a las sanciones occidentales; con lo que, en caso de desatarse un conflicto entre ellos y los países occidentales, china podrá continuar su desarrollo, así como fabricando todo lo que necesite, tanto en el sector civil, como en el sector militar. Y eso es de suma importancia en una guerra, pues el que sea más autosuficiente, tendrá más chance de salir victorioso.

Y eso es precisamente lo que trató de evitar EEUU con esta nueva provocación contra china. Es decir, trataron de iniciar una guerra para acorralar a china y destruirla antes de que alcance la autosuficiencia; y no solo que la alcance, sino que también los deje atrás.

Sin embargo, como lo repito, los gringos solo piensan en el momento, mientras que china piensa a futuro; Los chinos piensan estratégicamente, mientras que los estadounidenses solo actúan según sus impulsos salvajes.

Pero además de estas consecuencias inmediatas, es decir, la aceleración del desarrollo industrial y científico de china, hay otra que es quizá, si no más importante, sí igual de importante que el mismo desarrollo económico de China; y esa otra consecuencia es la creación definitiva de una alianza militar y económica entre los dos principales rivales de occidente, es decir, entre Rusia y china.

Como todos sabrán, esta alianza entre Rusia y china se ha venido gestando desde hace años, pero la guerra comercial y tecnológica iniciada por el anterior presidente norteamericano aceleró este proceso de integración entre las dos potencias euroasiáticas.

China tenía cierto recelo de Rusia, pues siendo Rusia la heredera directa de la extinta Unión Soviética (la URSS), Pekín les tenía cierta animadversión; pues recordemos que ambas potencias, es decir, la extinta unión soviética y la misma china, tenían diferencias ideológicas y ambas trataban de liderar el bloque comunista; diferencias que incluso llevaron a conatos de enfrentamiento militar; sin embargo, nunca hubo un choque militar directo entre ambas potencias; pues, ante todo, ambos compartían un mismo enemigo, y ese enemigo no era otro que los mismos EEUU.

Además, los soviéticos consideraban a china como su hijo más adelantado, así que, lo menos que querían era un enfrentamiento entre ambos, un enfrentamiento que hubiera sido las delicias de occidente.

De tal modo que una vez ambos países comprendieron que el enemigo común eran precisamente los EEUU, y que sin una unión verdadera entre ellos quedarían en desventaja ante la OTAN, ambos países, Rusia y china, iniciaron un proceso de integración política y económica; pues, como dice el refrán, la unión hace la fuerza; y el enemigo de tu amigo, también es tu enemigo; en este caso, era enemigo de ambos, lo que hacía más deseable esta alianza entre ellos.

Pero después llegó Donald Trump, y como lo repito, los gringos actúan con las vísceras, con los impulsos salvajes, más no con la razón; y es por eso que en un afán de humillar y perjudicar a china, el expresidente estadounidense inició su guerra comercial y tecnológica contra china; esto con el objetivo de detener su desarrollo económico, tecnológico y científico; pero jamás se imaginó que el efecto sería precisamente el contrario; es decir, que China iniciara un desarrollo industrial y científico acelerado para ya no depender más de occidente. Asimismo, jamás se imaginó que esta guerra comercial y tecnológica contra china solo aceleraría el proceso de integración entre Rusia y china, así como la rápida desdolarización del planeta; esto debido a que el resto del mundo comprendió que el dólar es solo un instrumento de presión y coerción política de Washington, así como un salvavidas para su economía, pues el mundo al aceptar dólares estadounidenses en su comercio exterior, solo están subsidiando la economía estadounidense.

Pero después vino la otra metedura de pata de EEUU, esta vez a patas de Joe Biden, actual presidente de los EEUU; esta otra metedura de pata de Joe Biden fue el tratar de integrar a ucrania a la OTAN, si no como miembro de pleno derecho, sí como socio preferencial; esto con el propósito de convertir a Ucrania en un centro de promoción antirrusa, así como para desplegar las fuerzas militares de la OTAN en territorio ucraniano, justo a las fronteras de Rusia y a solo unos cientos de kilómetros de Moscú, la capital rusa; con lo que la capital rusa quedaba a tiro de piedra ante los misiles occidentales.

Esta situación, la de ucrania, desencadenó la respuesta rusa y se inició la operación militar especial; algo que, quizá, Washington no tenía contemplado, pues pensó, tal como en el caso de China, que Rusia no respondería y que solo se quedaría mirando. No obstante, Rusia sí respondió, ante lo cual EEUU y sus aliados iniciaron una guerra económica total contra Rusia. Situación que llevó, una vez más, a una rápida integración entre Rusia y china, acelerando con ello el desarrollo de esta alianza entre ambas potencias nucleares.

De tal modo que ahora mismo china se ha convertido en el principal cliente de la energía rusa, así como el principal mercado para los productos rusos; productos que fueron vetados tanto en la unión europea, como en los mismos EEUU; productos tales como el mismo petróleo, gas, carbón y fertilizantes.

Pero además de esta integración económica, la misma integración política entre china y Rusia se ha acelerado todavía más, de tal modo que China no solo se ha rehusado a condenar la operación militar especial de Rusia en Ucrania, sino que abiertamente rechaza todas las sanciones impuestas contra Moscú por occidente; de tal modo que no sólo no las sigue, sino que también ha aumentado el comercio con Rusia.

Pero la alianza no es solo de carácter comercial, sino que ahora mismo también es de carácter político y, sobre todo, de carácter militar; de tal modo que aun el mismo presidente chino, Xi Jinping, ha declarado que la alianza entre Rusia y china no tiene límites.

Pero, por último, llega la metedura de pata final de Joe Biden, y de su gobierno, con la presente visita de Nancy Pelosi a Taiwán. Que, si bien no se logró el objetivo que planeó Washington, es decir, que China derribara el avión de Nancy Pelosi y hundiera el portaaviones estadounidense, si se logró humillar, entre comillas, al gobierno chino y a su ejército, pues China, pese a todas las advertencias que hizo, no derribó el avión de Pelosi, ni hundió el portaaviones estadounidense.

Y es que, si bien Pekín advirtió que haría todo lo necesario para evitar la visita de Pelosi a Taiwán, incluso derribando su avión, en realidad, solo intentaba evitar esta visita de Pelosi a la isla rebelde, más no intentaba desatar una guerra, pues lo que quería era demostrar al mundo su capacidad disuasoria, evitando así que la supuesta primera potencia militar del mundo hiciera lo que quisiese en su territorio; porque recordemos que Taiwán es parte de china.

Y es aquí donde llega precisamente el triunfo inmediato de china, no el triunfo definitivo, pero sí el inmediato; y ese triunfo fue haber logrado que EEUU reconociera a Taiwán como parte de china; pues no olvidemos que el gobierno estadounidense salió a decir que, si bien no impedirían el arribo de Pelosi a Taiwán, sí que reconocían la soberanía indiscutible de china sobre la isla, así como que Taiwán formaba parte inalienable de la misma china comunista.

Esto lo declaró el gobierno estadounidense para tratar de calmar la ira de Pekín, lo que, al final, se constituye en triunfo contundente de china, pues logró hacer que Washington reconociera ante el mundo entero que Taiwán forma parte inseparable de China.

Pero el triunfo definitivo de china vendrá después; ese triunfo será su autosuficiencia tecnológica y científica, pero, sobre todo, su alianza definitiva con Rusia.

Y es que Pekín necesita de Rusia si quiere enfrentarse a toda la OTAN y a sus aliados; pues, no sólo Rusia es el mayor productor de energía del mundo, así como de otros productos esenciales para la industria, productos tales como el mismo gas, los fertilizantes, los productos petroquímicos, etcétera; si no que, ante todo, Rusia también es una fuente inagotable de conocimiento científico y tecnológico, lo que le vendrá muy bien a china para lograr su independencia tecnológica de occidente. De tal modo que ambos países, Rusia y china, se complementan mutuamente.

Y esto es lo que finalmente no consideró occidente con su última agresión contra china: la alianza total entre rusos y chinos.  

Situación que, al final, traerá la destrucción de occidente, si no materialmente, sí económicamente; y eso ya lo estamos viendo con la estanflación no vista en más de 45 años, tanto en EEUU, como en la misma unión europea.  De tal forma que aún el dólar norteamericano y el euro europeo, se derrumban ante sus similares ruso y chino, el rublo y el yuan, respectivamente.

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