Consecuencias no previstas de visita de Pelosi a Taiwán: Alianza total entre Rusia y China; autosuficiencia tecnológica y científica del Gigante asiático; recuperación de Taiwán; humillación total de EEUU reconociendo soberanía china.
Hace
solo dos días atrás la presidenta de la cámara de representantes de los
EEUU visitaba la isla de Taiwán, esto pese a todas las advertencias que
hiciera el gobierno de china para evitar que se concluyera la visita;
sin embargo, pese a que finalmente logró su cometido, esta acción de la
funcionaria estadounidense no quedará sin respuesta.
EEUU, más bien, sus líderes políticos, hacen las cosas con las patas y actúan antes de pensar.
Es
decir, sus acciones son impulsivas antes que razonadas; pues si bien
por el momento se salieron con la suya, no piensan en las consecuencias a
futuro; porque aunque China amenazó con derribar el avión de Nancy
Pelosi, y con destruir el portaviones Ronald Reagan de la armada de los
EEUU, cosas que finalmente no realizó, las consecuencias de las acciones
de la funcionaria estadounidense apenas y comienzan, y serán aún más
graves que si china hubiera derribado su avión y destruido el
portaaviones estadounidense. Pues, contrario al gobierno norteamericano,
el gobierno chino sí piensa y sabía perfectamente que no era el momento
para iniciar una guerra frontal y sin cuartel contra EEUU.
Porque
si el ejército chino hubiera derribado el avión que transportaba a
Nancy Pelosi, inmediatamente también hubiera tenido que hundir el
portaaviones estadounidense, pues este sin duda hubiera intentado
contraatacar. Eso, se entiende, hubiera llevado a una guerra total y sin
cuartel entre EEUU y sus aliados, contra china.
Y eso es
precisamente lo que buscaba la tal Nancy Pelosi con su visita a Taiwán:
iniciar una guerra contra China, para después acusar a Pekín de agredir
sin razón, para intentar con ello poner al mundo en su contra.
Pero
el gobierno chino no es tonto, y ellos ven las cosas desde una
perspectiva más amplia y más a futuro, no como los EEUU que no razonan
sus acciones y solo actúan para el momento; es decir, los
estadounidenses solo actúan visceralmente, mientras que los chinos
actúan con la cabeza, es decir, solo toman decisiones razonadas.
EEUU
pretendía humillar a china dejándola en evidencia. O sea, llevaron a
cabo esta provocación para demostrar al mundo que, según ellos, los
chinos son sólo pura charlatanería y no cumplen sus amenazas. O sea,
EEUU intentó demostrar que sus acciones siempre quedan impunes y que
nadie se atreve a desafiarlos; demostrando con ello, aparentemente, que
china es un dragón de papel y que no tiene las agallas para defenderse.
Sin
embargo, esto es totalmente contrario a la realidad; China no sólo no
es un dragón de papel, como lo quiere hacer creer EEUU, si no que,
llegado el momento, puede destrozar a cualquiera; solo que, sí ahora no
lo hizo, es sólo porque no es el mejor momento para hacerlo. Y aunque
sobre el papel China quedó como un cobarde, en realidad, china tomó la
mejor decisión, de tal modo que el mejor momento para el enfrentamiento
no es hoy.
China aún no está completamente preparada para una
guerra total contra occidente y sus lacayos asiáticos, lacayos tales
como el mismo Japón, Australia, corea del sur, Nueva Zelanda, etcétera. Y
eso lo sabe perfectamente el gobierno chino, por eso decidió no tomar
acciones militares, por el momento.
Aparentemente este era el
momento adecuado para recuperar Taiwán, así como para humillar al
ejército de los EEUU, sin embargo, no era así; pues, sí bien China
hubiera destruido el grupo de ataque comandado por el portaaviones
estadounidense USS Ronald Reagan, así como haber logrado el control
total de Taiwán en solo unas semanas, se le hubiera venido encima toda
la OTAN, así como los aliados de EEUU en Asia; por lo que la Guerra
hubiera sido muy desgastante para china, sobre todo porque estaría sola
contra más de 40 países, con EEUU a la cabeza de todos ellos.
Además,
china ahora mismo está inmersa en una renovación total de su ejército,
construyendo en estos momentos su cuarto portaaviones, mientras que el
tercero apenas ha comenzado las pruebas oficiales, por lo que, en la
práctica, China solo dispone actualmente de dos portaaviones en servicio
plenamente operativos.
Mientras que la OTAN, junto a sus
aliados asiáticos, dispone de más de 20 portaaviones, además de una
enorme cantidad de otras armas estratégicas, armas tales como aviones de
combate, submarinos, bombarderos estratégicos, y misiles, tanto de
crucero, como balísticos, equipados tanto con ojivas atómicas, como con
ojivas convencionales; ante lo cual, a todas luces, china se encontraba
en desventaja.
Es por eso que el gobierno chino decidió esperar,
pues si hubiera iniciado la guerra, la modernización de su ejército
hubiera sido mucho más difícil y complicada porque occidente hubiera
dejado de suministrarle componentes esenciales para sus modernas armas;
caso similar a lo que ha pasado con sus empresas tecnológicas, empresas
tales como ZTE, y la misma Huawei; empresas que se han visto en
problemas debido precisamente a la falta de microchips de fabricación
occidental.
Pues esto mismo hubiera pasado con todo el resto de
la industria tecnológica de china, tanto del sector civil, como del
sector militar.
Desde que EEUU, con su anterior presidente,
Donald Trump, inició la guerra comercial y tecnológica contra china, el
país está en un proceso acelerado de sustitución de las tecnologías
occidentales, así como de sus productos, productos tales como los mismos
microchips.
Pero ese proceso está en plena fase de desarrollo, y
aún faltan algunos años para que china se haga autosuficiente en todas
las tecnologías y productos clave de los que actualmente depende de
occidente; tanto así que sus empresas de semiconductores ya fabrican
microchips de 7 nanómetros, mientras que las empresas occidentales,
incluido Taiwán, ya están fabricando microchips de 2 nanómetros; pero
como sea, la industria china se desarrolla aceleradamente y en pocos
años habrá alcanzado a la industria occidental, tanto en tecnología,
como en ciencia.
Entonces sí, china ya no temerá enfrentarse
abiertamente a occidente, pues todo lo que necesite su industria, tanto
civil, como militar, los estarán produciendo ellos mismos, y entonces
serán inmunes a las sanciones occidentales; con lo que, en caso de
desatarse un conflicto entre ellos y los países occidentales, china
podrá continuar su desarrollo, así como fabricando todo lo que necesite,
tanto en el sector civil, como en el sector militar. Y eso es de suma
importancia en una guerra, pues el que sea más autosuficiente, tendrá
más chance de salir victorioso.
Y eso es precisamente lo que
trató de evitar EEUU con esta nueva provocación contra china. Es decir,
trataron de iniciar una guerra para acorralar a china y destruirla antes
de que alcance la autosuficiencia; y no solo que la alcance, sino que
también los deje atrás.
Sin embargo, como lo repito, los gringos
solo piensan en el momento, mientras que china piensa a futuro; Los
chinos piensan estratégicamente, mientras que los estadounidenses solo
actúan según sus impulsos salvajes.
Pero además de estas
consecuencias inmediatas, es decir, la aceleración del desarrollo
industrial y científico de china, hay otra que es quizá, si no más
importante, sí igual de importante que el mismo desarrollo económico de
China; y esa otra consecuencia es la creación definitiva de una alianza
militar y económica entre los dos principales rivales de occidente, es
decir, entre Rusia y china.
Como todos sabrán, esta alianza
entre Rusia y china se ha venido gestando desde hace años, pero la
guerra comercial y tecnológica iniciada por el anterior presidente
norteamericano aceleró este proceso de integración entre las dos
potencias euroasiáticas.
China tenía cierto recelo de Rusia,
pues siendo Rusia la heredera directa de la extinta Unión Soviética (la
URSS), Pekín les tenía cierta animadversión; pues recordemos que ambas
potencias, es decir, la extinta unión soviética y la misma china, tenían
diferencias ideológicas y ambas trataban de liderar el bloque
comunista; diferencias que incluso llevaron a conatos de enfrentamiento
militar; sin embargo, nunca hubo un choque militar directo entre ambas
potencias; pues, ante todo, ambos compartían un mismo enemigo, y ese
enemigo no era otro que los mismos EEUU.
Además, los soviéticos
consideraban a china como su hijo más adelantado, así que, lo menos que
querían era un enfrentamiento entre ambos, un enfrentamiento que hubiera
sido las delicias de occidente.
De tal modo que una vez ambos
países comprendieron que el enemigo común eran precisamente los EEUU, y
que sin una unión verdadera entre ellos quedarían en desventaja ante la
OTAN, ambos países, Rusia y china, iniciaron un proceso de integración
política y económica; pues, como dice el refrán, la unión hace la
fuerza; y el enemigo de tu amigo, también es tu enemigo; en este caso,
era enemigo de ambos, lo que hacía más deseable esta alianza entre
ellos.
Pero después llegó Donald Trump, y como lo repito, los
gringos actúan con las vísceras, con los impulsos salvajes, más no con
la razón; y es por eso que en un afán de humillar y perjudicar a china,
el expresidente estadounidense inició su guerra comercial y tecnológica
contra china; esto con el objetivo de detener su desarrollo económico,
tecnológico y científico; pero jamás se imaginó que el efecto sería
precisamente el contrario; es decir, que China iniciara un desarrollo
industrial y científico acelerado para ya no depender más de occidente.
Asimismo, jamás se imaginó que esta guerra comercial y tecnológica
contra china solo aceleraría el proceso de integración entre Rusia y
china, así como la rápida desdolarización del planeta; esto debido a que
el resto del mundo comprendió que el dólar es solo un instrumento de
presión y coerción política de Washington, así como un salvavidas para
su economía, pues el mundo al aceptar dólares estadounidenses en su
comercio exterior, solo están subsidiando la economía estadounidense.
Pero
después vino la otra metedura de pata de EEUU, esta vez a patas de Joe
Biden, actual presidente de los EEUU; esta otra metedura de pata de Joe
Biden fue el tratar de integrar a ucrania a la OTAN, si no como miembro
de pleno derecho, sí como socio preferencial; esto con el propósito de
convertir a Ucrania en un centro de promoción antirrusa, así como para
desplegar las fuerzas militares de la OTAN en territorio ucraniano,
justo a las fronteras de Rusia y a solo unos cientos de kilómetros de
Moscú, la capital rusa; con lo que la capital rusa quedaba a tiro de
piedra ante los misiles occidentales.
Esta situación, la de
ucrania, desencadenó la respuesta rusa y se inició la operación militar
especial; algo que, quizá, Washington no tenía contemplado, pues pensó,
tal como en el caso de China, que Rusia no respondería y que solo se
quedaría mirando. No obstante, Rusia sí respondió, ante lo cual EEUU y
sus aliados iniciaron una guerra económica total contra Rusia. Situación
que llevó, una vez más, a una rápida integración entre Rusia y china,
acelerando con ello el desarrollo de esta alianza entre ambas potencias
nucleares.
De tal modo que ahora mismo china se ha convertido en
el principal cliente de la energía rusa, así como el principal mercado
para los productos rusos; productos que fueron vetados tanto en la unión
europea, como en los mismos EEUU; productos tales como el mismo
petróleo, gas, carbón y fertilizantes.
Pero además de esta
integración económica, la misma integración política entre china y Rusia
se ha acelerado todavía más, de tal modo que China no solo se ha
rehusado a condenar la operación militar especial de Rusia en Ucrania,
sino que abiertamente rechaza todas las sanciones impuestas contra Moscú
por occidente; de tal modo que no sólo no las sigue, sino que también
ha aumentado el comercio con Rusia.
Pero la alianza no es solo
de carácter comercial, sino que ahora mismo también es de carácter
político y, sobre todo, de carácter militar; de tal modo que aun el
mismo presidente chino, Xi Jinping, ha declarado que la alianza entre
Rusia y china no tiene límites.
Pero, por último, llega la
metedura de pata final de Joe Biden, y de su gobierno, con la presente
visita de Nancy Pelosi a Taiwán. Que, si bien no se logró el objetivo
que planeó Washington, es decir, que China derribara el avión de Nancy
Pelosi y hundiera el portaaviones estadounidense, si se logró humillar,
entre comillas, al gobierno chino y a su ejército, pues China, pese a
todas las advertencias que hizo, no derribó el avión de Pelosi, ni
hundió el portaaviones estadounidense.
Y es que, si bien Pekín
advirtió que haría todo lo necesario para evitar la visita de Pelosi a
Taiwán, incluso derribando su avión, en realidad, solo intentaba evitar
esta visita de Pelosi a la isla rebelde, más no intentaba desatar una
guerra, pues lo que quería era demostrar al mundo su capacidad
disuasoria, evitando así que la supuesta primera potencia militar del
mundo hiciera lo que quisiese en su territorio; porque recordemos que
Taiwán es parte de china.
Y es aquí donde llega precisamente el
triunfo inmediato de china, no el triunfo definitivo, pero sí el
inmediato; y ese triunfo fue haber logrado que EEUU reconociera a Taiwán
como parte de china; pues no olvidemos que el gobierno estadounidense
salió a decir que, si bien no impedirían el arribo de Pelosi a Taiwán,
sí que reconocían la soberanía indiscutible de china sobre la isla, así
como que Taiwán formaba parte inalienable de la misma china comunista.
Esto
lo declaró el gobierno estadounidense para tratar de calmar la ira de
Pekín, lo que, al final, se constituye en triunfo contundente de china,
pues logró hacer que Washington reconociera ante el mundo entero que
Taiwán forma parte inseparable de China.
Pero el triunfo
definitivo de china vendrá después; ese triunfo será su autosuficiencia
tecnológica y científica, pero, sobre todo, su alianza definitiva con
Rusia.
Y es que Pekín necesita de Rusia si quiere enfrentarse a
toda la OTAN y a sus aliados; pues, no sólo Rusia es el mayor productor
de energía del mundo, así como de otros productos esenciales para la
industria, productos tales como el mismo gas, los fertilizantes, los
productos petroquímicos, etcétera; si no que, ante todo, Rusia también
es una fuente inagotable de conocimiento científico y tecnológico, lo
que le vendrá muy bien a china para lograr su independencia tecnológica
de occidente. De tal modo que ambos países, Rusia y china, se
complementan mutuamente.
Y esto es lo que finalmente no consideró occidente con su última agresión contra china: la alianza total entre rusos y chinos.
Situación
que, al final, traerá la destrucción de occidente, si no materialmente,
sí económicamente; y eso ya lo estamos viendo con la estanflación no
vista en más de 45 años, tanto en EEUU, como en la misma unión europea.
De tal forma que aún el dólar norteamericano y el euro europeo, se
derrumban ante sus similares ruso y chino, el rublo y el yuan,
respectivamente.
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