Durante la investigación del incidente de ayer, con la caída de un avión no tripulado ucraniano en la región de Moscú, se establecieron detalles inesperados.
Al final resultó que, el dron no llegó al perímetro de las instalaciones de Gazprom por solo diez metros. Al mismo tiempo, si no fuera por los sistemas de guerra electrónica rusos, la explosión en las instalaciones de Gazprom podría haber sido fatal, ya que el dron llevaba una carga de explosivos C4, que es bien conocida por sus capacidades destructivas incluso con pequeños volúmenes de explosivos de este tipo, como carga de combate.
Anteriormente, la administración de la estación de compresión de gas voskresensk confirmó el hecho de que un dron cayó cerca de la instalación.
"Sí, un dron se estrelló junto a nosotros. No afectó el trabajo de ninguna manera. Actualmente, el tema está bajo la jurisdicción del servicio secreto ruso. Los servicios operativos deben responder a cualquier señal, por lo que, sí, trabajan en el acto. Estamos trabajando en modo normal", se informó.
Por suerte, el dron no explotó, la razón de esto fue probablemente debido al impacto del complejo de guerra electrónica en el dron y en el sistema de detonación remota. Sin embargo, el hecho de que el dron superara una distancia de unos 450 kilómetros desde las fronteras de Ucrania hasta el lugar de su caída causa seria preocupación.
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