Ramzan Kadyrov informó recientemente por medio de su cuenta de Instagram que batallones de fuerzas especiales chechenas están desplegados en el norte de Siria en un esfuerzo por proteger “la paz y el orden público” en esta región del país árabe, citado por el diario británico The Independent.
“Los soldados están orgullosos de servir para proteger la paz y el orden público en Alepo, defendiendo a la población civil de los ataques terroristas”, así suscribió Kadyrov junto a un video que hasta el momento lo han visto casi 100.000 internautas.
El anuncio se produce después de que el vicepresidente del parlamento checheno, Adam Delimjanov, viajara a Siria junto al Mufti Salaj-Hadzhi Mezhiyev, donde conoció a Maher al-Asad, hermano del mandatario sirio, Bashar al-Asad, y allí el legislador checheno visitó un regimiento de la policía militar rusa, donde los soldados chechenos están sirviendo. Kadyrov en ocasiones ha mostrado su admiración por el jefe de Estado sirio.
La misión de las fuerzas especiales chechenas es custodiar la base aérea rusa de Hmeimim, cerca de la ciudad costera de Latakia, en noroeste de Siria, según el rotativo británico que además indica que tal presencia comenzó en diciembre de 2016.
En línea con estas afirmaciones, los medios rusos aseguran que los chechenos han estado distribuyendo a sus tropas en una base cerca de la capital chechena Grozny, unos folletos de información que incluían frases básicas en árabe e insignias de facciones armadas en Alepo, noroeste de Siria.
Asimismo, una vez que Kadyrov confirmase que efectivos militares de su país están en el norte de Siria, los medios de comunicación cercanos al Kremlin comenzaron a publicar imágenes de los batallones chechenos que patrullaban las calles de Alepo y repartían comida a civiles de la urbe.
“Para el Kremlin, enviar chechenos es una muy buena solución estratégicamente porque el despliegue no va a resonar en la sociedad rusa”, así asevera Katya Sokirianskaia, que es una analista internacional rusa al periódico británico.
De acuerdo con Katya, Moscú de esta forma evita un costo político, humano y militar de un importante despliegue en norte de Siria, puesto que todavía en Rusia recuerdan la amarga derrota de la ocupación soviética de Afganistán (1979-1989), cuando sufrió pérdidas asombrosas a manos de los combatientes talibanes.
Rusia a petición de Damasco comenzó en septiembre de 2015 su campaña en contra del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe). Kadyrov aseguró una vez que fuerzas especiales de Chechenia se habían infiltrado en las filas de la banda takfirí en Siria y proveían inteligencia a las fuerzas rusas.
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