México se pronuncia a favor de abandonar el tratado de libre comercio de América del norte (TLC o NAFTA) si no logra una re-negociación favorable del acuerdo económico.
Secretario de economía de México, Ildefonso Guajardo Villarreal |
A Canadá no le preocupa mucho la re-negociación, pues Trump no ha hablado nada contra ellos, por lo que se deduce que está conforme con el tratado con ellos, o al menos los considera unos socios confiables y necesarios, pero con México la cosa es diferente.
Canadá tiene acuerdos de libre comercio con EEUU desde antes de la firma del TLC, además de existir tratados de asociación estratégica firmados entre ambos con anterioridad, como lo son el tratado de reciprocidad económica firmado en 1855 entre la entonces colonia inglesa (Hoy conocida como Canadá) y el gobierno yanki; o el firmado en el año de 1988 conocido como FTA, que no es otra cosa que un acuerdo de libre comercio entre ambos países. Así que si Estados unidos decide deshacer el TLC eso no afectaría en nada a Canadá y, por lo tanto, lo que pase con el TLC no preocupa mucho a Canadá, pero no así a México.
Por lo tanto, Canadá declara que está muerto el TLC y por consiguiente deja sólo a México en la re-negociación.
Lo que el país azteca debería hacer es re-negociar el TLC pero manteniendo una posición firme, o de plano abandonarlo y firmar un tratado de libre comercio sólo con Canadá.
Si Canadá y los EEUU incluyeron a México en el TLC fue sólo con el objetivo de apropiarse de sus recursos naturales además de impedir el desarrollo del país, y de esa manera evitar un posible adversario en el sur.
Es la primera vez que el gobierno mexicano, a través de su secretario de economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, manifiesta una posibilidad de abandonar el TLC.
No olvidemos que en el pasado se escucharon voces mexicanas que pedían la re-negociación del acuerdo de libre comercio o su definitivo abandono, y hoy gracias a Donald Trump es posible. Lo triste es que tuvimos que esperar a que alguien mas lo propusiera y no nosotros.
Creo es un buen comienzo para las autoridades mexicanas el mostrar una cierta independencia con respecto a los deseos de Washington; pero no perdamos de vista que no es casual está discrepancia entre ambos países.
El gobierno mexicano siempre ha sido servil a los intereses extranjeros, más específicamente a los intereses yankis, y hoy no es la excepción; si se pronuncian a favor de abandonar el TLC y muestran una cierta firmeza hacia Trump, es motivado sólo por el hecho de que ellos están con la élite estadounidense, con el stablishment yanki, un stablishment que en estos momentos está en pugna con Donald Trump.
Trump ha traído un terremoto a la política estadounidense y ha resquebrajado todas las instituciones claves del poder en la sombra. Él muestra una política independiente -al menos en apariencia- de los deseos de la élite que gobernó todos estos años anteriores; que si es acertada o no, eso ya es otro tema.
Entonces, si México dice estar dispuesto a abandonar el TLC y regir el comercio entre ambos países bajo las reglas de la organización mundial del comercio (OMC) a la que ambos países pertenecen, es sólo porque están alineados con el stablishment norteamericano, ése stablishment que está contra Trump y su visión revolucionaria del mundo.
Aunque a decir verdad, lo que a México le conviene es re-negociar el tratado de libre comercio, tal como pretende Trump, pero dejando bien claro los intereses de México, sin permitir que nos impongan sus deseos pero mostrando cierta flexibilidad, voluntad para con Trump.
¿Y por que lo digo?, pues porque EEUU sigue siendo la primera potencia militar del mundo, además de ser la segunda economía mundial, después de China, además de tenerlos de vecinos.
Y también porque si bien Trump se ha mostrado hostil hacia los mexicanos, también es cierto que él representa una nueva visión del mundo, una visión revolucionaria que probablemente será para beneficio de la humanidad, al menos será diferente al modelo de nuevo orden mundial impuesto hasta ahora por los poderes fácticos que gobiernan en la sombra a los EEUU y a gran parte del planeta, entre ellos México.
Entonces, ¿nos conviene re-negociar el TLC?
Pues conviene llevar una buena relación con Trump -si es qué es posible-, una relación de respeto, pero no de sumisión, de vasallaje; y es por eso si bien alabo la postura firme que está mostrando el gobierno mexicano hacia los deseos de Trump, también sugiero tener una mente más abierta e inteligente y no dejarse llevar por pasiones irracionales. Después de todo, al re-negociar el TLC tal vez sea posible eliminar del mismo todo aquello que nos perjudica, o al menos lograr algunos beneficios extra para México, claro, eso es solo factible si las autoridades ahora sí se ponen las pilas y razonan las decisiones antes de firmar los documentos, pero, sobre todo, si anteponen los intereses de la nación a sus propios intereses, sino, que los echen de la administración pública y los fusilen a todos por vende patrias.
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