SANTIAGO (Sputnik) — La decisión del presidente Donald Trump de poner fin a la participación de EEUU en el Acuerdo Transpacífico (TPP) es un "suicidio comercial" pues hará más difícil a su país el acceso a otros mercados, afirmó la economista chilena Luz María Koch a Sputnik.
"Es un suicidio comercial, porque lo que busca el presidente Trump es proteger y potenciar la industria local, pero eso debiera ser para ambos lados, porque se le cierra la puerta a las importaciones, pero también se ponen trabas a las exportaciones de Estados Unidos y a sus principales destinos", señaló la académica de la privada Universidad Finis Terrae.
Según Koch, ingeniera comercial, el proteccionismo del nuevo Gobierno y las posibles barreras que pondrá al comercio exterior, activaron las alertas de China, que ha protagonizado una serie de acuerdos económicos para ampliar la integración del gigante asiático, por ejemplo, con Latinoamérica.
Eso se vio en el marco de la última cumbre de la Alianza del Pacífico, que se llevó a cabo en Lima en noviembre, junto a la posterior visita oficial que el presidente de China, Xi Jinping, realizó a Ecuador y a Chile, donde firmó 12 pactos bilaterales.
"La reacción de China es muy positiva, ya que nos permite acceder y profundizar nuestra relación con una economía de 1.300 millones de habitantes, lo que para ellos también es una oportunidad, porque América Latina es un mercado emergente con mucho potencial", aseveró Koch.
Por otra parte, el previsible fin del TPP puede realzar mecanismos de integración regional como el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Alianza del Pacífico y los tratados que se logren en el contexto del Foro APEC, que "tomarán más fuerza en vista de que su crecimiento natural es hacia afuera y su motor es crecer en exportaciones y volumen", opinó.
"Para las economías emergentes de la región, esta situación es muy atractiva y supone una muy buena oportunidad en todos los sentidos, porque se cierra una alternativa de comercio para las economías de escala, pero se abre otra muy potente como China y Asia Pacífico", observó.
En términos más generales, Koch cree que el crecimiento y activación económica tanto de Estados Unidos como de China son beneficiosos para Chile, ya que ambos países son sus mayores socios comerciales y destinos de sus principales exportaciones, los alimentos y el cobre.
El canciller de Chile, Heraldo Muñoz, confirmó que su país no insistirá en el TPP "tal como está" y confirmó que en marzo se reunirán en este país sudamericano los ministros de comercio y exteriores de algunos miembros del TPP y de los países de la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, Perú y México), encuentro al que se sumarán China y Corea del Sur, para "evaluar el futuro del comercio global".
El TPP se firmó a comienzos de 2016 luego de más de seis años de negociaciones, pero su entrada en vigor requería la ratificación parlamentaria de países que sumaran al menos el 85 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del bloque, algo imposible con el retiro de EEUU, que aportaba 60% del PIB grupal.
Los demás firmantes del TPP son Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.
Eso se vio en el marco de la última cumbre de la Alianza del Pacífico, que se llevó a cabo en Lima en noviembre, junto a la posterior visita oficial que el presidente de China, Xi Jinping, realizó a Ecuador y a Chile, donde firmó 12 pactos bilaterales.
"La reacción de China es muy positiva, ya que nos permite acceder y profundizar nuestra relación con una economía de 1.300 millones de habitantes, lo que para ellos también es una oportunidad, porque América Latina es un mercado emergente con mucho potencial", aseveró Koch.
Por otra parte, el previsible fin del TPP puede realzar mecanismos de integración regional como el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Alianza del Pacífico y los tratados que se logren en el contexto del Foro APEC, que "tomarán más fuerza en vista de que su crecimiento natural es hacia afuera y su motor es crecer en exportaciones y volumen", opinó.
"Para las economías emergentes de la región, esta situación es muy atractiva y supone una muy buena oportunidad en todos los sentidos, porque se cierra una alternativa de comercio para las economías de escala, pero se abre otra muy potente como China y Asia Pacífico", observó.
En términos más generales, Koch cree que el crecimiento y activación económica tanto de Estados Unidos como de China son beneficiosos para Chile, ya que ambos países son sus mayores socios comerciales y destinos de sus principales exportaciones, los alimentos y el cobre.
El canciller de Chile, Heraldo Muñoz, confirmó que su país no insistirá en el TPP "tal como está" y confirmó que en marzo se reunirán en este país sudamericano los ministros de comercio y exteriores de algunos miembros del TPP y de los países de la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, Perú y México), encuentro al que se sumarán China y Corea del Sur, para "evaluar el futuro del comercio global".
El TPP se firmó a comienzos de 2016 luego de más de seis años de negociaciones, pero su entrada en vigor requería la ratificación parlamentaria de países que sumaran al menos el 85 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del bloque, algo imposible con el retiro de EEUU, que aportaba 60% del PIB grupal.
Los demás firmantes del TPP son Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.
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