En su columna de opinión de El Universal, Salvador García Soto escribió este lunes, que Ricardo Anaya actual dirigente del PAN y Santiago Creel visitaron Los Pinos, el pasado viernes 20 de enero. “Pasaron una de las puertas más secretas para llegar al despacho de Enrique Peña Nieto”, señala.
“El encuentro fue largo; más de dos horas después, al salir de la casa presidencial pasada la media noche, los panistas llevaban bajo el brazo dos acuerdos y un pacto rumbo al 2018: Jose֭fina Vázquez Mota sería candidata al Estado de México y el PRI reconocería su eventual triunfo; y para la elección presidencial, Peña y su partido ofrecían apoyo al PAN para ayudarlo a ganar la presidencia y evitar así un posible triunfo de Andrés Manuel López Obrador”, asegura.
Peña Nieto en vez de centrarse en defender a México frente a las amenazas de Donald Trump, prefiere dividir más a los mexicanos, cerrando el paso a López Obrador, añade. “Esta alianza no es nueva, en 2006 y 2012— panistas y priístas identificaban como su enemigo común a López Obrador”.
De acuerdo al columnista, gobernadores confirmaron por boca de Anaya, que Peña Nieto “pidió unir fuerzas en 2018” así evitar llegada de AMLO a la presidencia de México, “como claman muchos mexicanos”.
“Los argumentos de Peña Nieto para pedir el apoyo del PAN y comprometer el del priísmo en 2018 fueron dos: el primero, que estaban conscientes que al PRI no le darían los números, con ningún candidato, para pelear la presidencia y, segundo, que desde Estados Unidos la nueva administración de Donald Trump les había dicho que no querían a López Obrador en la presidencia en 2018”.
Para que todos ganaran con el pacto, se reconocería el apoyo y reconocimiento del gobierno federal al triunfo de Josefina Vázquez Mota.
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