AJN.- El primer ministro Binyamin Netanyahu caracterizó la condena de homicidio dictado el miércoles a Elor Azaria por matar a un terrorista neutralizado, como un “día difícil y doloroso”. Los jueces tardaron más de dos horas en emitir su veredicto, derribando las reivindicaciones de la defensa una tras otra.
“Este es un día difícil y doloroso para todos nosotros”, dijo en un comunicado que se produjo unas ocho horas después de la condena. “Hago un llamamiento a todos los ciudadanos para que se comporten responsablemente con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), sus oficiales y el jefe de Estado Mayor. Tenemos un ejército que es el fundamento de nuestra existencia. Los soldados de las FDI son hijos e hijas de todos y deben permanecer por encima de todos los desacuerdos”.
Inmediatamente después del incidente, Netanyahu emitió una declaración que “la FDI espera que sus soldados se comporten con compostura y de acuerdo con las reglas de combate”, agregando que el incidente en Hebrón no “representa los valores de las FDI”. Sin embargo, dos días más tarde escribió un post de Facebook diciendo: “Las FDI son un ejército moral que no ejecuta a la gente. Los soldados de las FDI han absorbido con sus cuerpos los ataques terroristas contra ciudadanos israelíes y merecen apoyo”, y añadió que confiaba en que la FDI realizaría una investigación exhaustiva y justa “como siempre”.
“Confíe en las FDI, en el jefe de Estado Mayor, en nuestros comandantes y soldados y en nuestro sistema de justicia “, según le dijo el primer ministro israelí al padre de Azaria en una llamada telefónica.
En abril, Netanyahu manifestó: “Nuestros soldados no son asesinos. Actúan contra los asesinos, y espero que se encuentre el camino para equilibrar la acción y el contexto general del incidente”. Al día siguiente dijo que estaba seguro de que el tribunal militar tendría en cuenta todas las circunstancias que rodearon el incidente.
El juicio de Azaria, que fue capturado en una película en el incidente del 24 de marzo, ha dividido a la nación, como fue evidenciado por los enfrentamientos violentos entre la policía y los partidarios de Azaria fuera de la sala del tribunal. Un panel de tres jueces determinó después del juicio contencioso de ocho meses que el tiroteo de Azaria contra Sharif no estaba justificado. La sentencia debía ser dictada en una fecha posterior.
Los jueces rechazaron las afirmaciones de Azaria de que había actuado en legítima defensa, temiendo que Sharif pudiera haber estado usando un chaleco de explosivos. Señalaron el testimonio de varias personas en la escena que Azaria había dicho originalmente que Sharif necesitaba ser asesinado por venganza por apuñalar a un soldado. Más tarde, la defensa de Azaria llegó con la historia de que temía que Sharif pudiera seguir siendo peligroso, dijeron los jueces.
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