El lenguaje utilizado últimamente por los políticos de EE.UU. refleja que Washington se prepara activamente para la guerra contra Rusia, dice un informe.
Esta es la única conclusión que, según asegura el portal estadounidense World Socialist Website este sábado, se puede extraer del lenguaje utilizado por los principales políticos republicanos y demócratas en las últimas semanas para describir a Rusia y al presidente ruso, Vladimir Putin.
Tillerson, aunque respondió que Rusia es una amenaza significativa para los intereses de EE.UU., se abstuvo de repetir el lenguaje de Rubio, lo que llevó a la senadora demócrata Jeanne Shaheen a expresar su consternación por el hecho de que Tillerson "no estaba dispuesto a aceptar la caracterización del senador Rubio de Vladimir Putin como un criminal de guerra".
¿Es Vladimir Putin un criminal de guerra? (...) ¿Cree usted que Vladimir Putin y sus compinches son responsables de ordenar el asesinato de incontables disidentes, periodistas y opositores políticos?", cuestionó el senador Marco Rubio (republicano de Florida) al dirigirse al candidato para secretario de Estado en el Gobierno entrante de Donald Trump, Rex Tillerson, durante una audiencia celebrada el miércoles.
Algo similar ocurrió un día después al nominado para secretario de Defensa, el general James Mattis. Durante la sesión, el senador republicano John McCain declaró que Washington estará "comprometido en un conflicto global por el futuro previsible... El poder [militar] importa, tenerlo, amenazarlo, aprovecharlo para la diplomacia y en ocasiones usarlo", apostilló.
Recordemos que el mes pasado McCain calificó a Putin de "matón y asesino" y denunció que el hackeo de los correos electrónicos del Partido Demócrata, cuya autoría atribuyen a Rusia, es un "acto de guerra".
Estos y otros ejemplos, indica el informe, muestran como durante décadas, en particular en el cuarto de siglo transcurrido desde la disolución de la Unión Soviética, los medios de comunicación estadounidenses y el establishment político "han utilizado un guión antes de realizar cada guerra de agresión".
Por ejemplo, aludió a la invasión de Irak y a cómo EE.UU. se preparó para la ocupación convirtiendo al dictador Saddam Husein, antes aliado, en el "carnicero de Bagdad", y a cómo los medios se centraron en el dictador libio Muamar Gadafi, que fue asesinado antes de ir a juicio por crímenes de guerra.
Este guión, añade el informe, siempre termina del mismo modo: con EE.UU. organizando operaciones de cambio de régimen y guerra. Por ello el informe advierte de que la siguiente etapa de la ofensiva, al parecer orquestada contra Rusia, amenaza con tener consecuencias catastróficas para el mundo entero.
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