En días anteriores se informó por medios especializados rusos sobre la primera misión de combate del dron pesado Sukhoi S-70 Ojotnik en Ucrania; esta sería la primera misión en combate real para el modernísimo dron ruso.
Recordemos que esta aeronave fue diseñada pensando en servir de compañero de combate para el moderno avión caza ruso de quinta generación plus, el Su-57. Su tarea sería la de servir de compañero de armas para el avión ruso pilotado por un ser humano; de tal modo que podría entrar en combate, ya sea de manera autónoma, o en coordinación con el Su-57; asimismo, serviría como una especie de guardaespaldas para el caza ruso de quinta generación, evitando de esta manera que el avión ruso entre directamente a la batalla, quedando fuera de la línea de fuego (el Su-57) para entrar en batalla sólo como último recurso.
Por otro lado, esta aeronave rusa además de combate aéreo también puede realizar bombardeos a superficie, ya sea en tierra, o en mar; de tal modo que ha sido concebido como una aeronave multipropósito y apta para operar en cualquier condición climática; tal como sucede con su hermano mayor, el Su-57.
Porque no olvidemos que ambas aeronaves, el Su-57 y el Ojotnik S-70, comparten armas y motores, entre otros elementos; por lo tanto, el Ojotnik podría considerarse una versión reducida y autónoma del propio Su-57.
Este dron ruso es de unas importantes dimensiones, lo que le permite una amplia autonomía de vuelo, así como una buena capacidad de carga, lo que se traduce en un amplio repertorio de armas a bordo, ya sea en forma de misiles, como en forma de bombas, tanto guiadas, como de caída libre, o de las más modernas, las equipadas con un sistema de planeo universal, como las actualmente utilizadas por el ejército ruso para golpear las posiciones del ejército ucraniano de manera efectiva y precisa.
Además, no olvidemos que este nuevo dron ruso de ataque es de características furtivas, por lo que está capacitado para penetrar las defensas antiaéreas enemigas sin ser detectado para realizar de esta manera mortíferos ataques en el corazón mismo del territorio del enemigo. Esta aeronave ya se podría considerar de sexta generación porque reúne muchas de las características de los aviones de dicha generación, características como lo son el vuelo autónomo controlado por inteligencia artificial, la capacidad furtiva, y el vuelo supersónico sin postcombustión, además de armas de energía dirigida, como lo son las armas láser y los cañones de microondas.
De este modo, el dron ruso pesado Ojotnik recibe su bautismo de fuego sobre los cielos de ucrania; y tal como sucedió con la incursión de los modernos aviones de combate rusos de quinta generación plus, los Su-57, en ningún momento fue detectado y, mucho menos, derribado; de tal modo que su paso por ucrania fue como el paso de un fantasma, y nadie supo, y nadie lo miró, porque debido a su capacidad furtiva pasó desapercibido para los radares ucranianos, así como para los radares de la misma OTAN.
No se sabe exactamente qué objetivos fueron destruidos por el dron ruso Ojotnik, pero sin duda se trató de objetivos estratégicos, como lo podrían ser instalaciones militares, o centros de comando, tanto de la misma ucrania, como de los campamentos y sedes de los asesores militares extranjeros, entiéndase, de la OTAN.
Porque no olvidemos que el avión ruso de quinta generación, el Su-57, se ha utilizado activamente para destruir tanto instalaciones militares en Ucrania, como para derribar sus aviones de combate; para ello se ha recurrido a los modernos misiles hipersónicos rusos, tanto en su versión aire-aire, como en su versión aire-superficie. Y específicamente estamos hablando de los misiles para combate aéreo más allá del horizonte visual, el R-37. Este es un misil de velocidad hipersónica, así como de un muy largo alcance, de algo así como 400 km. Este misil, el R-37, se ha utilizado para derribar aeronaves ucranianas, tanto a los MiG-29, como a los Su-27, Su-25 y Su-24 ucranianos.
Asimismo, el avanzado avión caza ruso, el Su-57, puede lanzar los modernos misiles hipersónicos Kinzhal (Daga, en español) en su versión miniaturizada, de tal modo que como en el caso del misil aire-aire R-37, este misil, el Kinzhal, es prácticamente indetectable e imbatible, pues debido a la enorme velocidad que alcanza, de hasta 10 mach, es imposible de derribar y detectar. El Misil Kinzhal está diseñado para destruir objetivos tanto en tierra, como en mar. Y si bien el Kinzhal para el Su-57 es menos potente que el Kinzhal normal, como el que utilizan los aviones interceptores supersónicos rusos, los MiG-31, también tiene una importante autonomía, de algo así como 1000 Km (el Kinzhal para los MiG-31 tiene un alcance de hasta 3000 km), lo que permite destruir cualquier objetivo en el territorio de ucrania, como en el mar negro.
Por otro lado, como ya lo mencioné, el moderno dron pesado de ataque ruso, el Ojotnik S-70, también puede utilizar prácticamente todas las armas diseñadas para el Su-57, lo que significa que puede utilizar tanto el misil hipersónico R-37, como el Kinzhal en su versión light, lo que lo convierte en una aeronave autónoma formidable que ha recibido su bautismo de fuego en Ucrania y que próximamente entrará a producción en serie una vez comprobadas sus sobresalientes características.
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