"Hoy, una vez más, me dirijo a todos los ciudadanos de Rusia. Gracias por su resistencia, unidad y patriotismo. Esta solidaridad cívica ha demostrado que cualquier chantaje, cualquier intento de crear agitación interna están condenados al fracaso", enfatizó.
"Repito, hubo la máxima consolidación de la sociedad, del Ejecutivo y Legislativo a todos los niveles. Las organizaciones públicas, las confesiones religiosas, los principales partidos políticos y, de hecho, toda la sociedad rusa adoptaron una posición firme e inequívoca de apoyo al orden constitucional. Todos estaban unidos y por lo principal: la responsabilidad por el destino de la patria", remarcó el líder ruso.
"Debo subrayar que desde el comienzo mismo de los acontecimientos se tomaron con rapidez todas las decisiones necesarias para neutralizar la amenaza, proteger el orden constitucional, la vida y la seguridad de nuestros ciudadanos", destacó el mandatario.
"Una insurrección armada habría sido aplastada en cualquier caso. Los organizadores del motín, a pesar de su pérdida de sensatez, no podían no entender esto. Se daban cuenta de eso y de que lo que emprendieron ellos fue una acción criminal para dividir y debilitar al país, que ahora se enfrenta a una enorme amenaza externa, a una presión sin precedentes desde el exterior. Cuando en el frente con las palabras '¡Ni un paso atrás!' están muriendo nuestros camaradas", abundó Putin.
"Sin embargo, los organizadores del motín, traicionando a su país, a su pueblo, traicionaron también a aquellos a quienes arrastraron al crimen. Les mintieron, los empujaron a la muerte, bajo el fuego, para disparar a los suyos", condenó.
"Este era el resultado, el fratricidio, que querían los enemigos de Rusia: los neonazis de Kiev, sus patrocinadores occidentales y todo tipo de traidores nacionales. Querían que los soldados rusos se mataran entre sí, querían que murieran militares y civiles, para que al final Rusia perdiera y nuestra sociedad se dividiera y asfixiara en sangrientas luchas intestinas", evaluó.
"Se frotaban las manos soñando con vengarse de sus fracasos en el frente y durante la llamada contraofensiva, pero calcularon mal", estimó el presidente del país euroasiático.
"Doy las gracias a todos nuestros militares, fuerzas del orden y servicios especiales que se interpusieron en el camino de los insurgentes, que permanecieron fieles a su deber, a su juramento y a su pueblo. El valor y la abnegación de los heroicos aviadores caídos han salvado a Rusia de trágicas consecuencias destructivas", indicó.
"Al mismo tiempo, sabíamos y sabemos que la gran mayoría de los combatientes y comandantes del Grupo Wagner son también patriotas de Rusia, leales a su pueblo y al Estado. Lo demostraron con su valor en el campo de batalla, liberando Donbás y Novorossiya. Hubo un intento de utilizarlos de forma oscura contra sus hermanos de armas, con los que habían luchado juntos por el país y su futuro", sostuvo en el mensaje televisado.
"Por lo tanto, desde el principio de los acontecimientos, se tomaron medidas siguiendo mis instrucciones directas para evitar un gran derramamiento de sangre", señaló.
"También se necesitó tiempo, entre otras cosas, para dar oportunidad a los que se habían equivocado de entrar en razón, de darse cuenta de que sus acciones eran firmemente rechazadas por la sociedad y de comprender las trágicas y destructivas consecuencias para Rusia y para nuestro Estado, a las que conducía la aventura en la que se vieron envueltos", precisó.
"Doy las gracias a los soldados y comandantes del Grupo Wagner que tomaron la única decisión correcta: no conducir al derramamiento de sangre fratricida, detenerse en la última línea. Hoy tienen la oportunidad de seguir sirviendo a Rusia, firmando un contrato con el Ministerio de Defensa u otros servicios de seguridad o de regresar con sus seres queridos. Los que quieran también pueden ir a Bielorrusia", explicó.
"Mi promesa se cumplirá. Repito: la elección la hará cada uno de ustedes, pero estoy seguro de que será la elección de los soldados rusos que han comprendido su trágico error", aseguró.
Putin agregó: "Agradezco al presidente de Bielorrusia, Alexander Grigorievich Lukashenko, sus esfuerzos y su contribución a la resolución pacífica de la situación".
"Pero, una vez más, fue el espíritu patriótico de los ciudadanos, la consolidación de toda la sociedad rusa lo que desempeñó un papel decisivo en aquellos días. Este apoyo hizo posible que juntos superáramos las pruebas más difíciles para nuestra patria. Les doy las gracias por ello. Les agradezco", finalizó.
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