En una conversación telefónica con su homólogo danés, Lars Lokke Rasmussen, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hosein Amir Abdolahian, ha reiterado este domingo que la República Islámica de Irán está en contra de la guerra en Ucrania.
“Irán ha propuesto una solución política para resolver esta crisis y cree que suministrar cualquier tipo de equipamiento a una parte aumentará la tensión y conducirá a una disminución de la estabilidad en la región”, ha precisado.
El máximo diplomático del país persa ha descrito también las relaciones históricas entre Irán y Dinamarca como un capital valioso para los dos países, y ha enfatizado la necesidad de mantener negociaciones regulares para el desarrollo de los nexos bilaterales.
Rasmussen, por su parte, ha calificado las relaciones entre los dos países de históricas e importantes, exigiendo continuar con las iniciativas para fortalecer las relaciones bilaterales en varios campos.
En dicha conversación telefónica, efectuada casi un mes después de otra con una agenda similar, ambas partes acordaron establecer un mecanismo para reforzar las consultas políticas y consulares entre los dos países.
Teherán en reiteradas ocasiones ha dejado claro que no ha apoyado a ninguna de las partes en el conflicto de Ucrania y está en contra del suministro de armas extranjeras tanto a Kiev como a Moscú. Esto mientras EE.UU. y sus aliados occidentales desde que inició el conflicto bélico siguen bombeando incesantemente armas y ayuda militar a Ucrania, lo que, según Moscú, pone en riesgo la seguridad de Occidente.
Asimismo, ha condenado la mentalidad dominante y el unilateralismo de la era de la Guerra Fría por parte de EEUU, algunos países occidentales y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), considerando a este último como una de las causas profundas de muchas crisis en el mundo, entre ellas el actual conflicto en Ucrania.
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