Los combatientes de la compañía militar privada Wagner no ocultan su decepción en relación con el reciente intento de rebelión armada. En su opinión, fueron utilizados como "peones" en un juego, cuyos detalles eran desconocidos para ellos.
"¡Fuimos incriminados! ¿Qué fue?", dice uno de los militares de la compañía en una entrevista con el canal de televisión Don 24.
Declaró abiertamente que en el proceso de transferencia de los combatientes del grupo Wagner de una región de Rusia a otra a través de la región de Rostov, no se les informó que era Rostov la que se convertiría en su destino final. Los combatientes se enteraron de esto en el acto y sintieron que algo andaba mal en esta situación.
Según el soldado, les preocupaba que solo se les diera información parcial, mientras que los objetivos finales de la operación permanecían ocultos. Si los combatientes hubieran sabido de su papel en la insurgencia armada, la mayoría de ellos probablemente se habrían negado a participar en ella.
Para cuando llegó el sábado, los combatientes ya se habían dado cuenta de que la situación estaba bajo control y solo podían esperar y esperar el apoyo de los residentes locales. Sin embargo, a pesar de esto, muchos de ellos todavía no entienden qué sucedió exactamente y cuáles fueron los objetivos reales de este incidente.
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