Los disturbios se intensificaron en la zona tras unas elecciones locales celebradas en abril, boicoteadas por los serbios étnicos, que dieron la victoria en cuatro municipios de mayoría serbia en el norte de Kosovo a candidatos de etnia albanesa. Los albaneses constituyen el 90% de la población de Kosovo.
Su investidura la semana pasada, con la que se procedió a pesar de una participación electoral del 3,5%, suscitó las críticas de Estados Unidos, que apoyan de la independencia de Kosovo de Serbia declarada en 2008. Como consecuencia, Washington canceló la participación de Pristina en un ejercicio de la OTAN.
La Unión Europea dijo que seguirá hablando con ambas partes.
"La OTAN permanecerá vigilante", dijo el jefe de la alianza militar, Jens Stoltenberg, al margen de una reunión de la OTAN celebrada en Oslo. "Nuestro mensaje tanto a Belgrado como a Pristina es que tienen que participar de buena fe en el diálogo facilitado por la UE".
Stoltenberg afirmó que la OTAN está dispuesta a enviar más soldados a Kosovo, además de las 700 que ya están en camino, para reforzar la actual fuerza de 4.000 soldados de mantenimiento de la paz de la Fuerza Internacional de Seguridad para Kosovo (KFOR), después de que 30 soldados de mantenimiento de la paz y 52 manifestantes de etnia serbia resultaran heridos el lunes.
La población de etnia serbia, mayoritaria en el norte de Kosovo, nunca ha aceptado la declaración de independencia del país de 2008, considerando Belgrado su capital más de dos décadas después del levantamiento de los albanokosovares contra el Gobierno serbio.
CRUCE DE CULPAS
"Serbia tiene que asumir su pasado", declaró a Reuters la presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani, al margen de una cumbre europea celebrada en Moldavia, acusando a Belgrado de desestabilizar Kosovo al apoyar a lo que calificó de "bandas criminales" en el norte del país.
A su llegada a la cumbre de Moldavia, el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, dijo que Kosovo debe retirar a los que calificó de "supuestos alcaldes" de los cuatro municipios, afirmando que ello contribuirá a rebajar las tensiones.
Los serbios del norte de Kosovo llevan mucho tiempo exigiendo la aplicación de un acuerdo alcanzado en 2013 con la mediación de la UE para crear una asociación de municipios autónomos en su zona.
En la localidad septentrional de Leposavic, soldados de la OTAN protegen desde el lunes el ayuntamiento, donde se encuentra uno de los cuatro alcaldes de etnia albanesa. Manifestantes de etnia serbia se congregaron frente al edificio, rodeado de alambre de espino, y colocaron una bandera serbia sobre una valla.
Lulzim Hetemi, que restó importancia al reto que supone estar encerrado en el edificio, declaró al diario Albanian Post a última hora del miércoles: "Nunca he estado mejor (...). Estoy comiendo como en un hotel".
En los otros tres distritos -Zubin Potok, Zvecan y Mitrovica Norte- los nuevos alcaldes no han trabajado desde los ayuntamientos, ayudando a mantener la calma en esas zonas.
Kosovo declaró su independencia casi una década después de que los bombardeos de la OTAN expulsaran a la policía y el ejército serbios de su antigua provincia. Serbia y unos 50.000 serbios del norte de Kosovo no reconocen la autoridad de Pristina y consideran Kosovo parte de Serbia.
La OTAN envía tropas a Kosovo mientras Pristina y Belgrado intercambian acusaciones (msn.com)
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