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martes, 28 de febrero de 2023

OTAN: Rusia incapaz de escalar el conflicto ucraniano hasta una guerra nuclear

Así es, El subsecretario general adjunto de la OTAN, Mircea Geoana, afirmó que Rusia “no tiene la capacidad” ni la intención de convertir la guerra de Ucrania en un conflicto nuclear, y que solo está usando la retórica para intimidar a Occidente.

Estas declaraciones del líder de la OTAN tienen por objetivo minimizar la amenaza real de una tercera guerra mundial nuclear; para ello recurre a técnicas propagandísticas tratando de minimizar la capacidad nuclear de Rusia; sin embargo, una guerra nuclear en realidad es muy probable dadas las circunstancias actuales en torno al conflicto en Ucrania; conflicto que se ve incentivado precisamente por los países miembros de la OTAN a través del envío de miles de armas y miles de soldados a ucrania a luchar del lado del ejército de Kiev.

La OTAN envía constantemente armas pesadas y de largo alcance a ucrania para ser utilizadas contra las fuerzas armadas rusas; asimismo, desplaza miles de soldados para luchar en la guerra del lado de ucrania; que si bien no son oficialmente soldados de la OTAN, sí son mercenarios occidentales exmiembros de las fuerzas militares de la misma OTAN, así como voluntarios; pero lo que es aún más importante, muchas veces se trata en realidad de soldados aun activos de la OTAN disfrazados de mercenarios y voluntarios; destacando sobre todo el caso de Polonia y Turquía; países ambos que han financiado a miles de mercenarios occidentales en ucrania para luchar contra las fuerzas rusas.

Ante esta situación el gobierno ruso ha manifestado que no se descarta el uso del armamento nuclear táctico para eliminar esta amenaza a su seguridad nacional, así como a su integridad territorial y contra sus ciudadanos.

De tal modo que la flota rusa del mar negro actualmente está armada con misiles nucleares tácticos, y, asimismo, Rusia a suspendido su participación en el tratado de reducción de armas estratégicas nucleares, tratado mejor conocido como START III, o New Horizont.

Estos dos pasos tomados por Rusia son en preparación a un posible conflicto nuclear con la OTAN, pues no por nada el presidente ruso, Vladimir Putin, ha manifestado que el gobierno ruso no puede dejar de considerar el arsenal nuclear de la OTAN en su conjunto, y no solo el de EEUU, razón por la cual se ha decidido en suspender la participación de Rusia en el llamado acuerdo nuclear START III.

Estos dos pasos tomados por Rusia se entienden que son en previsión de un eventual conflicto nuclear con la OTAN, pues estos últimos no dejan de armar al gobierno ucraniano con cada vez más y mejor armamento, armamento que ya no solo es defensivo, sino que ahora mismo se trata de armamento puramente ofensivo y, además, de largo alcance, por lo que una buena parte del territorio ruso ahora se ve amenazado por estas armas transferidas recientemente por los países occidentales a Ucrania.

Y como ya lo advirtiera anteriormente, esta situación obligará al gobierno ruso a tomar medidas más drásticas y más potentes, volviéndose casi imposible no considerar el uso de armas nucleares tácticas para eliminar esta amenaza a la federación rusa de la manera más rápida y efectiva posible.

Inclusive el expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dimitri Medvedev, ha declarado que no se descarta en absoluto un ataque nuclear preventivo contra las fuerzas armadas ucranianas desplazadas a la frontera con la región de Transnistria; región separatista de Moldavia y región apoyada por el ejército ruso a través del desplazamiento de un contingente militar de paz ruso hacia su territorio. Y esta amenaza ucraniana de desencadenar un nuevo conflicto en la región de Transnistria seria precisamente contra las fuerzas de paz rusas ahí desplegadas, así como contra la autoproclamada República Moldava Pridnestroviana, república mejor conocida precisamente como Transnistria.

De este modo el gobierno ucraniano, apoyado y dirigido por sus aliados occidentales, busca desencadenar un nuevo frente contra Rusia; en este caso, en la región separatista de Transnistria; esto con el objetivo de dispersar a las fuerzas rusas, o, más bien, ponerlas en una situación de aprensión, es decir, en un estado de excitación, y que debido a ese estado de ánimo cometan errores fatales, o, de menos, agotarlas aún más abriendo un segundo frente de batalla; un frente de batalla que estaría aislado de sus fronteras. es por eso que Rusia no descarta la utilización de armamento nuclear táctico para eliminar esa amenaza, pues por medios tradicionales sería imposible de evitar esta invasión de Transnistria al quedar lejos de las fronteras rusas y anclada en el corazón de la OTAN. Con esta estrategia ucrania y los países occidentales buscan obligar a Rusia a dividir sus esfuerzos por liberar el Donbás y la región de kherson y Zaporozhie para enfocarse más en apoyar a la región de Transnistria.

Además, los ucranianos y sus amos occidentales también buscan abrir un nuevo frente propagandístico contra Rusia, haciendo ver a Rusia como un país agresor, cuando los agredidos han sido ellos mismos: agredidos primeramente por el ejército ucraniano y sus milicias extremistas armadas, y después por esta nueva agresión de ucrania contra la población de origen ruso que habita precisamente la región de Transnistria, exactamente como pasó en el caso de las repúblicas separatistas del Donbás, hoy repúblicas de Lugansk y Donetsk incorporadas a la federación rusa, pues estas sufrieron la agresión constante de Kiev hasta que Rusia intervino para su liberación.

Pues eso mismo que hicieron los ucranianos, y sus amos de la OTAN, con los exciudadanos ucranianos de origen ruso de la región del Donbás, ahora mismo lo buscan repetir, pero ahora en la región separatista de Transnistria ; solo que ahora al quedar lejos del territorio ruso, y no habiendo otra forma de defenderla, Rusia tendrá que recurrir a un ataque nuclear táctico para destruir las posiciones del ejército ucraniano que amenazan a la región de Transnistria.

Es por eso que en el aire se respira un olor a guerra nuclear; y es por eso que las autoridades rusas han manifestado que no se descartan el uso del arsenal nuclear táctico; y se entiende que la utilización de estas armas puede escalar el conflicto ucraniano a un conflicto nuclear.

Es por eso que El subsecretario general adjunto de la OTAN trata de minimizar este riesgo diciendo que Rusia no tiene la capacidad de escalar el conflicto hasta una guerra nuclear; sin embargo, eso es exactamente lo que está buscando Washington y sus lacayos europeos con estas agresiones contra Rusia; que Rusia responda con un ataque nuclear táctico.

 Si el subsecretario general adjunto de la OTAN  dice a la opinión pública occidental que Rusia no tiene la capacidad de lanzar un ataque  nuclear, lo dice simplemente para que los ciudadanos occidentales se confíen y no protesten contra la guerra; es decir, que lo que quieren los líderes occidentales es evitar que sobre el inconsciente colectivo surja la idea de que realmente puede desencadenarse un conflicto nuclear, y que, además, Rusia representa realmente un peligro para su supervivencia; aunque claro, Rusia sólo estaría defendiéndose de ellos; tratan de evitar que esta idea surja en la opinión pública occidental para que así no protesten, esto con el objetivo de dejarles vía libre para que ellos, los políticos occidentales y sus amos, desencadenen finalmente una guerra atómica. 

Ese es el verdadero objetivo de Washington y sus lacayos europeos: desencadenar un conflicto atómico con Rusia.

Y eso de que Rusia no tiene la capacidad de escalar el conflicto hasta una guerra nuclear es la mentira más grande del mundo, pues Rusia sí que tiene la capacidad de desencadenar una guerra nuclear global por sí sola.  No por nada la federación rusa es el país con el mayor número de ojivas atómicas del mundo, así como el país con la cantidad más grande de misiles con capacidad nuclear; y no solo eso, Rusia es el único país del mundo que dispone actualmente de misiles intercontinentales hipersónicos con capacidad nuclear, destacando el caso del misil pesado de combustible sólido Sarmat, alias Satán 2 para los occidentales.  Este misil tiene un alcance de más de 17 mil km, y una velocidad límite de 27 mach; además, puede transportar hasta 15 ojivas atómicas de guiado individual, o 5 planeadores hipersónicos nucleares Avangard.

Además de este misil hipersónico intercontinental que puede alcanzar cualquier lugar del planeta en tan solo 10 minutos, Rusia también dispone de múltiples vectores de lanzamiento de ojivas atómicas de otro tipo, vectores tales como los misiles de crucero hipersónicos Kinzhal y Zircón, misiles que pueden ser lanzados tanto desde submarinos y bombarderos estratégicos, como desde aeronaves y buques de guerra de superficie, como los que integran la flota rusa del mar negro, flota que ya ha sido armada precisamente con  estos misiles hipersónicos nucleares.

Estos misiles, los hipersónicos, son prácticamente indetectables e imbatibles, situación que ya se ha demostrado fehacientemente en el actual conflicto en Ucrania; tanto así que nada más ver despegar los aviones interceptores supersónicos MiG-31 (portadores de los misiles hipersónicos Khinzal) en toda ucrania y los países de la OTAN se activan alertas generalizadas de ataque aéreo; pues, como lo repito, estos misiles son indetectables e imbatibles, aun para los sistemas antiaéreos occidentales más modernos.

De tal forma que las declaraciones del subsecretario general adjunto de la OTAN, Mircea Geoana, no son más que puras patrañas inventadas por él y sus amos para calmar a la opinión pública y que esta no proteste contra el suministro de armas occidentales a Ucrania, así como por la financiación de la misma guerra, tanto a través del envío de armas, como de mercenarios y recursos financieros.

Esto con el único objetivo de que el estallido de la primera bomba nuclear los agarre completamente desprevenidos, y una vez iniciado el conflicto nuclear, no haya poder humano que lo detenga.

El por qué hacen esto, solamente ellos lo saben; sin embargo, si queremos saber quién lo organiza, solo debemos de ver a quién beneficia; y a quién beneficia es precisamente al establishment y gobierno norteamericano, así como a su aparato militar industrial; ellos son los que realmente están ganando con esta guerra; no por nada volaron los gasoductos Nord Stream para asegurarse que así sea.

Sin embargo, de desencadenarse una guerra nuclear, ningún lugar del mundo estará a salvo, mucho menos el territorio estadounidense, pues ese sería el objetivo principal de los misiles nucleares rusos, chinos y norcoreanos.  Y como lo repito, la guerra tardará sólo 10 minutos en golpear suelo estadounidense, y nada ni nadie lo podrá evitar porque contra los misiles hipersónicos rusos no hay defensa posible actualmente, y no la habrá en muchos, muchísimos años.

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