Así es, El subsecretario general adjunto de la OTAN, Mircea Geoana,
afirmó que Rusia “no tiene la capacidad” ni la intención de convertir la
guerra de Ucrania en un conflicto nuclear, y que solo está usando la
retórica para intimidar a Occidente.
Estas declaraciones del
líder de la OTAN tienen por objetivo minimizar la amenaza real de una
tercera guerra mundial nuclear; para ello recurre a técnicas
propagandísticas tratando de minimizar la capacidad nuclear de Rusia;
sin embargo, una guerra nuclear en realidad es muy probable dadas las
circunstancias actuales en torno al conflicto en Ucrania; conflicto que
se ve incentivado precisamente por los países miembros de la OTAN a
través del envío de miles de armas y miles de soldados a ucrania a
luchar del lado del ejército de Kiev.
La OTAN envía
constantemente armas pesadas y de largo alcance a ucrania para ser
utilizadas contra las fuerzas armadas rusas; asimismo, desplaza miles de
soldados para luchar en la guerra del lado de ucrania; que si bien no
son oficialmente soldados de la OTAN, sí son mercenarios occidentales
exmiembros de las fuerzas militares de la misma OTAN, así como
voluntarios; pero lo que es aún más importante, muchas veces se trata en
realidad de soldados aun activos de la OTAN disfrazados de mercenarios y
voluntarios; destacando sobre todo el caso de Polonia y Turquía; países
ambos que han financiado a miles de mercenarios occidentales en ucrania
para luchar contra las fuerzas rusas.
Ante esta situación el gobierno ruso ha manifestado que no se descarta el uso del armamento nuclear táctico para eliminar esta amenaza a su seguridad nacional, así como a su integridad territorial y contra sus ciudadanos.
De tal modo que la flota rusa del mar negro actualmente está armada con misiles nucleares tácticos, y, asimismo, Rusia a suspendido su participación en el tratado de reducción de armas estratégicas nucleares, tratado mejor conocido como START III, o New Horizont.
Estos dos pasos tomados
por Rusia son en preparación a un posible conflicto nuclear con la OTAN,
pues no por nada el presidente ruso, Vladimir Putin, ha manifestado que
el gobierno ruso no puede dejar de considerar el arsenal nuclear de la
OTAN en su conjunto, y no solo el de EEUU, razón por la cual se ha
decidido en suspender la participación de Rusia en el llamado acuerdo
nuclear START III.
Estos dos pasos tomados por Rusia se entienden
que son en previsión de un eventual conflicto nuclear con la OTAN, pues
estos últimos no dejan de armar al gobierno ucraniano con cada vez más y
mejor armamento, armamento que ya no solo es defensivo, sino que ahora
mismo se trata de armamento puramente ofensivo y, además, de largo
alcance, por lo que una buena parte del territorio ruso ahora se ve
amenazado por estas armas transferidas recientemente por los países
occidentales a Ucrania.
Y como ya lo advirtiera anteriormente, esta situación obligará al gobierno ruso a tomar medidas más drásticas y más potentes, volviéndose casi imposible no considerar el uso de armas nucleares tácticas para eliminar esta amenaza a la federación rusa de la manera más rápida y efectiva posible.
Inclusive el expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dimitri Medvedev, ha declarado que no se descarta en absoluto un ataque nuclear preventivo contra las fuerzas armadas ucranianas desplazadas a la frontera con la región de Transnistria; región separatista de Moldavia y región apoyada por el ejército ruso a través del desplazamiento de un contingente militar de paz ruso hacia su territorio. Y esta amenaza ucraniana de desencadenar un nuevo conflicto en la región de Transnistria seria precisamente contra las fuerzas de paz rusas ahí desplegadas, así como contra la autoproclamada República Moldava Pridnestroviana, república mejor conocida precisamente como Transnistria.
De este modo el gobierno ucraniano, apoyado y dirigido por sus aliados occidentales, busca desencadenar un nuevo frente contra Rusia; en este caso, en la región separatista de Transnistria; esto con el objetivo de dispersar a las fuerzas rusas, o, más bien, ponerlas en una situación de aprensión, es decir, en un estado de excitación, y que debido a ese estado de ánimo cometan errores fatales, o, de menos, agotarlas aún más abriendo un segundo frente de batalla; un frente de batalla que estaría aislado de sus fronteras. es por eso que Rusia no descarta la utilización de armamento nuclear táctico para eliminar esa amenaza, pues por medios tradicionales sería imposible de evitar esta invasión de Transnistria al quedar lejos de las fronteras rusas y anclada en el corazón de la OTAN. Con esta estrategia ucrania y los países occidentales buscan obligar a Rusia a dividir sus esfuerzos por liberar el Donbás y la región de kherson y Zaporozhie para enfocarse más en apoyar a la región de Transnistria.
Además, los ucranianos y sus amos occidentales también buscan abrir un nuevo frente propagandístico contra Rusia, haciendo ver a Rusia como un país agresor, cuando los agredidos han sido ellos mismos: agredidos primeramente por el ejército ucraniano y sus milicias extremistas armadas, y después por esta nueva agresión de ucrania contra la población de origen ruso que habita precisamente la región de Transnistria, exactamente como pasó en el caso de las repúblicas separatistas del Donbás, hoy repúblicas de Lugansk y Donetsk incorporadas a la federación rusa, pues estas sufrieron la agresión constante de Kiev hasta que Rusia intervino para su liberación.
Pues eso mismo que hicieron los ucranianos, y sus amos de la OTAN, con los exciudadanos ucranianos de origen ruso de la región del Donbás, ahora mismo lo buscan repetir, pero ahora en la región separatista de Transnistria ; solo que ahora al quedar lejos del territorio ruso, y no habiendo otra forma de defenderla, Rusia tendrá que recurrir a un ataque nuclear táctico para destruir las posiciones del ejército ucraniano que amenazan a la región de Transnistria.
Es
por eso que en el aire se respira un olor a guerra nuclear; y es por
eso que las autoridades rusas han manifestado que no se descartan el uso
del arsenal nuclear táctico; y se entiende que la utilización de estas
armas puede escalar el conflicto ucraniano a un conflicto nuclear.
Es
por eso que El subsecretario general adjunto de la OTAN trata de
minimizar este riesgo diciendo que Rusia no tiene la capacidad de
escalar el conflicto hasta una guerra nuclear; sin embargo, eso es
exactamente lo que está buscando Washington y sus lacayos europeos con
estas agresiones contra Rusia; que Rusia responda con un ataque nuclear
táctico.
Si el subsecretario general adjunto de la OTAN dice a
la opinión pública occidental que Rusia no tiene la capacidad de lanzar
un ataque nuclear, lo dice simplemente para que los ciudadanos
occidentales se confíen y no protesten contra la guerra; es decir, que
lo que quieren los líderes occidentales es evitar que sobre el
inconsciente colectivo surja la idea de que realmente puede
desencadenarse un conflicto nuclear, y que, además, Rusia representa
realmente un peligro para su supervivencia; aunque claro, Rusia sólo
estaría defendiéndose de ellos; tratan de evitar que esta idea surja en
la opinión pública occidental para que así no protesten, esto con el
objetivo de dejarles vía libre para que ellos, los políticos
occidentales y sus amos, desencadenen finalmente una guerra atómica.
Ese es el verdadero objetivo de Washington y sus lacayos europeos: desencadenar un conflicto atómico con Rusia.
Y
eso de que Rusia no tiene la capacidad de escalar el conflicto hasta
una guerra nuclear es la mentira más grande del mundo, pues Rusia sí que
tiene la capacidad de desencadenar una guerra nuclear global por sí
sola. No por nada la federación rusa es el país con el mayor número de
ojivas atómicas del mundo, así como el país con la cantidad más grande
de misiles con capacidad nuclear; y no solo eso, Rusia es el único país
del mundo que dispone actualmente de misiles intercontinentales
hipersónicos con capacidad nuclear, destacando el caso del misil pesado
de combustible sólido Sarmat, alias Satán 2 para los occidentales. Este
misil tiene un alcance de más de 17 mil km, y una velocidad límite de
27 mach; además, puede transportar hasta 15 ojivas atómicas de guiado
individual, o 5 planeadores hipersónicos nucleares Avangard.
Además
de este misil hipersónico intercontinental que puede alcanzar cualquier
lugar del planeta en tan solo 10 minutos, Rusia también dispone de
múltiples vectores de lanzamiento de ojivas atómicas de otro tipo,
vectores tales como los misiles de crucero hipersónicos Kinzhal y
Zircón, misiles que pueden ser lanzados tanto desde submarinos y
bombarderos estratégicos, como desde aeronaves y buques de guerra de
superficie, como los que integran la flota rusa del mar negro, flota que
ya ha sido armada precisamente con estos misiles hipersónicos
nucleares.
Estos misiles, los hipersónicos, son prácticamente
indetectables e imbatibles, situación que ya se ha demostrado
fehacientemente en el actual conflicto en Ucrania; tanto así que nada
más ver despegar los aviones interceptores supersónicos MiG-31
(portadores de los misiles hipersónicos Khinzal) en toda ucrania y los
países de la OTAN se activan alertas generalizadas de ataque aéreo;
pues, como lo repito, estos misiles son indetectables e imbatibles, aun
para los sistemas antiaéreos occidentales más modernos.
De tal
forma que las declaraciones del subsecretario general adjunto de la
OTAN, Mircea Geoana, no son más que puras patrañas inventadas por él y
sus amos para calmar a la opinión pública y que esta no proteste contra
el suministro de armas occidentales a Ucrania, así como por la
financiación de la misma guerra, tanto a través del envío de armas, como
de mercenarios y recursos financieros.
Esto con el único
objetivo de que el estallido de la primera bomba nuclear los agarre
completamente desprevenidos, y una vez iniciado el conflicto nuclear, no
haya poder humano que lo detenga.
El por qué hacen esto,
solamente ellos lo saben; sin embargo, si queremos saber quién lo
organiza, solo debemos de ver a quién beneficia; y a quién beneficia es
precisamente al establishment y gobierno norteamericano, así como a su
aparato militar industrial; ellos son los que realmente están ganando
con esta guerra; no por nada volaron los gasoductos Nord Stream para
asegurarse que así sea.
Sin embargo, de desencadenarse una guerra
nuclear, ningún lugar del mundo estará a salvo, mucho menos el
territorio estadounidense, pues ese sería el objetivo principal de los
misiles nucleares rusos, chinos y norcoreanos. Y como lo repito, la
guerra tardará sólo 10 minutos en golpear suelo estadounidense, y nada
ni nadie lo podrá evitar porque contra los misiles hipersónicos rusos no
hay defensa posible actualmente, y no la habrá en muchos, muchísimos
años.
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