Putin anuncia el despliegue del misil Satán II, capaz de transportar 10 cabezas nucleares y 16 ojivas termonucleares, y que tiene una potencia de 2.000 veces mayor que la bomba de Hiroshima, esto podría marcar el inicio de una posible guerra nuclear.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, dio a conocer la noticia en el marco del Día del Defensor de la Patria, en el que también anunció la entrega masiva de los misiles hipersónicos Kinzhal y Tsirkon a las Fuerzas Armadas.
El SS-X-30 Sarmat, también conocido como «Satán II» o «Misil del Juicio Final», es un cohete capaz de alcanzar un objetivo a 6.000 kilómetros de distancia, aunque su rango podría oscilar hasta los 17.000 km.
Es capaz de superar todos los sistemas de defensa antimisiles modernos y puede alcanzar objetivos tanto en el Polo Norte como en el Sur.
Según los medios rusos, puede llevar 10 cabezas nucleares de gran tamaño, 16 más pequeñas, 15 ojivas termonucleares MIRV o 3 deslizadores hipersónicos Avangard.
El cohete Satán II pesa 208.1 toneladas, mide en torno a 35,5 metros de largo y tres metros de diámetros, y permite alojar hasta 178 toneladas de combustible líquido.
Rusia ha hecho una gran demostración de su fuerza armamentística este miércoles, tras el lanzamiento de prueba del misil RS-28 Sarmat, alcanzando un objetivo a 6.000 kilómetros en plena ofensiva en el Donbás ucraniano.
¿Cuál es el arma más potente del mundo?
Las características del Satán II lo convierten en el arma más potente y de mayor alcance del mundo, lo que lo convierte en un misil único que reforzará el potencial nuclear militar de Rusia y que no tiene análogos en el mundo.
La noticia del despliegue del misil Satán II ha generado preocupación en la comunidad internacional, especialmente en Occidente, ante la posibilidad de que Rusia utilice su capacidad nuclear para retar a otros países.
El hecho de que el misil pueda superar todos los sistemas de defensa antimisiles modernos lo hace especialmente peligroso y su potencia es motivo de alarma. La entrega masiva de los misiles hipersónicos Kinzhal y Tsirkon a las Fuerzas Armadas también es motivo de preocupación, ya que estos misiles tienen una velocidad de vuelo extremadamente rápida, lo que los hace virtualmente imposibles de interceptar.
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